Scott aparcó en la entra principal del hospital tras pasarse todo el camino en completo silencio. Me agarró una mano durante unos minutos y luego condujo lo más rápido que pudo. Salimos de la zona de consultas como balas y nos introdujimos en la zona de las urgencias. Aria se lanzó hacia el mostrador y dio un frío golpe en la mesa. En la sala había varias personas esperando a que las atendieran. Scott y yo nos quedamos atrás rojos de la vergüenza.
-Perdone, necesitamos información sobre una agente herida que ha llegado hace unos minutos a urgencias-dijo mi hermana si tapujos.
La mujer de la recepción se atusó la bata blanca y le echó una fría mirada de "debes esperar tu turno", sin embargo levantó un dedo y llamó a otra enfermera que pasaba por allí.
-Seguidme-ordenó la mujer, e inmediatamente las seguimos por un pasillo largo y frío y luego por otro pasillo más. En cuanto entramos por ese pasillo vi a Jake y a Ethan parados frente a una puerta de quirófano. La mujer los señaló y luego se marchó por otro pasillo contiguo. Sin saber por que y con la certeza de que Scott pondría mala cara, adelanté mi paso y me posé frente a Ethan.
-¿Cómo está?, ¿se sabe algo?-pregunté realmente preocupado. El chico me miró desconcertado y luego me echó una mirada que me culpabilizó de todo aquello de inmediato. Me lo merecía, en el fondo sabía que todo aquello era culpa mía.- Sé que es culpa mía, lo siento muchísimo, esto era lo último que quería que pasara.
Ethan levantó una mano y yo cerré los ojos con la certeza de que me daría un golpe en la cara, bien merecido, por cierto. Sin embargo lo que llegó fue una suave caricia me dio un escalofrío y me hizo sentirme demasiado cómodo pese a estar en público.
-¿Estás bien?-me preguntó en voz baja.
-Sí-contesté abriendo los ojos y viendo por primera vez en los ojos del chico algo de ternura hacia mí.-El que no está muy bien por lo que parece eres tú.
Jake se removió y se alejó de nosotros para sentarse en una silla del pasillo junto a Aria y Scott que como yo había predicho me ponía mala cara, intenté sacarme la cara de celos del chico de la cabeza y volví a mirar a Ethan.
-Estoy bien-replicó.-Es solo un rasguño.
-No creo que sea un rasguño-contradije mirando su brazo lleno de sangre.-¿Qué ha dicho el doctor respecto a tu compañera?
-Que está muy mal, acaban de meterla al quirófano-respondió abatido.
-Razón de más para que te vea un médico, estas operaciones suelen tardar un buen rato, no puedes seguir perdiendo sangre.
-No-dijo tajante, prefiero quedarme aquí.
-Sí-contrapuse yo.-Vamos, ahora mismo a que te curen ese brazo.
Él me miró con expresión divertida, como si el que yo le contradijera ya no le proporcionara irritación, si no que le hiciera gracia.
-No puedes darme órdenes-dijo muy lentamente y moviendo las pestañas a modo de distracción.
-Conozco mis derechos señor agente-dije levantando una ceja.- Estoy seguro de que puedo darle órdenes.
-Emmm-se quedó pensando un momento.
-Por favor-pedí.-Ya me siento demasiado culpable por lo de tu compañera, si yo no hubiera ido a esa estúpida cita nada de esto habría pasado, por favor deja que te curen.
-No eres culpable, ese chico estaba obsesionado contigo, de no haber pasado esto sabe Dios lo que hubiera echo en el futuro-me dijo.-Está bien, vamos, iré si tú me acompañas.
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The Brothers
Teen FictionTres hermanos, un nuevo destino, un nuevo comienzo. Nada más lejos de la realidad. Los hermanos Murray llegan hasta Redmond (Washington) para comenzar una nueva vida. El popular Jared, la rarita Aria y el empollón de Jared creen que podrán empezar d...