The Brothers

Capítulo 50-Jake llega tarde como siempre

"Una hora antes de que Jared llegué al hotel"

-Oh, Dios-dije en cuanto terminé de echar la pota. Jess estaba muerta, muerta de verdad. Había tenido el presentimiento desde que vi esa sangre en la enredadera de que algo malo le había pasado, pero aquello confirmaba mis sospechas.- No ha sido por el accidente.

-Ven conmigo, ya no podemos estar aquí, pronto llegará el forense-Ethan tiró de mi brazo y me ayudó a volver a subir la ladera de aquella carretera.-¿Qué quieres decir con eso de que no ha sido por el accidente?

-Vamos Ethan, tú eres el policía, ¿no te parece raro?, la sangre coincide, en la enredadera de su habitación había mucha sangre y ahora de repente aparece muerta en esta ladera, dentro de su coche-dije sin poder evitar todo lo que pensaba.

-Estás sacando muchas conjeturas, puede que la chica tuviera un accidente ella sola al intentar escapar de su cuarto.

-¿Y ahora decide volver a la ciudad de repente y tiene un accidente y muere?-me sulfuré y le di un golpe al coche patrulla.

-Eh, tranquilo que el coche es nuevo-me señaló con el dedo.-Sí, está bien, no te voy a negar que es todo muy raro, pero debemos esperar al forense para que nos diga cual ha sido la causa de la muerte.

-Esperar ha sido probablemente la causa de que ella este muerta-le reproché indirectamente.

-La estábamos buscando, teníamos un dispositivo bastante amplio, no es culpa de nadie-contrapuso Ethan.

-Sabíamos que estaba herida y no hicimos nada-rebatí con un dolor inmenso en el pecho. Me sentía culpable y seguramente todos los demás también me señalarían del mismo modo.

-Eso no es cierto-disintió Ethan de nuevo.- Yo redoblé la búsqueda en cuanto mandé la sangre al laboratorio.

-¿Quién ha podido hacerle algo así?, ¿Por qué?-dije metiéndome de nuevo en el coche.

-Si tienes razón y no digo que la tengas-Ethan me siguió y se puso el cinturón de seguridad.-Puede que alguien haya querido vengarse de la muerte de Jackson.

-Pero Jackson fue asesinado también, tú lo dijiste-le recordé.

-Cierto, entonces se nos escapa algo-el chico arrancó el coche y salió de allí a toda prisa.- ¿Qué se me escapa?

Ethan condujo a toda prisa por la carretera principal de Redmond, hacia mi casa. Mientras él conducía pensando en lo que se acababa de preguntar, yo decidí sacar el móvil para avisar a Aria de lo que había pasado. A aquellas alturas debía de estar furiosa por haberla dejado plantada en la comisaría.

-¡Valla!-dije sorprendido.

-¿Qué?-preguntó Ethan.

-Tengo muchas llamada perdidas de Aria, voy a ver que quiere-dije a continuación. Luego pulsé el botón de llamada y hablé con ella.

-Aria lo siento mucho, tenía que haberte avisado...-comencé, luego ella me interrumpió.

-Eso ahora no importa, tienes que venir a casa, ha pasado algo, algo que debería de haberte contado antes, por favor, creo que Jared está en peligro-dijo en tono alarmante.

-¿Jared?-pregunté. En cuanto le nombré, Ethan se tensó a mi lado.-¿Qué ha ocurrido?, ¿Qué le ha sucedido a Jared?

-Te lo cuento cuando llegues, por favor date prisa-me rogó.

-Llego enseguida-después colgué con un nudo el la garganta y otro en el estómago.

-¿Qué ha pasado?-preguntó Ethan realmente preocupado.-¿Le ha pasado algo a tu hermano?

-No lo sé, al parecer sí, Aria no me ha querido contar por teléfono mucho más, por favor date prisa-le pedí. El chico pisó el pedal y el coche pasó rápidamente de los ciento cuarenta.

¿Cuándo se había convertido mi vida en una vorágine de malas noticias?, ¿Cuándo me iba a despertar de esta horrible pesadilla?, me pasé lo dedos por la frente para intentar calmar mi dolor de cabeza. El coche de policía aparcó en la acera de enfrente de mi casa y yo me bajé de un salto para reunirme con mi hermana que aún no había entrado en casa.

-¿Qué ocurre?, ¿Qué haces aquí?-le pregunté sobresaltado. Ella tenía la cara llena de rimel por haber estado llorando.- ¿Qué pasa con Jared?

-Me ha llamado, va a hacer algo horrible para ayudarte-me contó desolada.

-¿El qué?, por Dios, habla de una vez.

-No he querido entrar para que mamá no se entere de todo esto-comenzó.-Hace unos días, Thomas le propuso algo a Jared.

-¿Algo?-inquirí enarcando una ceja.

-Que se acostara con él-zanjó mi hermana de sopetón y haciendo que yo diera un paso hacia atrás horrorizado.

-¿A cambió de qué?-sentí como el odio por ese chico me llenaba las venas de rabia y coraje.

-Al parecer él sabe el paradero de Jess, iba a decírselo a Jota si este cedía.

-Dios mío-dije tapando el grito que tenía ganas de dar con la palma de mi mano. Ahora todo encajaba.

-¿Dónde está?-pregunté tirando de un brazo de mi hermana.

-En un hotel, en el centro, creo-respondió ella llorando aún más.

-Aria, Jess está muerta-solté de sopetón.- ¿Entiendes lo que te digo?, ¿Entiendes la gravedad del asunto?

-Ahhhh-gritó mi hermana por los dos, abrazándose a mí.-¿Cómo lo sabes?

-Acabo de ver su cuerpo-dije entre sollozos.-Pero lo importante es que Jota corre grave peligro con ese individuo.

Ethan corrió a grandes zancadas hasta nosotros después de estacionar el coche unos metros más abajo. Nos miró de aquella guisa y esperó.

-Le acabo de contar lo de Jess-anuncié.

-Acabo de caer el algo-habló Ethan haciendo que Aria y yo nos separásemos y le miráramos.- La muerte de Jackson, las pruebas en contra tuya, la carta y las fotos como pruebas penosas y falsas y ahora la muerte de Jess que era la única que podía testificar a favor tuya, creo que alguien quiere que tu cargues con la culpa, alguien muy tonto.

-No tan tonto-dije abatido.-Y esto no tiene nada que ver conmigo, toda esta patraña ha sido para obligar a Jared a ceder.

Miré a Aria y mi hermana asintió para hacerme saber que ella había comprendido mis palabras. Ella estaba verdaderamente asustada y yo acojonado del todo. Si Thomas había sido capaz de matar a dos personas para salirse con la suya, ese chico estaba mal de la cabeza y era capaz de todo.

-No entiendo nada-apostilló Ethan.- ¿Qué ocurre?, ¿Qué pasa con Jared?

-Trae de nuevo el coche, tenemos que ir a un sitio, te lo cuento por el camino, es muy largo-dije de nuevo.

Ethan asintió y caminó calle abajo corriendo despavorido y nosotros nos cogimos de la mano para darnos ánimos. Habíamos descubierto al autor de toda aquella pesadilla, pese a tenerlo enfrente de nuestras narices todo este tiempo, pero la pesadilla aún estaba por resolverse. Yo esperaba de todo corazón que de manera favorable para mi hermano, que se había metido en la boca del lobo sin saberlo y todo por mi culpa.

-Si le pasa algo no me lo voy a perdonar nunca-dije soltando un lágrima.

-No pasará nada-Aria me apretó de nuevo la mano fuertemente.-Todo saldrá bien.