Sobrevivir

CAPITULO ONCE

Con ese plan en mente me dirijo hacia la casa de Ignacio entrando por la puerta trasera para que sus perversos padres no me vean. Cuando entro a su habitacion me encuentro con una bandeja llena de comida y una nota. La dejo de lado, me siento en la cama, cruzo las piernas y me devoro toda la comida. De un momento a otro escucho la puerta abrirse y sin tener que mirar ya se quien es. Sonrio involuntariamente.
- ¿leiste la nota?- pregunta sentándose en su cama. No me muevo y sigo comiendo. Mastico lentamente para poder idear una buena escusa. No quiero que se entere de esa verdad. Carraspeo y lo miro con mi mejor cara de inocente.
-si- digo en un susurro. Él me levanta una ceja interesado y sonríe.
- vale, y ¿que dice?
- tu la escribiste, tendrías que saber, ¿no?- digo con una sonrisa ganadora.
- inteligente- murmura más para si.- bien, entonces sabrás que hoy vamos a ver a tu hermano al hospital- dice con cara seria pero a la vez conteniendo una risa. Mi cara se queda sin expresión y lo miro fijamente intentando que no descifre la verdad que oculto todo lo que puedo.
- si lo se- digo con voz ahogada evitando mirarlo.
-si tu dices-se encoge de hombros haciendose el desinteresado- cuando quieras te puedo enseñar a leer- dice y se levanta para dejarme sola.
Pestaneo confundida. No me entra todavía que él sabe mi mayor y más oculto secreto. Pero ¿como se dio cuenta?. Hay muchas preguntas que me gustaria tener respuesta. Voy aintentar solucionar los problemas en orden, segun la prioridad en este momento. Primero Rodrigo, luego mi hermano y más tarde yo y mis dudas. Una vez termino de comer me recuesto en su cómoda cama mirando el techo y perfeccionando mi pequeño e inocente plan. Sigo mirando el techo y sonrío feliz.
Siento que se hunde el colchón en donde se encuentran mis pies, bajo la mirada y allí está, tranquilo con su semblante serio. Este chico no es para nada parecido al que vi hace cinco años. Está cambiado, no hablo solamente de la parte física, sino tambien en sus actitudes.
- ¿en que piensas?- su voz suave me saca de mis pensamientos, lo miro espectante mientras proceso su pregunta. Tardo en reaccionar.
- pienso en... en- las palabras no quieren salir. Me lamo los labios haciendo tiempo y trago.- tu transformación. - digo sinceramente. Él frunce el ceño incrédulo.
- ¿en mi? - pregunta sin poder creerlo-¿porque?- es un buena pregunta. No lo se. De repente me acuerdo de lo que me dijo Leonard sobre el amor. No se si es lo que él dice pero se que si no lo volviera a ver más no se que haría con mi vida, se que me faltaría algo para ser yo misma. Alguien que sin quererlo me hace volver a sentir como esa nena de seis años feliz y completa que de golpe le sacaron absolutamente todo el día en el que la abandonaron con su hermano en la calle en plena noche dejandola deasamparada y sin posibilidades de recuperar su vida. - ¿estás bien?- su voz preocupada me vuelve a sacar de mi mis pensamientos y recuerdos. Enfoco mi vista en su rostro, está preocupado con el ceño fruncido e inclinado hacia mi. Yo me limito a asentir con la cabeza.
- ¿puedo pedir tu ayuda?-pregunto tímida. Él asiente repetidas veces.
- en lo que sea- dice.
- necesito cuidar de una amiga embarazada que no quiere que nadie se entere- le explico brevemente.
- ¿que hay que hacer?- pregunta sin pedir explicaciones de quien es y porque.
- llevarle comida y ver que necesita, esta en el descampado- digo seria, en mi voz se nota mi preocupacion.
Sin decir nada sale de su habitación dejandome sola. Al rato vuelve con una bolsa llena.
- comida- aclara y desaparece por la ventana. Lo imito y me limito a seguirlo. Por alguna extraña razón vamos por calles solitarias. Los dos vamos mirando el suelo. Llegamos al descampado, él parece conocer este lugar a la perfección. Su rostro se endurece y mira el lugar con los ojos entrecerrados como si lo conociera y le trajeran recuerdos. Él sigue una linea recta hasta una cabaña semidestruida. Estoy asustada, está muy obscuro a pesar de ser las tres de la tarde. Me aferro al brazo de Ignacio. Le pega una patada a la puerta de entrada y alumbra con una linterna.
- llamala- me susurra.
- Lu, Lu- llamo pausadamente- Lu soy yo, Izzy. - susurro
- Izzy?- esa voz no es la de Lucia, es la de Rodrigo.
- Ro?- pregunto incrédula- pero que?... - no termino la frase, él aparece en la entrada.
- tu- dice con asco.
- sabía que estarías aqui- contraataca con los ojos entrecerrados- que mejor lugar para ocultar a tu adorable novia que aqui- dice con burla. Suelto mi agarre de su brazo para adentrarme en la casa. Es de dos plantas. Subo lentamente escuchando el ruido que hacen las maderas al ser pisadas. Hay tres puertas, una está abierta y escucho un sollozo. Asomo la cabeza y alli esta Lucía tomandose de las rodillas y hamacandose.
-Lu- susurro, ella se gira violentamente y sonríe tristemente- tranquila, saldras adelante.- susurro confortándola una vez estoy al lado de ella. - ¿orque te viniste aqui?- pregunto escrutándola con la mirada. Su pelo cae sobre sus mejillas ocultándolas.
- por..por...- su labio tiembla y no puede terminar una palabra. No se si es el shock o el miedo pero algo la paraliza. La abrazo y dejo que respire tranquila. Apoya levemente su cabeza en mi hombro pero lo saca inmediatamente.
-dejame ver- digo adivinando que puede llegar a ser.
- no - dice suave- estoy bien.
- claro y yo soy hombre- digo intentando hacerla reir un poco. Ella sonríe pero sigue igual de triste y desamparada. Le corro el pelo y aparece un gran moraton negro en su mejilla derecha.
- pero ¿que?- no logro terminar la frase de lo indignada que estoy- ¿como fue capaz de hacerte una cosa así?
- tu... tu.. lo sabías?- pregunta con ojos llorosos.
- escuché algo pero lo confirmo ahora- digo seria mirando la zona hinchada- ¿porque? ¿que pasó?- pregunto.
- cuando me enteré que estaba embarazada, le conté a Rodri, pero él nos escuchó y cuando quedé sola me llamó y comenzó a gritarme. Como me rebelé ante sus amenazas, él me dio una bofetada y me dijo que me fuera de esa casa y él no decía nada a mamá- larga todo de sopetón pero de una manera que te hace vivir su historia y odiar a su padre. Como modo de expresión beso su frente.
- todos estamos contigo- digo.
- es verdad - la voz de Rodrigo nos interrumpe, es cariñosa pero triste. Los ojos de Lucía brillan en cuanto lo ve. Él se nos acerca hasta sentarse a su lado. - tu amiguito está esperandote abajo. - dice con desprecio. Lo reprendo con la mirada y él hace una mueca.
- no es malo- digo- ademas les trajo comida asique no te quejes- le digo enojada. Diciendo eso me levanto , les doy un beso a ambos en la frente y me dirijo hacia la puerta. Salgo de la habitacion y Lucia me detiene.
- Izzy, encontré algo que te puede interesar- dice y me da una foto. Frunzo el ceño pero no digo nada y me la guardo.
Salgo de la casa corriendo.
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