Capitulo I-Perdonad, pero ha llegado Jacob

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-¿Qué os parece?-preguntó mamá por tercera vez desde que habíamos llegado hasta allí.

Me estiré en el porche, había estado durmiendo durante todo el viaje, a sí que era el primer contacto que tenía con la realidad de la mudanza. Di un paso y me introduje dentro de la casa tras todos los demás miembros de mi familia. El salón era lo primero que se veía al entrar. Aún estaba muy vacío ya que nuestras cosas no habían llegado aún, pero era grande, casi tan grande como nuestra familia. En el primer recodo del salón la escalera que daba a la parte superior. Luego una especie de pasillo ancho daba a la cocina y al bañó de abajo y tras la cocina un pequeño patio trasero con cuatro cuerdas destartaladas para tender la ropa.

-¿Espero que haya Wiffy?-pregunté apoyado en la escalera.

En aquel momento Aria y Jota salieron disparados hacia arriba como una flecha. Apenas tuve tiempo de reaccionar.

-¿He?-grité.-No, no, yo soy el hermano mayor, yo elijo primero.

Eché a correr escaleras arriba y pasé por delante de Aria a quien le alboroté el pelo al pasar. Pero Jota ya estaba acostado sobre la cama deshecha del cuarto del fondo.

-Es mía-anunció levantando una ceja.

-Ni hablar-me lacé sobre la cama y comencé a tirar de sus piernas para sacarlo fuera de mi cama.

La verdad era que no me importaba mucho la habitación, pero lo que me gustaba era hacer rabiar a mi hermano pequeño y aquello lo haría gritar y patalear durante un buen rato.

-Soy el mayor y necesito más espacio para mis cosas.

-Que seas un mueble no te da derecho a quedarte con la más grande-interpuso.- ¿Mamá?

Mamá apareció en la puerta como si supiese que era lo que iba a ocurrir. Tenía mala cara y las manos apoyadas en la cintura. Me miró y de inmediato le solté las piernas a mi hermano para que pudiera ponerse en pie.

-¿Jacob?

-No-contradije antes de que pudiera hablar.-No pienso ceder esta vez, el cuarto es mío.

Mi madre suspiró y me revolvió el rubio cabello al mismo tiempo que se dirigía hacia Jota.

-Peque, el cuarto que da al patio trasero también está muy bien y es más ventilado.

-Este también tiene ventana-repuso mi hermano sin dar su brazo a torcer.

-Jared, ve a guardar tus cosas en ese cuarto.

-Pero...

-Venga, por favor, ve y haz lo que te digo.

-Hablaré con papá-me amenazó al pasar por mi lado. Sabía que de no estar Holly en casa, Jota se habría salido con la suya, era el ojo derecho de mi padre, pero estando mamá, su voluntad era casi sagrada y ella me había otorgado aquel cuarto por lo que era mío.

-Los diecisiete son imposibles-me burlé.

-Tú tienes casi diecinueve y sigues siendo imposible-me regañó mi madre antes de sacar medio cuerpo fuera del cuarto.-Ah, arregla esto, no quiero discusiones el primer día.

-Mamá, ¿Qué pasa con el Wiffy?, tengo que hablar con Victoria.

-Acabamos de llegar, tendrás que esperar un poco-ella comenzó a caminar por el pasillo hacia el cuarto de Aria que ya estaba sacando sus cosas de la maleta.- ¿Qué tal cielo?-le preguntó.-Oye, por cierto, ¿Quién es Victoria?-inquirió de nuevo refiriéndose a mí.

Mi madre cogió un top demasiado corto de mi hermana y lo sostuvo en alto.

-Esto va a la basura.

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