Abraham pensaba que ser acompañado por su hermano Tony iba a ser la mayor aventura que tendría en la gira. Agustina, que pasaría el resto de sus días en un orfanato junto a su hermano mientras lloraban por los rincones.
Pero ninguno se imagino que...
Ver a dos personas que me importaban de esa forma fue algo horrible.Decidí hacer algo para que ellos estuvieran mejor. La casa era enorme pero estaba destruida en algunas partes. —Jeremias,¿Hay algún lugar para comprar comida por acá?. —Si un super ¿Por? —Podes ir a comprar algo para hacer ,como para 40 personas.Y llama a todos los amigos cercanos que tengan—Mire a mi hermano y le hable—Tony llama a todo el equipo y decirles que vengan a esta dirección.Y que no les digan nada a mama y papa—Luego me agache y hable a ellos—Ustedes me van a ayudar a limpiar la casa y vamos a hacer una fiesta.Van a venir a España y merecen irse con el mejor recuerdo de este lugar. —Ya vienen todos-Dijo Tony. —Voy a comprar la carne,vamos a hacer un asado.Los chicos y yo nos vamos a encontrar en el super. —Genial,ahora vamos a despejar esto.
El chico se fue mientras nosotros abrimos todos los cuartos y sacábamos las sillas para ponerlas en dos columnas y armar una gran mesa en el patio de afuera.Era hermoso,había una piscina y un lugar techado con asador. Fuimos a la cocina y había dos estantes llenos de utensilios y alimentos abandonados.También una heladera.Agus la abrió y saco doce cajas que contenían cosas que parecían lapicera caras.Había de dos colores distintos. —¿Que son?—Pregunte tomando una.Ella me miro algo avergonzada y respondio. —Son insulinas,veni. Vi como Fran estaba sacando todos los platos y sonreía al mismo tiempo,como si estuviera feliz por algo. Entramos a un cuarto.La puerta estaba llena de fotografías y posters con las puntas despegadas. —No te rías,pero quisas te sientas algo acosado—Ella abrió un cajón de arriba y saco una caja de cartón chica. Yo observe la habitación.Era más pequeña que la mía y el colchón estaba tirado en el piso roto.Las paredes,al igual que la puerta,llena de posters caídos.Levante uno del piso y me sorprendí al ver que era yo cuando tenía unos 15 años,cuando apenas empezaba mi carrera.Fui viendo uno por uno y eran en la mayoría míos,otros estaban bandas conocidas de rock o fraces de canciones. —Te lo dije—Ella sonrió y lo único que pude hacer fue tomarla suavemente de la cara y besarle. Había varios mini yo observándome por lo que termine el beso rápidamente,me sentía observado por mi. —¿Y eso?—Pregunte señalando la caja —Agujas para la insulina—Ella tomo una de ellas y les saco un plástico que tenían alrededor ,luego lo enrosco en una de las insulinas. Vi como se apoyó en el placard y levantando su remera de la intexto en la panza.Jamás había visto algo así,aunque no se me hacia raro ni nada por el estilo.Sabia lo que era la diabetes y sabia que era algo normal. Ella se había girado pensando que no la vería pero la había visto igual.No le dije nada. —¿Crees que algo me quede de mi ropa vieja? —Seguro que si. Fran apareció de la nada —Encontré ropa,somos de la misma talla quisas algo te sirva. —Si claro—Le dedique una de mis sonrisa más sinceras y llenas de amor para luego alejarme hacia el cuarto de Fran.
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Unas hermosas luces ayudaban a iluminar el preciado momento, todos juntos disfrutando de la noche estrellada. Mi hermano junto a otros chicos hablando de temas triviales mientras se aseguraban que la carne saliera tan deliciosa como se veía.Fran jugando al fútbol con sus viejos compañeros,y yo estaba acomodando con Agus unas guirnaldas que encontramos en unas cajas abandonadas. Nada podía salir mal, todo estaba justo donde debía estar, cada pieza del rompecabezas encajaba y al final la figura pudo verse completa. Esta era la figura y esperaba que nadie decidiera sacar una sola pieza de ella.
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