CAPITULO CUATRO

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Hoy es jueves. Ayer no pude dormir bien. Me siento culpable por como traté a Ignacio. No pude dormir en toda la noche. Me levanto, mi madre esta en la cocina mirando las bolsas que ayer trajo el chico rico.
- hija, puedes explicarme que es todo esto?- otra que es como Ignacio, nunca se sabe como va a reaccionar. Su semblante es serio y hasta parece enojado.
- el chico rico trajo comida porque me vio desmayarme delante de él- resumo de mala gana. Hago una mueca esperando una regañina, pero ella no se inmuta tan solo pone cara de horror y de miedo- mama? Que te sucede?- pregunto esperando que no vaya a tener un paro cardiaco por toda la comida que hay aqui.
- Ignacio? - pregunta, asiento. - nunca más te vuelvas a acercar a ese chico, me entendiste? - pregunta en un susurro y tranquila. Oh!oh! Su enojo es enorme, la situacion es grave. Corre Isable, corre por tu vida.- me entendiste?- vuelve a repetir, me apresuro a asentir varias veces por si no me vio en la primera- no puede ser- susurra. Quiero preguntar pero no me animo.
- hola mami- corta la tension la voz infantil de Pedro. Ambas nos giramos sorpendidas.
- hola cielo- pregunta- tu sabes que son estas bolsas?- ahi vamos, pregunta capciosa. Por suerte ella esta de espaldas mio, en un intento de ayudarlo le digo que no con la cabeza, él me entiende.
- no mama- dice con la voz cargada de inocencia- nunca las vi. Que son?
- nada importante cielo. Ve a desayunar que tenemos que preparar todo para el cumple de Rodrigo.
Nos quedamos solas de nuevo. Me mira seria. Tanto que siento que me equivoqué en pedirle a Ignacio que sus amigos no se metan con los mios.
- tu, jovencita, quedas castigada despues de esta noche- mis ojos se abren enormes. No me puede hacer esto, como comen mis hermanos? - si Isabel, nada de salir de casa hasta que yo venga.
- pero madre- si asi reacciono yo cuando me enojo- primero que tengo dieciocho, soy mayor de edad y segundo como comen mis hermanos pequeños?, no tienen edad para ir pidiendo y humillandose por ahi.- digo molesta por la reaccion necia de mi madre.- no somos ricos para poder desperdiciar dias sin ir a buscar comida. Ahora si me permites voy a salir a humillarme una vez mas.- en cuanto lo dije me di cuenta de como va a reaccionar, solo estoy esperando que lo largue.
- te arrepientes de haber venido con nosotros? - y lo largó.Inspiro despacio y respondo.
- no madre, no me arrepiento, solo que no entiendo tu reaccion, es comida, lo que necesitamos, porque reaccionas asi?
- yo solo quiero cuidarte- dice
- y crees que dejandome aqui, inutil, me vas a cuidar? No madre, te quiero pero esas reacciones no las soporto. -termino de hablar furiosa.
Entro a mi habitacion y agarro el papel donde dice " para isabel" que no es la letra de mi mama, que segun Leonard es la letra de, mi verdadera madre. No quiero que lo encuentre. Me la dieron pero no saben que no se leer, asique la guardé hasta que estaba preparada a escuchar lo que dice.El día que me preparé mentalmente, le confesé a Rodrigo mi incapacidad y él me leyo esta maldita carta donde decia que era mi madre y que me quería de vuelta, que ella nunca me quiso alejar de ella Tuve ganas de romperla en mil pedacitos y tirarla a la basura. Pero una parte de mi no quiso hacerlo porque lo escribió mi madre a mano, era su letra, tenia algo de ella, lo unico que tenia.

Estoy en la calle pateando una piedrita furiosa, todos los recuerdos de ese dia se me vienen a la cabeza. No se donde me estoy dirigiendo, solo se que este barrio se me hace recorrido, muy conocido. Hasta que algo me llama la atencion, una puerta blanca con una campanilla amarilla muy conocida. De golpe los ojos se me abren los ojos, reconozco esa casa. La casa de Ignacio. Quiero salir huyendo pero escucho gritos y llantos, eso me detiene y presto atención. Me acerco a la ventana que da a la calle y miro disimuladamente. Hay un hombre y una mujer, ella se me hace conocida, muy conocida pero no logro recordarla. De repente él levanta la mano y le abofetea la mejilla haciendo que ella retroceda asustada y tocandose su mejilla que supongo toma un color rojo fuerte. Va a volver a pegarle pero una mano de un joven lo detiene, el corre la cara y lo veo, es Ignacio con una mezcla de enojo y susto. Temiendo que me vea,me agacho y me escondo en la pared y salgo corriendo.
Me siento mareada de tanto correr, llego a un descampado donde termina mi barrio y me siento en un arbol, a horcajadas. Cierro los ojos y repiro aliviando mi corazon agitado.

- Aqui estas! - una voz me despierta. Pego un salto alarmada- al fin- suspira aliviado. Es Rodrigo.
- pero recien llego- comienzo a explicarme pero me detengo de golpe y entrecierro los ojos. Lo señalo con el dedo- como sabes qu estoy aqui?
- primero, ya pasaron cuatro horas desde la ultima vez que te vi, a las nueve de la mañana- me incorporo y abro los ojos grandes, creo que se me van a salir los ojos, el se rie. Es una risa autentica.- y segundo, siempre vienes a un lugar tranquilo cuando te asustas- hago una mueca.
- cierto... un segundo, asusto? Tu como sabes que estoy asustada?
- Ese chico rubio me hablo- dice con una mueca de disgusto. Frunzo el ceño, Ignacio?. De golpe entiendo todo. El me vio cuando su padre le pegaba a su madre. Mierda.
- no me quiso decir que viste o escuchaste. Me puedes decir?- estoy apunto de largar todo, pero algo me lo impide. Es un secreto de él y no quiero revelarlo yo.
- no- digo- esto te lo tiene que decir él, yo no puedo.- digo seria.
Me vuelvo a recostar contra el tronco de este gigantesco arbol. Suspiro y cierro los ojos. En cuanto lo hago la imagen de la mano del hombre golpeando a su mujer me pone los pelos de punta y mi cuerpo tiembla.
- vuelve con nosotros, tu madre esta asustada y Pedro llorando, piensa que te ha pasado algo. Lo miro sorprendida.Pedro llorando? El nunca llora. Bajo de un salto y me coloco al lado de el, me abrazo a su cintura y el me abraza por los hombros.

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