Capítulo 56-Jared descubre la cara de la rubia

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-Pasad-les ordenó Thomas a Aria y Scott en cuanto estos asomaron la cabeza por la puerta.-Cerrad después.

Me puse mucho más nervioso y asustado en cuanto vi a aquellos dos chicos entrar y ponerse al acecho de Thomas, que enseñó la pistola que tenía en la mano derecha a modo de advertencia.

-¿Estas bien Jared?-preguntó Scott mirando en mi dirección. El chico parecía tan asustado como nosotros.

-Está muy bien-respondió Thomas en mi lugar. Yo asentí sin decir ni una palabra y Scott asintió conmigo.-Acercaos, desde ahí no vais a ver el espectáculo.

Thomas pulsó un botón de la tele y esta empezó a emitir un extraño video. La imagen mostraba la habitación de Thomas en San Diego. Solo el cuarto vacío desde la mesa donde tenía el ordenador. El portátil de Thomas estaba gravando.

-Levanta-el chico tiró de mí y me ayudó a incorporarme. Thomas hizo que Aria y Scott se detuvieran a una distancia prudente y luego todo miramos a la pantalla. Entremezclé el pánico que sentía con unas ganas de llorar tremendas. El chico comenzó a tocarme el brazo de arriba abajo y yo sentí un escalofrío tremendo. Aquello no iba a acabar bien.

De pronto en la pantalla del televisor comenzaron a aparecer nuevas imágenes. Thomas entrando en el cuarto, no se escuchaba nada, solo la imagen. Luego como si se tratara de una comedia entró en escena una Aria de hacia unos meses atrás. La chica le sonrió a Thomas en le video y luego los dos se enzarzaron en un apasionado beso. Giré la mirada para ver a mi hermana que estaba al lado de Scott lo más tensa que se puede estar y con los ojos apunto de llorar.

-Basta-gritó ella al ver mi expresión de desconcierto.

-¿Por qué?-rió Thomas amargamente.-Ahora viene lo mejor.

El video continuó circulando. Las ropas de los dos personajes de la película casera comenzaron a desnudarse, hasta que quedaron en cueros completamente. Yo desvié la mirada y contemplé como Scott avergonzado por lo que estaba viendo también bajaba la vista.

-Ya basta-supliqué.-Por favor.

-Ahora entras tú, cielo-me susurró. En aquel momento miré de nuevo a la pantalla y me vi a mi mismo irrumpiendo en aquel cuarto. Recordaba perfectamente lo sucedido, acababa de soñar con ello.

-Apágalo ya, por favor, ya es suficiente-pedí un poco más fuerte que antes.

El chico me hizo caso esta vez y apagó la imagen de la tele, yo me quedé petrificado por todo aquello. Tenía razón, Aria había sido la rubia con la que Thomas me había puesto los cuernos. Mi hermana.

-¿Por qué?-le pregunté a Aria en un tono fingido de enfado. Aquello ya no importaba tanto, quizás un mes antes me habría puesto furioso con ella, ahora solo tenía que protegerla y sabía lo que tenía que hacer.

-Jared yo...-comenzó mi hermana que se había tragado mi mentira. Bien. Eso era lo que yo quería.

-Déjalo, nada de lo que digas puede cambiar lo que acabo de ver, siempre has sido una guarra y eso no va a cambiar nunca. No quiero volver a verte.

Me giré para mirar a Thomas y pude ver en su cara de picardía que él también se había tragado mi comedía. Me acerqué con asco hasta él y le dediqué una mueca de disgusto.

-¿Lo ves cielo?, no mentía, ella es tan culpable como yo-la señaló y Aria maldijo por lo bajo.-No paró de zorrearme hasta que consiguió que cayera en su juego, ella provocó que nos separáramos.

-Eso no es cierto-gritó Aria.

Me giré y pude ver sus lágrimas corre por su cara. Estaba tan asustada y furiosa que las venas de sus sienes parecían que iban a estallar de un momento a otro.

-No quiero oírte más Aria, ya no te creo, márchate, no quiero verte más-le escupí con todo el odio del que fui capaz. Scott estaba ahí parado, quieto y anonadado, como si él no pintara nada en todo aquello y lo cierto es que no sabía lo que él chico hacía ahí.

-¿Eso quiere decir que me crees a mí, cielo?-dijo el chalado que tenía a mi lado apuntándome con un arma, mientras se acercaba un poco más a mí.

-Es mi hermana Thomas y sigo enfadado, pero sí, te creo y también entiendo lo que hiciste-le cogí la mano que no tenía el arma y se la apreté para llevarlo a mi terreno.

-Es una zorra-escupió Thomas de nuevo.-Siempre ha tenido envidia de ti, por que tú eres mejor que ella, incluso ha estado zorreando con el pobre imbécil de Scott, ellos tienen algo, cielo, lo que pasa que lo han estado ocultando, no soy yo el que miente.

-Estás totalmente loco-gritó Aria. Thomas la apuntó con la pistola y yo contuve un grito de horror dentro de mi garganta.

-Bésala-le ordenó a Scott.-Como lo has hecho hasta ahora, quiero que mi chico vea la clase de cerdos que sois, han estado jugando contigo pequeño Jared, ¡Bésala!

Scott dio un paso hacia Aria, amenazado por la pistola de Thomas, la cogió por el mentón y sin soltar una palabra le plantó un beso apasionado en la boca. Un minuto después se separaron con cara de asco.

-¿Lo ves?-inquirió el loco de nuevo.

-Sí, sois unos cerdos, marchaos, ¡ahora!, no quiero veros más-dije soltando una lágrima, luego me giré hacia Thomas y con un nudo en el estómago me abracé a su asqueroso pecho. El chico me rodeó al instante.

-Yo no quiero que se vayan, cielo, quiero que paguen por el daño que nos han hecho-Scott levantó la pistola y apuntó hacia los chicos. Entonces todo el miedo que sentía se convirtió en adrenalina y decepción, todo aquel numerito no había servido para nada, el chico no iba a dejar que se fueran sanos y salvos por mucho que yo lo pidiera. Cogí impulso y empujé su cuerpo con todas mis fuerzas. Thomas cayó de espaldas y la pistola salió volando en cuanto él liberó las manos para no caer en peso muerto al suelo. Me quedé paralizado un instante, luego las manos de Scott me cogieron de la cintura y tiraron aprisa de mi hacia la salida. Un tiro rebotó por encima de nuestras cabezas justo antes de atravesar la puerta hacia el pasillo.

-Vamos, tenemos que salir de aquí-apremió Scott dejando que Aria y yo fuéramos en primer lugar.

-No llegaremos hasta el final-dije yo deteniéndome en seco. Thomas ya había recuperado el arma y no tardaría en asomar por la puerta. No me equivoqué. El chico salió al pasillo tras nosotros a toda prisa.-Vamos, por aquí.

Torcí hacia un recodo y dejé el pasillo principal con la puerta del aparcamiento abierta fuera de nuestro alcance.

-Hijos de puta, os voy a matar a todos, cabrones-gritó Thomas.-No puedes hacerme esto Jared Murray, no lo voy a permitir, tú eres mío, cabronazo, mío, mío, mío.

Nos adentremos por el pasillo de la biblioteca con suma delicadeza antes de que un nuevo tiro rebotara sobre una de las fuentes de agua del anterior pasillo.

-Lo siento-le murmuré a los chicos sin parar de correr.-Lo de antes no iba en serio, solo quería que os marcharais para alejaros de ese loco.

-Sabía lo que intentabas hacer-replicó Scott.

-Yo no-contrapuso Aria.-Por un momento creí de verdad que estabas furioso conmigo.

-Oh, y lo estoy hermana, lo estoy, solo espero que salgamos con vida de esta-ronroneé.-Por que voy a matarte con mis propias manos-después reí.



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