Capítulo 14-Las cosas que Jota no se espera

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El viento fue lo único que se escuchó segundos después, el silbido de las ramas al balancearse. Todo se quedó de repente tan oscuro que apenas nos veíamos nosotros. Chad seguía ahí parado, a unos cuantos pasos de nosotros, al filo de la carretera si moverse y sin dejar de mirarnos con los ojos muy abiertos. Aria se deslizó hasta él y lo abrazó con fuerza.

-Dios mío-soltó mi hermana.

Sentí mi estomago revuelto, tenía nauseas y la cabeza no paraba de darme vueltas, en cualquier momento iba a potar descaradamente. Sentí mis propias uñas clavadas en las palmas de mis manos por la fuerza que ejercía de la propia tensión del ambiente. No podía moverme, tenía las piernas fijas al suelo, pero al mismo tiempo que me temblequeaban, hacía tanto frió que no supe por cual de las dos cosas temblaba. Los ojos comenzaron a dolerme y una lágrima se derramó por mi cara.

-¿Qué ha ocurrido?-pregunté como en una especie de estado de Shock. Claro que sabía lo que había pasado. Habían atropellado a un chico de diecisiete años delante de nuestras narices.

-¡Jackson!-Michelle intentó bajar a toda prisa y salir a la carretera. Pero el otro chico que había a su lado y que creo que se llamaba Max la cogió para que no hiciera semejante estupidez.

Me puse la mano en el pecho para intentar calmar los latidos de mi corazón que amenazaba con salir de mi pecho.

-¿Por qué no se ha detenido?-la voz se me quebró a la mitad de esta pregunta, la boca se me pegó al paladar y me quedé sin saliva.

Retrocedí unos pasos hasta que mi espalda dio con el tronco de un árbol y me dejé caer muy lentamente hasta que mi culo chocó contra el suelo.

-Alguien debería llamar a una ambulancia-dije tan suave que dudé que alguien pudiera haberme escuchado.

-¿Crees que sigue vivo?-inquirió Max. Al parecer en el silencio que todos habíamos formado se escucharon mis palabras.

-Puede que sí-añadió Chad en voz alta.-Voy a ver.

-¡No!-gritó Aria.-Puede ser peligroso.

-Tenemos que saber si está vivo-Chad dijo esto antes de correr hacia la oscura carretera y acercarse hasta el chico que estaba retorcido horriblemente sobre la calzada. Chad se arrodilló poniendo una mano sobre su boca como si aquella imagen le produjera nauseas. Desvié la mirada.

-Oiga-la voz de Aria sonó fuerte y clara.-Hola, oiga por favor, necesitamos ayuda, ha ocurrido un accidente.

Miré a mi hermana que estaba con su móvil en el oído, probablemente haciéndome caso y llamando a una ambulancia.

-Si, si, por favor, un accidente, han atropellado a un chico...., en la salida directa hacia Shoreline, por favor se lo suplico dense prisa....

Mi hermana cerró de un golpe el teléfono y comenzó a híper ventilar, me hubiera acercado a socorrerla de haber podido mover algún músculo. Quien se acercó fue Michelle que la abrazó con fuerza, bueno más bien se abrazaron mutuamente. En aquel momento se acercó de nuevo Chad muy a prisa.

-Creo que tiene pulso, pero no estoy seguro del todo.

-Vale, esperaremos a la ambulancia-propuso Aria, ya está de camino.

-No, todos no-en aquel momento Scott salió a la palestra. La verdad es que me había olvidado de aquel chico por completo dado que hacía varios minutos que no se le oía. Se arrodilló ante mí, bajo la mirada de todos y me habló.

-¿Estas bien?-tuve que mirar a su cara pese a no querer hacerlo.

-Acaban de atropellar a un chico frente a nosotros, ¿tú que crees?-ironicé.

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