Sobrevivir

CAPITULO TRES

Hay cosas de Ignacio que me sorprenden y otras que me enojan, una es que hace que mi corazon lata mil por hora cuando lo veo.
El incidente del otro dia no volvió a pasar, Rodrigo no me dejó salir de su casa en toda la semana, es decir, yo ni enterada de como iban las cosas con su fiesta sorpresa. Mi hermano me fue a visitar todos los dias y me fue diciendo algunas cosas. Ya tengo listo el lugar, la torta, los dulces y los globos, ah, y todos ya saben de la fiesta.
Hoy es miercoles, mañana es su cumpleaños y estoy muy nerviosa, es la primera vez que él recibe una fiesta para sus veinte años, eso es lo que me dijeron sus padres.Quiero que salga todo perfecto y eso incluye que ningun extraño con intenciones de arruinar la fiesta entre al lugar. Estoy decidida en hacer lo que tengo pensado. Rodrigo me dejó salir hoy de su casa con la condicion de que quiere verme comer.
Salgo corriendo hacia la casa de la persona que creia que no volvería a hablarle en mi vida. Ignacio. Toco su puerta y sale un Ignacio todo despeinado y sencillo que hace que me sienta comoda y no intimidada por su ropa. En cuanto sus ojos se chocan con los mios siento mis piernas que se flexionan sin mi permiso y el que abre los ojos desmesuradamente, evidentemente no me esperaba alli.
- isabel- su voz suena emocionada y sorprendida- estas bien? Ese chico te atendió bien? Quieres que te ayude en algo? - y todas las ganas de ser firme se esfumaron, giro la cabeza para concentrarme pero en la periferia de mi vista veo a los amigos de él, todo mi cuerpo se tensa, no quiero volver a tenerlos cerca.
- si quieres ayudar has algo- digo apresurada, quiero terminar mi pedido antes de tenerlos cerca- mañana es el cumple de Rodrigo, el chico que estaba conmigo el otro dia. No quiero que su fiesta se arruine con tus amigotes que de seguro se van a enterar- termino jadeando, los siento cada vez mas cerca, el se da cuenta de mi tension porque me esconde en su espalda obligandome a apoyarme en ella, es ancha y fuerte. Apoyo mi cabeza en ella esperando que no pregunten, escucho la respiracion de Ignacio algo agitada.
- hey Nacho- le saludan los amigos- escuchamos a esas ratas callejeras que van a hacer una fiesta - se carcajea uno, siento la espalda de Ignacio tensarse ante el sobre nombre de nuestra clase- vamos? - pregunta el mismo un poco dudoso.
- no- su voz salio muy aspera y apresurada - no quiero que toquen a uno mas de ellos, me han enseñado mas cosas de la vida que todo lo que he hecho, no quiero que les vuelvan a faltar el respeto- dice serio. Le acaricio un poco la espalda para darle las gracias, parece darse cuenta que estoy detras suyo porque se vuelve a poner tenso.
- Nacho, que te pasó hermano? Tu no eras asi antes, no habia fiesta que te perdieras y le ponias nombre a todo, te reias de todo, eras uno de los nuestros- se ofende el que estaba hablando.
- pero cambié, todas las personas cambian, aceptalo Tom.- diciendo esto les cierra la puerta en la cara. Se gira mirandome a los ojos sin pestanear. De repente me siento rara, no se porque le pedí ayuda, tampoco se porqué reaccionó asi?, porque me defendió, a mi y a los mios?, porqué se preocupa por mi?. Son preguntas sin respuestas.
- que tienes? - pregunta preocupado. Es claro que he hecho caras mientras pensaba.
- porqué lo hiciste?- ante su silencio aclaro- porqué nos defendiste?
- Isabel, todos tenemos un pasado aunque no lo parezca- no entiendo muy bien a que se refiere pero prefiero no indagar, demasiado tengo en mi cabeza. Comienzo a tiritar, me habia olvidado que estamos en otoño y que esta anocheciendo. El me arropa con una campera suya, por el olor a hombre, de lana. El sueño me esta venciendo y la falta de comida en mi cuerpo hace que pierda la nocion del lugar donde estoy. Antes de caer en brazos de Ignacio y del sueño susurro.
- llevame a casa, quiero ver a mis hermanos- suplico.
Siento que me lleva en brazos.

Entreabro los ojos debilmente y reconozco el lugar. Mi casa. Escucho voces infantiles que de golpe se paran
- que le sucedio? - pregunta una voz infantil asustada, la reconoceria en cualquier parte.
- Pedro, cierto?- pregunta Ignacio
-si- contesta timidamente
- tu hermana se semidesmayo por el sueño y el hambre.
- otra vez no- gime mi hermano- has algo por favor, no quiero perderla, no quiero ser huerfano.
- escuchame campeón- le dice Ignacio- voy a ayudarla, pero necesito que traigas a ese amigo de ella- se para, no se acuerda su nombre- empieza con R.
- Rodrigo - exclama feliz mi hermano.
- si ese- dice Ignacio. Siento que me lleva en brazos y me deposita dn un lugar mullido. Una cama. - ustedes - dice hacia mis otros hermanos- mantenganla despierta.
Escucho el abrir y cerrar de la puerta de entrada. Siento un pequeño vacio cuando Ignacio se va y no se porque, esta bien que yo no soy una experimentada en el amor, pero tampoco estoy enamorada de el, no en tan poco tiempo. No pueden mis sentimientos hacia un persona cambiar en tan poco tiempo. No puedo pasar de odiarlo a necesitarlo. Pero me siento segura y protegida con él a mi lado. Tambien tengo intriga. Ese pasado que el me dijo, que sera? Quien sera él en realidad? Porque primero me trató de rata callejera y ahora me defiende como si yo fuera de cristal?. Al mismo tiempo cada vez que lo miro siento que lo conozco. El ruido de la puerta al abrirse hace que me tense y abra los ojos. En mi campo de vision aparece Rodrigo con cara de preocupado y por detras de el esta Ignacio. Yo miro de mi amigo de mi protector, Rodrigo sigue mi mirada y se tensa.
- que haces aqui? Burlarte?- le pregunta enojado. Ignacio lo mira como si tuviera nostalgia, como si lo conociera.
- no, yo solo vine a ayudarlos más que nada a ella, traje comida y provisiones, estan afuera- dice serio y sereno. No me habia dado cuenta la cantidad de bolsas que trajo. Rodrigo se apresura y las abre.
- yo... yo - su voz flaquea, parece emocionada y arrepentida al mismo tiempo.
- no digas nada. No pretendo ser un heroe solo quiero remediar algo que hice.
- gracias- termina diciendo a regaña dientes Rodrigo. Ignacio se agacha hasta llegar a la altura de mi amigo y mira las bolsas, de ella saca una bolsa, tiene olor a comida y mi panza ruge. Se la tiende.
- para que repartan entre ustedes. Hay mas- dice. Rodrigo me extiende un sanwich de milanesa. Tiene un olor apetecible. A mis hermanos pequeños les extiende ademas una cajita de leche para cada uno. Cuando termina de repartir la comida que trajo se gira para irse.
- quedate - susurro. El se gira y hace una media sonrisa.
- esta bien - dice. Le hago señas para que se siente a mi lado, Rodrigo le extiende una silla. Eso es algo que amo de mi mejor amigo, no es para nada sobreprotector, me cuida en la medida de lo necesario.
Alguien toca la puerta. Pedro la abre y se escucha una voz femenina, a Rodrigo se le forma una sonrisa de oreja a oreja.
- hola izzy, hola chicos y hola chico rico- saluda la novia de Rodrigo.
- hola Lucia- saludo. Besa a mi mejor amigo y mira nuestra comida con anhelo.- ven, come - digo extendiendo mi pedazo de comida. Ella lo agarra y se lo devora en un segundo. Si que tenia hambre esta chica. Miro a Ignacio pidiendole ayuda para que le de un poco mas a ella.
El no me entiende y frunce el seño y niega con la cabeza.
- quiero que le des un poco mas a ella y a sus hermanos de dos meses, estan peor que yo, a mi no me importa no comer, no quiero que los mas chicos se mueran.- en su semblante aparece un gesto extraño. No sabria definirlo.
El se levanta y se dirige a Lucia con una bolsa en la mano.
- mira, Lucia, no?- ella asiente expectante- esto es para tus hermanos, no se cuantos son pero Izzy me dijo que son chicos, hay leche, mañana traigo mas.
- tengo dos hermanos y gracias chico rico- le dice timidamente.
- me llamo Ignacio- responde medio molesto.
- mi amor, me ayudas?- le pregunta. El duda un poco pero lo apoyo con una sonrisa, asiente, me besa la frente y se va con su novia agarrandola de la cintura en un gesto tierno y posesivo al mismo tiempo. Una vez que cerraron la puerta me siento en la cama. Miro a mis hermanos, estan dormidos y Pedro esta luchando con el sueño. Me acerco a el y lo abrazo colocandole la cabeza en mi hombro y lo acaricio hasta que se duerme.
- me ayudas a cargarlo hasta aquella puerta? - le pregunto a media voz para no despertarlo. Ignacio como respuesta se agacha y lp agarra como a una princesa. Hace unos años encontré dos colchones, uno para mi y el otro para Pedro, en ese momento mis otros dos hermanos dormian uno conmigo y el otro con el. Crecieron entonces conseguimos unas mantas y ellos duermen alli.
Una vez que los acostamos nos vamos de alli
Lo encaro con una pregunta en mi mente.
- no entiendo todavia porque haces todo esto. Si es por pena por favor olvidalo no quiero tu ayuda- estoy dividida, por un lado quiero su ayuda y por otro no quiero su pena.
- yo no te tengo pena si eso piensas, yo solo quiero hacer algo bueno en mi vida, ya perdí a mi mejor amigo una vez no quiero que me siga odiando por algo que no fue mi culpa- larga de golpe, tiene la mirada ida como si estuviera recordando ese pasado que es, por su cara, doloroso y vergonzoso. Me mira y su cara se endurece- olvida que te dije todo esto, no vuelvas a preguntarme nada mas sobre mi pasado y sobre mi vida, entendiste? - frunzo el ceño, este chico es bipolar. No se sabe como va a reaccionar. Y otra vez ese recuerdo se me vuelve a la cabeza, su forma de hablarme es la misma que ahora. Mi cara se pone seria y con furia dentro mio.
- muy bien chico rico, vete por donde saliste, no vuelvas a entrar en una casa de mi familia y no nos vuelvas a dirigir la palabra, somos ratas callejeras no nos merecemos tu atencion.- se dio cuenta la metida de pata que tuvo al hablarme asi.
- pero...- no lo dejo terminar. Con un dedo apunto la puerta.
- largo - digo con la voz contenida de furia.

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