Me temblaban las piernas, así que no sabía si el café era lo mejor en aquel momento, pero esperaba que al menos me calmara la pesadez y el frío que sentía en el estómago. Le pegué un sorbo al vaso de plástico y descubrí que no estaba tan malo como pensaba. Mi móvil empezó a sonar en aquel momento y me sobresalté. Me quedé sorprendido al ver que era Zoey quien aparecía en la pantalla de la Black Berry.
-¿Zoey?-inquirí sorprendido.
-"Jacob, solo quería preguntar si está bien Jared, hace horas que le dejé enfrente de ese hotel y le estoy llamando para ver como está pero no me lo coge"
-¿Tú le dejaste en el hotel?-pregunté sin saber si estaba enfadado o desconcertado, supongo que las dos cosas.
-"Sí, no tenía coche y me pidió que le dejara allí, Jake, se que debí decírtelo antes, pero él me pido que no lo hiciera, Jota iba..."
-Sí, se lo que ha hecho en ese hotel, y sí debiste decírmelo antes- le reproché.
-"Lo siento mucho"
-Zoey, Jared está desaparecido, creemos que lo tiene Thomas y que quiere hacerle daño, si es que, Dios no lo quiera, no se lo ha hecho ya-solté de sopetón.
-"Oh Dios mío"
-Ya le están buscado-hablé de nuevo.-Oye, ¿tú no habías hablado con Aria hace unos minutos?
-"Eh, no, si hubiera hablado con Aria, no te hubiera llamado a ti"-confirmó la chica.
-Sí, claro perdona, habré entendido mal, oye tengo que dejarte, pero te avisaré si hay novedades-luego sin saber de donde salieron mis palabras añadí.-Te quiero pequeñaja.
-"Eh..., vale, hasta luego"-soltó ella tan desconcertada, al parecer por mis palabras, como yo mismo.
Colgué el teléfono y me lo volví a guardar en el bolsillo del pantalón, dejé el vaso de plástico con la mitad del café sobre uno de los asientos de plástico y me dirigí a toda prisa hacia el baño para descubrir por que Aria me había mentido respecto a la llamada. Me adentré en un pequeño pasillo al fondo y allí encontré dos puertas. El baño de chicos, el de chicas y otra puerta que ponía "acceso restringido". Me puse delante de la puerta del de chicas y golpeé sobre la madera suavemente.
-¿Aria?-llamé. Esperé unos segundo y volví a golpear la puerta.- ¿Aria estás bien?
Esperé otro par de minutos y entonces desde debajo de la puerta empezó a salir lo que parecía humo, humo blanco y espeso. Entonces sin pensar en lo que podría encontrar dentro, giré el pomo y abrí con cuidado.
-¿Aria estás bien?, he llamado...-dentro todavía había mucho más de aquel humo blanco, solo que no era humo, era vapor de agua. Hacía calor ahí dentro, como si me estuviera adentrando en una sauna, empujé la puerta del todo y entonces descubrí de qué se trataba. Los chorros de agua salpicaban en los tres lavabazo simultáneos que había allí. Rápidamente abrí uno por uno los tres compartimentos de aseo que había dentro del cuarto de baño de las chicas, pero los tres estaban vacíos. Me giré de nuevo hacia los lavabos y entonces lo vi. Primero metí la mano bajó el chorro del agua y la saqué inmediatamente. El agua estaba hirviendo, de ahí todo aquel vapor que se había formado en aquel cuarto. Entonces levanté la vista y comprendí de qué iba todo aquello en cuanto volví a leer el mensaje escrito en el espejo del medio. "GIMNASIO DEL INSTI. DEPRISA. SIN RUIDO. ARIA." En aquel momento estaba totalmente convencido de quien había llamado a Aria y para que. Volví a repasar las letras, fijándome en cada palabra detenidamente. El pequeño dedo de Aria había esculpido exactamente todo lo que yo necesitaba saber. No me molesté en buscar a mi hermana más. Estaba convencido de que sin yo saber como, había logrado salir de allí. Luego miré la pequeña ventana que había en una esquina y entendí.
-¿No debería tener rejas esa ventana?-pregunté a nadie para aliviar mi frustración. Ahora en vez de un hermano en peligro tenía dos. Apagué los grifos a toda prisa y salí de allí corriendo. Golpeé el mostrador donde la recepcionista se encontraba segundos después. La mujer me miró como si yo estuviera loco.
-Necesito hablar con Ethan, es muy importante-le dije en cuanto terminó de mirarme de arriba abajo.
-El agente Carter está ocupado en este momento-soltó aquella mujer como si no supiera que es lo que pasaba. Por supuesto que lo sabía, lo que pasaba es que no le interesaba lo más mínimo.
-Sí, lo sé, con mis padres, pero esto es urgente, ¿no me ha oído?, es muy importante-insistí.
-Yo que tú me calmaría y me sentaría a esperar- me señaló los asientos de plástico donde todavía estaba mi café y después se quedó tan ancha, como si no me acabara de amenazar.
"A la mierda"-pensé. Luego cogí todo el coraje del que fui capaz y me dirigí a grandes zancadas hacia la puerta marrón que estaba cerrada enfrente de los asientos. La empujé con decisión y todos me miraron en cuanto crucé aquel umbral. Mi madre y mi padre estaban frente a la mesa de Ethan, ella lloraba y se abrazaba a mi padre, mientras me miraban con desconcierto. Había una chica rubia vestida con el uniforme de la policía a la que yo no había visto antes y un par de hombres también con el mismo uniforme frente a ella. Los tres miraban un mapa. Caminé hacia la mesa de Ethan justo cundo la recepcionista entraba a toda prisa tras de mí.
-Lo siento agente, le he dicho que no podía pasar-se disculpó la mujer.
-Jacob os he dicho que esperarais fuera-me riñó el agente con mala cara.-Gracias Wendell, ya me encargo yo.
Wendell sacó su feo culo a toda prisa de allí y pegó un portazo al hacerlo, yo suspiré y me apoyé en la mesa sin siquiera mirar a mis padres.
-Aria se ha ido-solté de sopetón.-Creo que ha recibido una llamada de Thomas y se ha escabullido por la ventana del baño, por cierto, ¿no debería esa ventana tener rejas?
-¿Cómo que se ha ido?-mi padre dio un bote en la silla y a continuación todos ya estaban de pie y mirándome.
Les conté lo de la llamada de Zoey y como Aria me había engañado para escabullirse hacia el baño y todo lo del mensaje.
-¿En el gimnasio?, ¿estás seguro?-preguntó Ethan mientras a toda prisa se ponía el cinturón de las armas.
-Sí, estoy seguro-dije sin pensar.
-Bien, vamos chicos, por probar no perdemos nada-les dijo a los otros agentes que había allí. Me extrañó que su compañero no estuviera por allí, pero luego supuse que había salido con la otra patrulla en busca de Jared.
-Ethan-le detuve sujetándole de un brazo.-Aria escribió sin ruido, creo que Thomas la amenazó de algún modo para que fuera ella sola y sin decírnoslo, no creo que sea buena idea que Thomas oiga las sirenas de poli.
Me quedé paralizado cuando el chico me miró furioso, al parecer que yo le diera órdenes de como debía hacer su trabajo no le había gustado para nada.
-Solo intento que nos les pase nada malo-concluí sin mucho ánimo.
Ethan suspiró fuertemente y luego se dirigió hacia la mujer rubia que había ahí.
-Kristen, vendrás conmigo-le dijo a la mujer rubia que se unió a él inmediatamente.-Sin hacer ruido-me dijo antes de marcharse.
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The Brothers
Ficção AdolescenteTres hermanos, un nuevo destino, un nuevo comienzo. Nada más lejos de la realidad. Los hermanos Murray llegan hasta Redmond (Washington) para comenzar una nueva vida. El popular Jared, la rarita Aria y el empollón de Jared creen que podrán empezar d...