El zumbido de la Black Berry me estaba sacando de quicio. Era la tercera vez que Victoria me llamaba aquella tarde y me estaba poniendo de los nervios. ¿Cuándo se da por enterada una chica de que se ha terminado?, ¿Cuántas veces más tendría que llamar sin recibir contestación para entenderlo?
Sabía el efecto que provocaba en las mujeres y eso me enorgullecía y me excitaba. Lo que no me enorgullecía tanto era que se engancharan a mí de tal modo que luego acabaran sufriendo, como sin duda estaría haciendo Victoria en aquel momento.
Sin embargo yo solo podía pensar en Jess, mi nueva vecinita sexy. Estaba encaprichado con ella desde hacía dos día y me estaba volviendo loco. Hoy no la había visto en todo el día, había desaparecido por arte de magia y por mucho que la había buscado lo más cerca que había estado aquel día de estar con ella era haber visto a su ignorante y patético novio.
Bueno, por lo menos el chico me había servido de algo, me había ayudado a entrar en el equipo de baloncesto del instituto. Me había acercado a él aquella misma mañana para averiguar por Jess y aproveché que había visto al chico con el uniforme del equipo para hacer que me consiguiera una prueba. No me costó más de diez minutos demostrar que era mucho mejor que muchos de los que había allí. Chad Lucas me había echo frente durante un momento, pero tuvo que reconocer al final que era bueno y auque fuera por mantener su orgullo de machito dominante, me dejó de suplente en el banquillo. De momento, sabía que era bueno, me sacaría a jugar de un momento a otro, de eso estaba más que seguro.
Bueno ya estaba en el equipo y desde ahí no me costaría mucho trabajo, trabajarme a todas las guapas animadoras. Eso pasaría después, por el momento estaba interesado en otra chica, otra que no sabía si era animadora, pero que estaba tan buena como una de ellas.
Me miré en el espejo y me atusé el cabello. Hacía ya un rato que Jota se había ido a dar una clase de apoyo a un capullo que jugaba en el equipo. Bueno un capullo con el que yo había congeniado muy bien. ¿Sería yo también un capullo?, no, seguro que no. Me cambié el jersey verde por uno azul, deteniéndole en mirar mis perfectos abdominales mientras lo hacia y los Jeans por un tejanos de color mostaza, y me dispuse a convencer a Aria de que me acompañara a tomar unas birras antes de la cena.
-¿Qué me dices?
Mi hermana deslizó la cara hacia un lado y he hizo una mueca con los labios. Si. Lo había logrado.
-¿Por que no?
Mi madre no estaba, ya que hoy tenía una entrevista en el Hospital para un nuevo puesto de enfermera, a si que cogimos el coche y salimos de allí pitando. Nos metimos en el primer bar que vimos y pedimos dos cervezas. Bueno yo las pedí, por que Aria todavía es menor.
-Voy a coger una mesa-dijo mi hermana antes de marcharse de allí a toda prisa.
La camarera me sonrió, cosa que no me sorprendió y me puso las bebidas. Pocos segundos después ya estábamos disfrutando de una tarde de hermanos como muchas otras.
-He conocido a alguien-me contó mi hermana. Le dí un trago a mi tercio de cerveza y me sepárate en la silla esperando que me lo contara.
-¿Y bien?
-Mi pilló espiándole por la ventana trasera, es el vecino de la calle de atrás-rió y yo reí con ella.-No, no, está bien, me lo encontré después y no le importó mucho, es más, creo que intentó ligar conmigo.
-El vecino, ¿he?
-Deja de reír, idio..., Oh mierda, no, no, Oh mierda, es él-dijo tapándose la cara con una mano.
Miré hacia la puerta instintivamente para ver como la comitiva del equipo del instituto entraba por la puerta. Puse mala cara, estaba claro que aunque me habían seleccionado, todavía no me habían convocado para jugar ya que no me habían avisado para el entrenamiento. Pero lo que más me sorprendió es que la comitiva de las animadoras siguió a aquellos chicos bar adentro y con la preciosa Jess encabezando a aquellas chicas.
No tardaron en percatarse de que estábamos allí, él primero que se acercó lentamente fue Chad.
-¿Chad?, ¿En serio?, ¿Chad es el vecino sexy?-pregunté por lo bajini.-Hola Chad.
-¿Qué hay, de nuevo?-dijo, mirando de reojo a mi preciosa hermana, me molestó que me ignorara de ese modo.-Oye, hay uno en la plantilla que no va a poder asistir a todos los entrenamiento, cosas de estudios y eso, a si que ya te pasaré el programa de entrenamientos.
-Claro-accedí molesto.
-Perdonad, pero, ¿Vosotros os conocéis?-inquirió el chico un poco defraudado.
-Es mi hermano-respondió incómodamente Aria.
-¿Tu hermano?-repitió el chico.-No me habían dicho que venían tres hermanos, pensé que solo venían dos.
Guardamos silencio durante un instante. Un silencio bastante incómodo.
-Perdonad, es que como ya conocí a tu otro hermano...
-Pues somos tres-respondí dando otro trago a mi birra.-Mellizos solo dos, debe ser esa la confusión.
El chico se quedó pensativo, pero suspiró aliviado. Entendí por que perfectamente.
-Si, entendería mal.
En aquel momento la preciosa Jess se separó de su novio y se unió a nosotros, dándole un golpe en el brazo a Chad a su llegada.
-¿Os conocéis?-preguntó la chica.-Ups, perdón por interrumpir, solo quería saludar.
-No pasa nada-dije con una sonrisa.
-Si-respondió Chad.-Jacob es el nuevo miembro del equipo y ella es su hermana, Aria, ¿verdad?, si Aria, Aria-dijo con falsa modestia, como si de verdad tuviera que hacer un esfuerzo por acordarse del nombre de mi hermana.
-Encantada Aria, soy Jess.
La chica le tendió una mano y mi hermana se lo devolvió con una sonrisa incómoda.
-Hola, ya he oído hablar de ti.
-Espero que todo bueno-la chica me miró de reojo y yo aparté la vista incómodamente. Los dos chicos se percataron de la tensión.
Durante un segundo más nadie habló, luego Jess rompió el silencio de nuevo.
-¿Por qué no nos acompañáis en la barra?-propuso la chica dando un salto de excitación.
-En realidad ya nos íbamos-replicó Aria dándome un pisotón.
-A mi me parece buena idea-le devolví el pisotón junto con una sonrisa de súplica.
Cuando creía que el día ya estaba perdido, había aparecido de nuevo la preciosa vecina para alegrármelo y ya no quería irme por ninguna razón.
-Solo un rato-pedí.
-Venga será divertido-insistió Chad.-Después de todo muy pronto tu hermano vendrá con nosotros hasta aquí a celebrar.
¿Me acababa de enchufar mi hermana en el equipo?, sacudí la cabeza, anonadado y me levanté de un salto.
-Solo un rato-accedió Aria al final.
ESTÁS LEYENDO
The Brothers
Genç KurguTres hermanos, un nuevo destino, un nuevo comienzo. Nada más lejos de la realidad. Los hermanos Murray llegan hasta Redmond (Washington) para comenzar una nueva vida. El popular Jared, la rarita Aria y el empollón de Jared creen que podrán empezar d...