CAPITULO UNO

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-Levantate niña-me grita la voz de mi madre. Me cuesta levantarme para hacer la rutina de todos los dias, alimentar a mis hermanos pequeños e intentar no ser sensibles a las humillaciones de los ricos. Me levanto de la cama y salgo de la casa luego de saludar a mi madre. Mi trabajo es conseguir comida de donde sea. Yo intento evitar pedir dinero,es lo mas humillante que he visto. Mi ropa es un short que consegui de algun rico que lo tiró por ahi y una remera rota que me regalaron mis amigos de barrio, ando descalza. Son las nueve de la mañana, esta refrescando, es otoño. Mi panza gruñe pero la ignoro. Me escondo en unos matorrales espiando a un chico rico, el esta despidiendo a una chica y le guiña el ojo. Algunos amigos mios dicen que los padres de ese chico son millonarios y que suelen regalar dinero a gente como nosotros. Una vez que la chica se fue me acerco pero el ya cerro la puerta. Estoy frente a su puerta,respiro hondo, me gustaria no estar haciendo esto pero es mi comida. Toco la puerta esperando que atiendan los padres. Pero quien sale es el chico que vi hace un rato.
- laura te he dicho que no vuelvas hasta...-se detiene al mirarme-tu- su desilucion es evidente- que quieres? -me espeta.
-yo...-me quedo paralizada ante un recuerdo que tuve cuando era mas chica. Reconoci al chico que tengo enfrente- nada-salgo corriendo despavorida de alli. Vuelvo a mi casa con la poca comida y plata que recaude. Otra vez me quedo sin comer.
-hola-grito al interior de mi humilde Casa. -hola-repito-traje comida-y de golpe aparecieron mis hermanos-muy graciosos ustedes, solo cuando hay comida aparecen.
-izzy que trajiste?- pregunta la mas chica. Les muestro lo poco que traje, en realidad lo tenia guardado en un rincon, es reserva que tengo para ellos por si algun dia no encuentro a quien pedir o de donde sacar. Son chocolates, caramelos y un poco de esas chucherias que a los niños les encanta. Lo reparto en tres y se los doy.
-pero izzy, tu no comes?-me pregunta Pedro, el mas grande. Le hago una sonrisa y niego con la cabeza-por que no?- mi mirada se entristece al recordar el insidente de hoy-de nuevo no conseguiste para ti?no, yo no como si tu no lo haces, te comparto mi comida
-no mi amor, tu comes porque tienes que crecer y perdoname por no poder conseguir mejor comida- me acuclillo en frente de el y le acaricio una mejilla
-es que no te puedo ver asi, como sufres, te voy a acompañar a juntar comida.
-pero eres chico y tu tienes otras obligaciones-digo firme, no quiero que la unica familia de sangre que me queda sufra humillaciones y vea lo feo que es el mundo, quiero que siga en su burbuja por unos años mas.
-mi unica obligacion es no verte morir de hambre, tengo doce años,lo suficiente como para ayudarte-dice terco. Pensandolo mejor una ayuda no vendria mal. Hay que recurrir al chantaje.
-bien,pero te comes esto , luego me acompañas a un amigo carnicero que tengo y le pedimos un poco de carne.- el asiente contento e hinca los dientes en el trozo de chocolate.
Unas horas despues salimos con pedro hacia la carniceria, en el camino me encuentro con el chico rico que se encuentra con otra chica diferente de hoy a la mañana. Es la primera vez que me fijo en su fisico. Es rubio, castaño claro, pelo corto cepillo, ojos azules claros, muy parecidos a los mios, alto de buen porte. Esta con unos amigotes y un par de chicas mas. Por unos minutos nos quedamos mirandonos a los ojos y el recuerdo vuelve, me veo obligada a partarlos.
-te gusta?- pregunta la voz infantil de pedro. Yo sonrio y niego con la cabeza. Iba a seguir preguntando pero llegamos. El dueño me abre la puerta sonriente.
-hola isabel, hace mucho que no vienes por aqui, desde que...- le corto las palabras con un gesto, no quiero que mi hermanito se entere de la verdad de porque somos adoptados, quiero que siga creyendo que nuestros padres muerieron en un accidente y no que nos abandonaron cuando yo tenia seis años y el recien nacido.
-leonard, gracias por sus regalos no se como se los pagare algun dia.
-querida no hace falta nada, yo lo hago por gusto no mas.
De vuelta para la casa nos encontramos con los mismos de hoy, ellos me miran diferente, con burla, es evidente que el rubio les conto algo.
- eh! Preciosa! Ven con nosotros, te vamos a hacer disfrutar la noche- me grita un deprabado apoyado con las risas de sus amigos. Noto la tension en la mano de mi hermano y su furia. Esta situacion es precisamente lo que no queria mostrarle. Lo miro de reojo, su cara esta roja de furia. Se suelta de mi agarre cada vez mas fuerte. Se acerca desafiante a esos muchachotes de veinte años mas o menos. Temo por el, de que le hagan algo por intentar defenderme.
- repite lo que dijiste de mi hermana- le exige pedro en voz baja y firme. Otro signo que esta enojado.
- tranquilo enano, solo queremos sacarle esa cara de amargada que tiene- le enfrento uno, tiene una mirada lasciva.
- no se te vuelva a ocurrir decir eso de mi hermana- dice con voz apretada. Sus puños estan al lado de su cuerpo queriendo salir y saludar la cara de esos chicos. Esos cuatro muchachos se le van acercando lentamente, yo me pongo tensa pero no puedo reaccionar, seria desminuir a mi hermano. Miro al chico rubio, la chica con la que estaba desaparecio al igual que las otras. El me mira en respuesta, su cara lo dice todo. No esta de acuerdo conque lastimen a un niño pero tampoco puede hacer nada. Aun no le han hecho nada, veo a uno remangarse, Pedro no retrocede ni se asusta. Ese que se remango esta a punto de pegarle, no lo puedo permitir, no quiero verlo sufrir, no de nuevo, no cuando puedo detenerlo aunque se enoje y no me hable por una semana. No me importa. Es mi hermano y lo voy a cuidar. Estoy cerca, pero debil, hace una semana que no como nada. Intento hace un esfuerzo para llegar a el con las reservas que me quedan.
- no - digo mientras detengo el puño con mi mano- haz lo que quieras pero a el no lo toques.
-aww-se burla uno- que tierno, la hermana defiende al nenaza. - Pedro intenta zafarse de mi agarre pero no lo dejo.
- hazme lo que quieras, pero no te la agarres con un nene de doce años que lo unico que tiene es una hermana- digo aguantando a este tarado.- pero que tu tengas ganas de joder a los demas no significa que el tenga que pagarla, agarratela con alguien de tu tamaño. - digo antes de abrazar a pedro por los hombros y obligarlo a caminar hacia la casa.
- tiene caracter esa chica- se burla de ese chico una voz grave, a esa voz la reconoceria en cualquier lugar. El chico rubio.

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