Cap 35

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- Aquí -dijo Abraham mientras abría la única puerta que había en el local, entré y detrás de mí entró él.

Intenté cerrar la puerta pero no se cerraba, intenté varias veces cerrarla pero me daba cuenta que solo provocaría ruido así que solo la dejé entreabierta, miraba por el hueco que quedaba en la puerta, oía sus voces y sus pasos pero no podía verlos.

(...)

Abrí mis ojos y me di cuenta que el sol ya había salido. ¿Qué? Creo que me quedé dormida pero ¿Porqué Abraham no me despertó? Al parecer no nos encontrábamos en ésa habitación, y Abraham estaba parado mientras miraba por la puerta de vidrio.

- Dime que por lo menos intentaste despertarme para hacer la segunda guardia -dije mientras me sentaba en el suelo, él no se dio vuelta y mantuvo su posición.

Puede que me haya quedado dormida, pero tampoco toda la noche si quiera tendría que haber vigilado unas cuantas horas, aunque no lo haya echo hubiese querido que Abraham haya intentado despertarme.

- No. Vamos, tenemos que continuar -dijo mientras agarraba sus cosas. Yo me levanté malhumorada y también agarré mis cosas.

- Tendremos que apurarnos a llegar a ése lugar antes de toparnos con ellos de nuevo -dije.

Salimos del local y comenzamos a dirigirnos al lugar que Rick nos propuso.

(...)

Ha pasado 1 día y por suerte ya estábamos llegando, era una estación de policías, no era tan grande, era pequeña y sencilla. Estaba sucia con manchas negras y las ventanas estaban rotas. Abraham dio una fuerte patada a la puerta y ésta se abrió. Entramos y había varios asientos, el piso tenía manchas de sangre al igual que las paredes, Abraham estaba revisando por ahí y yo encontré una puerta que me llamó la atención. Estaba cerrada y decía "Solo personal autorizado" abrí la puerta despacio y me encontré con unas vitrinas que tenían pistolas, o ropa, y balas. Lotería.

- Abraham -lo llamé en susurro, entré en el pequeño cuarto y comencé a guardar en mi mochila todo lo que podía. Abraham llegó y también se sorprendió.

- Nos ganamos la lotería -dijo, reí en bajo, los dos estábamos guardando todo lo que podíamos hasta que las mochilas se llenaron, las balas que sobraban, las guardaba en mis bolsillos.

- ¡Listo! Tengo todo -dije cuando guardé todo lo que encontré. Abraham, al parecer, ya salió de el pequeño cuarto.

Salí de la habitación y lo encontré fumando un cigarrillo fuera de la estación de policías. Salí de la estación y él me escuchó.

- Lo siento por lo que pasó por tu Jessica -dijo dándome la espalda y sin verme.

Sentí una corriente eléctrica pasar por todo mi cuerpo al escuchar su nombre después de meses. La tristeza me volvió a invadir, debí haberme quedado cuando encontré ésa casa en llamas, ella todavía seguía viva, pude haberla encontrado y esto no habría pasado.

- Y yo también. . . por lo que pasó con Sasha -dije, el soltó el humo por la boca y dejó caer el cigarrillo.

- Era solo una amiga -dijo. De seguro él creía que yo pensaba que él y Sasha eran más que amigos.

- Pero una amiga especial -aseguré. Él se quedó callado.

No me imagino como debe sentirse, perdió a su mejor amiga es cómo si Daryl perdiera a Carol. Él cambiaría, estoy segura. Escuchamos un pequeño ruido a nuestra derecha, Abraham se dio vuelta y sacó su pistola y apuntó a la persona que estaba al frente. Yo me di vuelta pero no saqué mi pistola.

- Tranquilos -dijo un hombre que levantaba las manos como si fuera inocente- Solo vine a darles un mensaje -dijo.

- ¿De quién? Y ¿Sobre qué? -pregunté amenazante.

- De Claudia -dijo. ¿Claudia?- Ella les manda un mensaje. Dijo que ya no quiere tener a ___(tn) -dijo, pero no dije que yo era ésa chica.

- ¿Porqué? -pregunté con rareza. Ella quiere matarme, no entiendo porque ya no quiere hacerlo.

- Porque una guerra se aproxima. . . va a haber una guerra contra su grupo, quiere matarlos para así no tener molestia para cuando la secuestre -dijo.

Abraham y yo nos quedamos atónitos. Cada vez ésa guerra está más cerca.

- ¿Cuándo será? -pregunté.

- Dentro de cuatro días. No pueden escapar nosotros los tenemos en la mira, y si intentan escapar. . . los matamos -respondió.

Me di vuelta y le di las espaldas. ¡Dios! ¿Cuatro días? Es muy pronto. No tenemos otra opción. No podemos escapar.

Vamos a tener que pelear en ésa guerra.

(...)

Abraham mató al hombre que nos dio ése mensaje y entonces regresamos a la escuela.

Ha pasado solo 1 día y todavía no llegábamos, no hemos parado ni hemos dormido. Cuando mis piernas comenzaron a fallarme, a lo lejos pude ver el pueblo. Abraham y yo nos sentimos aliviados. Mis piernas ya no aguantaban y el cansancio me mataba. Después de unas horas logramos por fin llegar al pueblo, ahora solo estamos a metros del colegio.

- ¿Tenías que matarlo? -pregunté cansada.

El sudor me recorría la frente y llevar armas y municiones en la espalda sin parar. . . es cansado. Abraham no me respondió así que no insistí. Por fin logré admirar la escuela que estaba al frente mío, sentía que iba a caerme en cualquier momento. Entramos y nos encontramos con Carol, ella al vernos vino corriendo a nosotras.

- Por fin regresaron -dijo-. ¿Rick no regresó con ustedes? -preguntó.

- No. . . ¿Porqué? -pregunté pero escuché un gritó de dolor de Melissa-. ¿Qué fue eso? -pregunté preocupada.

- Melissa. Está en trabajo de parto, Rick todavía no llega pero ella quiere esperarlo -contestó Carol. Estaba mareada, cansada, exhausta. . .

- Déjame hablar con . . . -dije pero sentí que mis ojos se cerraban y caía al suelo.

Vivir o morir, tu decides (Daryl Dixon y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora