Sobrevivir

CAPITULO DIECISIETE

No se cuanto tiempo pasó solo se que aún estamos abrazados en la sala de hospital frente a su hermana dormida.
- soy su único sustento- digo reflexionando en voz alta- si falto yo quien les da la comida a mis hermanos- mi voz sale ahogada por su hombro.
- yo te voy a ayudar, no quiero que estés sola en esto- dice- ademas tengo que remediar errores que cometí en el pasado- sigue hablando y siento que besa mi pelo provocando en mi sentimientos y sensaciones que creí inexistentes.
Un carraspeo provoca que giremos sorprendidos hacia la puerta. Hay una enfermera parada alli.
- disculpen, pero se acabaron los horarios de visita- dice. Nos guia por otra puerta hacia un pasillo y de alli al ascensor.
- la vida sigue, ta madre no está muerta- me susurra Ignacio. - asique a seguir con las practicas de lectura.
-primero quiero visitar a Lucia- digo. Quiero cambiar de aire.- quiero ver algo alegre- agrego.

La panza se le nota un poquitito. Entre mis hermanos, Ignacio y yo la estamos mimando demaciado. Comida no le falta y le encanta jugar con Marcos y Annabelle. Yo estoy en un rincon bastante taciturna aunque intento dicimularlo mirando el lindo escenario que hay frente a mis ojos.
- izzy, que pasa? estas bien?- la voz de Pedro interrumpe mis pensamientos. Lo miro fijamente intentando conectar mi cerebro con el mundo real.
- no-pienso un poco lo que acabo de decir y me corrijo- si- digo muy rápidamente. Me levanta una ceja- no se- admito finalmente.
- tu eres fuerte, no te hundas, todos te necesitamos- me dice muy seriamente. Lo miro y no veo a un chico de doce años sino a un adulto en un cuerpo de niño.
- gracias- digo. Se que no es necesario decir nada más.
En la otra punta de la casa está Ignacio hablando por teléfono, se lo ve feliz. De un momento a otro viene caminando muy rápidamente hacia nosotros.
- les tengo una sorpresa- dice eufórico- nos susurra- trae a tus hermanos - me dice.- los espero afuera- agrega y se va.
- ahora?- alcanzo a gritar pero es tarde, ya se fue.- escuchaste, no?- Pedro asiente y se encoje de hombros.- Marcos, Annabelle, nos vamos- digo gritando para que me escuchen. Me hacen puchero pero les hago un gesto para que vengan.

Ignacio nos lleva en silencio por todo el centro de la ciudad hasta un edoficio color caoba. Juez reza el letrero que está en la puerta. Entramos y nos recibe una secretaria que muy amablemente nos hace esperar.
- un juez? - pregunto anonadada- por que?- Ya han pasado cinco horas desde que me enteré del estado de mi mamá. Cinco horas que hacen parecer que haya pasado toda una semana.
- ya lo veras- dice sin decir nada mas.
Un viejo rechoncho abre la puerta y le sonríe a Ignacio.
- Ignacio, que feliz me hace verte- dice contento- ven, pasa, pasa-dice y se hace a un lado, nosotros pasamos casi desapercibidos por al lado del señor. - que te trae por aqui?.
- pedirte un favor- lo tutea Ignacio.- puedo ser yo el tutor legal de estos chicos?- pregunta ignorándome por completo. Alucino, primero porque no entendí ni jota y segundo porque algo conmigo tiene que ver.
- por supuesto-dice- que eres de estos chicos?
- amigo- dice muy convencido.- se puede hacer este trámite re manera express?- pregunta.
- para ti lo que sea- dice y añade- esperen aqui.
Una vez ese señor se va me acerco rápidamente a él.
- un que?- pregunto
- un tutor legal, es decir, que yo me voy a hacer cargo de tus hermanos en todo sentido, estudio, dinero, comida, hobbis, etc- dice sin darle mucha importancia. No puedo reaccionar, ultimamente Ignacio me está dejando de piedra por sus actitudes. Nunca me lo hubiese esperado. El que si reacciona inmediatamente es Pedro que salta a abrazarlo como si fuera su hermano perdido. Esa escena me conmueve pero no se como debería reaccionar. Mis hermanos necesitan a alguien a los atienda pero mi mama esta en coma y siento que estaría reemplazándola.
- por favor izzy, acepta-me ruega un Pedro arrodillado en frente mio.
- vale, acepto- digo no muy convencida. Miro a Ignacio que está mas feliz que Pedro, entre loa dos me contagian y sonrio.
- genial, chicos tenemos una semana para prepararlos, deben ir al colegio.

No se como hace para que entren cuatro chicos en su habitacion pero él insistió en que nos quería enseñar alli. Puso dos chicas que dice que son amigas suyas para que les enseñen a mis hermanos. Él quiere ser mi profesor particular.
- tu tambien tienes que ir al colegio- me presiona.
- no- digo firme por tercera vez- yo quiero trabajar no tener que estudiar estas cosas.
- pero no vas a poder trabajar nunca sino estudias.
-ya me las arreglaré- digo zanjando la conversacion. Me siento agotada lurgo dr tres horas de intenso estudio sobre la tierra y los mares y no se cuanta cosa mas.
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