CAPITULO DIECISEIS

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- Muy bien- me felicita Ignacio, es la quinta vez en una semana que logro leer decorrido sin ningún error- hace un mes que empezamos y ya lees bien, me alegro- dice contento y me besa la frente en un acto dulce. Me hizo leer un capitulo de un libro de cuentos bastante grande. Mientras él me felicita yo sigo observando el libro que tengo en mis manos pensando que hace un mes yo era una analfabeta total y ahora puedo leer. Cierro el libro y lo vuelvo a abrir al azar.
- ¿que es intrínseco?- pregunto
- buscalo en el diccionario- me indica. Resignada lo hago. Es la forma que él tiene de hacerme aprender las palabras desconocidas por mi.- te doy un consejo: nunca dejes de leer asi no se te perderá la costumbre.- me dice.
Aun tengo las imágenes de la pelicula que fuimos a ver todos hace dos semanas, el final me hace sonreir cada vez que lo recuerdo.
Lucía está de un mes y tres semanas, se sigue negando a ir al médico,es terca. Lo más grave del asunto es que ella es menor de edad. Estamos yendo a mi casa, queremos hacerle una visita sorpresa.
Cuando estamos por llegar me encuentro con un montón de gente en círculos, entre ellos estan mis hermanos. Uno de ellos se gira hacia mi y me señala con un dedo. Un hombre se me acerca.
- dusculpe, ¿usted es la señorita Izabel Arsuaga?- pregunta educadamente. Usa uniforme, qu según me explicó Ignacio,signfica que trabaja en algún lado. Inscripto en letra chica hay un nombre: "Azzen".
- si, soy yo- digo. - ¿por? ¿que sucede? ¿lo conozco de algún lado?- pregunto. A ese señor no lo conozco y ese nombre no me suena.
- cuantas preguntas- dice en un intento de aliviar el tenso ambiente.- me enviaron a informarle que su madre ha tenido un desvanecimiento.- dice con tono sombrío.
- un desvanecimiento de que tipo- pregunta violentamente Ignacio. Yo aún sigo petrificada en mi posición.
- está en coma- aclara fúnebremente.
- ¿por cuanto tiempo?- pregunta casi agarrándolo por el cuello al pobre hombre.
- n-no me l-lo dijeron- tartamudea.
- dígale al jefe que esta vez me las va a pagar por todo lo que ha hecho- termina con odio.- puede irse.
Tengo una mano tapando mi boca intentando no soltar un grito. No lo puedo creer, mi madre en coma por tiempo idefinido.
- ¿va a morir?- pregunta la inocente voz de Annabelle. No se como decirle que no se sabe cuando va a despertar.
- no, no va a morir, ella está dormida por bastante tiempo- le explica Ignacio arorodillandose frente a ella. Sin decir nada me pongo a caminar en la direccion que siempre la veía salir. Cuando quiero acordar estoy corriendo desenfrenadamente hasta que alguien me obliga a parar de golpe haciendome girar y estampándome contra su pecho. Quiero salir y volver a correr pero unos brazos fuerte no me dejan salir. Largo toda la angustia que hay en mi interior. Siento que me hamacan hasta que se me pasa.
- quiero ir a verla-susurro contra su pecho.
- yo te acompaño. Una vez me dijiste que no te irías, voy a hacer lo mismo, no me voy a ir- dice Ignacio.
- no se donde es- admito.
- yo si. Por desgracia es la fábrica de mi padre.- de nuevo su voz resentida.- de seguro está en un hospital público- dice- conozco a mi padre y su forma de pensar- añade y diciendo esto me agarra la mano y comienza a caminar.

Luego de caminar por un buen tiempo llegamos al hospital público de la zona.
- ¿si? ¿a quien vienen a visitar?
- a Marta Arzuaga por favor- dice. El señor se fija en una computadora
- si, segundo piso a la izquierda, segunda puerta.- sin esperar a que reaccione corro hacia el ascensor y aprieto el boton del segundo piso. Una vez alli giro hacia la izquierda. La segunda puerta está cerrada, dos minutos después llega Ignacio agitado.
- hay que esperar- dice y se sienta en el suelo. Apoya su cabeza en sus manos apoyadas en sus rodillas.
Dos horas después abren la puerta, los dos nos giramos como si tuvieramos resortes, anhelantes esperamos que la médica nos diga algo.
-¿ustedes son los parientes de Noelia Arzuaga?- asentimos - pasen- dice y se hace a un lado.
Una vez dentro Ignacio me deja a solas con mi mamá. No me salen palabras asique lo único que hago es acariciar su semblante sereno. Las lágrimas saltan solas.
- mamá lo siento, lo siento- digo hipando. Nunca me sentí tan desolada.- mamá, por favor, no te vayas. No me dejes sola. Aguanta.- digo mientras le tomo una mano.
- señora, yo voy a cuidar de su hija, se lo prometo- aparece de la nada Ignacio diciendo esto y abrazandome por los hombros- se muy bien que usted puede escuchar aunque esté en coma. Se que me odia, pero le puedo asegurar que cambié, no soy ese estupido niño egoista que usted recuerda de hace seis años. Se lo juro- dice y la mira como si ella puediera mirarlo a los ojos y escucharlo.
Me niego a irme del hospital asique Ignacio se emperró en quedarse conmigo. Todo lo que dijo me está rondando en la cabeza.
- dilo de una vez- me presiona. Clavo mi mirada en su cara pero él está mirando a mi madre como si pudiera remediar lo que sea que pasó hace seis años.
- ¿tu como sabes que ella puede escuchar igual?- pregunto por fin, luego de pensar centenares de oraciones para preguntar.
- porque... todos tenemos un pasado- termina cortante. Me quedo mirándolo indignada. ¿Solo eso? ¿solo eso se digna a decirme?
- escuchame bien chico rico- mi voz es fría y enojada, provoca que se gire asustado a mirarme.- estoy hasta la coronilla que me digas esa estúpida frase. ¿Me vas a contar de una vez ese pasado que dices? o ¿es todo farza?- digo enfrentándolo. Si me va a decir eso que me diga toda la historia completa no solo:" todos tenemos un pasado", eso ya lo se.
- ven, te voy a mostrar algo-dice mirandome fijamente. En vez de dirigirse a la puerta de salida se gira hacia el interior de la sala. Abre una puerta y me deja pasar. Es otra habitacion con otra cama y otra chica acostada en la misma posicion que mi mamá. Me acerco a mirarla, es rubia con los mismos rasgos de Ignacio. Es la misma chica de mi foto.
- no puede ser, es... ella- susurro para que no me oiga.
- es mi hermana- dice acariciando tiernamente se frente- cayó en coma hace un mes- dice despacio como saboreando cada palabra que dice. De golpe me llega un recuerdo de hace un mes y semanas donde está él hablando con alguien luego de que salgamos del hospital.
- esa llamada fue por ella, ¿no?- pregunto haciendo conecciones- fue antes de que cayera en coma.- sigo diciendo más para mi. Miro detenidamente su figura, tiene ligeros moretones en el rostro y está tapada hasta el cuello, las manos las tiene sobre el estómago, comienzo a hacer suposiciones. Corro una manga y allí estan las marcas que esperaba, luego de hacer conexiones en mi cerebro.
- ¿que hiciste para que le hicieran esto?- pregunto furiosa. Si bien no la conozco pero puedo deducir que ha sufrido mucho y por un largo tiempo.- Ignacio, estos cortes y quemaduras no son hechas por ella, son por sogas- digo mostrándole la muñeca de su hermana.
- yo... me había metido en drogas, las vendía. Eso me daba dinero facil y rápido, luego me di cuenta lo que estaba haciendo y quise salir pero no me dejaron y como estaba terco me salí igual, entonces tomaron a mi hermaba como rehen para obligarme a hacer cosas-larga toda su historia de una dejandome sorprendida y estupefacta-. Como te estoy ayudando con tu familia- vuelve a cortar su relato, toma aire y vuelve a armar su frase- ellos los quieren a ustedes como experimento para ver el efecto que hacen sus drogas en los humanos o para traficar drogas. Pero tu has salido diferente al comun, has salido inteligente y firme entonces ellos me quieren obligar a que te convenza de que te metas en ese antro pero... yo... me di cuenta que- se me acerca. Todo lo que me está contando me tiene alucinada, nunca lo creí, a esos rumores. Ahora entiendo la reaccion de mi madre- que... te necesito, que me muero si te pasa algo, si te hacen algo.- al escuchar esas palabras mi corazon late a mil por hora. Son los mismos sentimientos que me genera él. Lo tengo pegado a mi cuerpo, sus manos están a cada lado de mi rostro acariciando con sus pulgares mis mejillas.
- yo tambien te necesito- admito en un susurro. Creo que eso fue lo que necesitaba para que se acercara más a mi y juntara sus labios con los mios. Primero los apoya, soy una novata en todo este tema de los beaos y el amor. Si bien he gisto besar a gente como a Rodrigo nunca me puse a pensar en como se hacía, tenía otras cosas mas importantes. Poco a poco comienzo a seguirle el ritmo, muevo mis labios al compas lento de los suyos probando cada parte de sus suaves y dulces labios.
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