Capítulo 25-Hay cosas que jota no quiere ni saber

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"Ocho horas antes de la cita de Aria y Chad"

En la hora del almuerzo Aria, su amiga Michelle, su amigo Max, mi amiga Zoey y yo estábamos sentados en una mesa redonda al fondo de la sala. Yo no era la persona más sociable en aquel momento, pero ellos no habían querido dejarme de lado. Creo que aquello fue por la insistencia de Aria más que por mi amistad, pero aquello me dio igual.

-Chad me ha pedido salir-me dijo por lo bajini para que nadie más se enterara.

-Es perfecto para ti-le dije apretándole una mano. Ella estaba muy contenta y yo no tenía derecho de quitarle eso.

El timbre sonó poco después y cada una tiró para su clase, yo me arrimé a Zoey y ambos nos fuimos a Física donde nos tocaría un par de horas de fórmulas y más fórmulas. En cuanto entré pude ver como todos ya estaban colocados en sus sitios. Solo quedaban dos asientos libres, uno a cada lado de la mesa de Scott, que miraba al frente. Yo pasé primero y me puse junto a la ventana. Estaba claro que el chico lo había echo aposta, se había puesto en medio para que mi amiga y yo no pudiéramos hablar en toda la clase. "Genial", aparte de pesada, aquella iba a ser una clase aburrida. La clase ya estaba avanzada cuando un pedazo de papel rozó mi mano derecha.

¿Qué te ha pasado en la cara?

Miré alrededor y vi como Scott me miraba atentamente. Miré hacia abajo y escribí rápido y conciso.

¿Qué te importa?

Le pasé la nota y el chico la cogió al instante y la desdobló un segundo después, pude ver como una sonrisa se desplegaba en su cara. Volvió a escribir y a tocarme el brazo.

Todo lo tuyo me importa. Por cierto no has venido en toda la semana a darme clase, si sigues portándote mal voy a tener que hablar con la profe.

Aquello me irritó y me hizo que escribiera más rápido y conciso.

Vete a la mierda.

En cuanto el chico vio mis palabras volvió a reír, esta vez más fuerte. Me puse nervioso, ya que el profesor se había dado cuenta de su risa y ya caminaba hacia nosotros.

-¿Se puede saber que pasa?, ¿Qué es lo que llevas ahí Scott?-preguntó el profe enfadado.

-Una nota-Scott le enseñó el papel como si no le importara que lo hubiera descubierto, es más parecía que quería que lo hiciera. Su acción de después me lo confirmó. Él quería que el profe lo pillara.-Pero no es mía.

-¿Y de quien es?

Supe lo que iba a contestar antes de que abriera la boca, así me tensé en el asiento y esperé el golpe emocional.

-De Jared-confirmó.

-De Jared-repitió el profe como cansado, estaba más que claro que se había enterado igual que todos de los rumores.- ¿Y se puede saber que dice Jared en esa nota tan importante para que interrumpas mi clase con tus risas?

-¿Quiere que se la lea?-preguntó.

Aquello me daba lo mismo, ya que en la nota no decía nada importante de lo que tuviera que arrepentirme, solo le mandaba a la mierda y ya.

-Por favor-pidió el profesor.-A ver, ¿que es eso tan importante que tanto te entretiene?

Scott carraspeó la voz y luego habló con voz clara y alta.

-Scott, necesito hablar contigo, espero que esos estúpidos rumores no te hayan echo arrepentirte de lo que pasó entre nosotros, necesito que hablemos a solas, te necesito, te quiero, por favor contéstame.

Cuando terminó cerró la hoja, la arrugó y luego la escondió en su mochila, yo estaba al igual que todos, con la boca abierta por lo que acababa de pasar.

-Que bonita declaración, ahora mira hacia la pizarra y no vuelvas a interrumpir.

-No es cierto-grité ante todos dando un golpe en la mesa.- ¡Mentiroso!, profesor eso no es lo que pone en la nota, no es cierto.

El profeso se detuvo a medio camino mientras me miraba de arriba abajo por el escándalo que estaba formando.

-Dame la nota, ¡enséñala!-le ordené, el chico miraba hacia delante sin prestar atención a mis palabras.

-Basta, Jared, no voy a consentir este espectáculo en mi clase-dijo el profesor.-Scott y Jared, salgan al pasillo, los dos han perdido la clase.

-Pero yo no he hecho nada-protesté.-Se lo ha inventado todo.

Scott se levantó y recogió sus cosas para salir de allí a toda prisa.

-Jared, fuera de mi clase, ahora-repitió el profesor.

De mala gana, recogí mis cosas y me apresuré a obedecerle. En un par de minutos me aventuré al pasillo. Vi como Scott se alejaba a toda prisa y tirando mi mochila en medio del pasillo desierto, corrí tras él. En cuanto llegué hasta Scott, mis manos tomaron vida propia y le di un empujón.

-Que coño pasa contigo-le grité.- ¿Por qué has hecho eso?

Scott se dio la vuelta en un impulso y me acorraló contra la pared, con una mano sobre mi chaqueta. El chico era más alto que yo por lo que en aquel momento me intimidó un poco.

-No vuelvas a hacer eso, nunca...más-dijo con rabia. Mi corazón comenzó a ir a mil por hora. Estaba agitado debido a la correntiílla que me había metido para llegar hasta él.

-No te tengo miedo-mentí.- ¿Dime por que me has hecho eso?

Se acercó un poco más hasta mi oído y pude sentir su respiración en mi cuello. La última vez que lo había tenido tan cerca, las circunstancias no eran las mismas.

-Te lo mereces, por lo que hiciste-me susurró.

Le miré a los ojos, los cuales los tenía tan cerca de mi cara que parecían gigantes y le contesté igual de bajo.

-¿Qué es lo que te he echo yo a ti para que me odies de esta manera?-le señalé con el dedo índice, él chico cogió esa mano y me pegó a la pared apretándola tanto que tuve que jadear para que dejara de hacer tanta presión.

-Te advertí que no le dijeras a nadie lo que pasó en mi casa-me recordó.- Esto no ha hecho más que empezar, voy a convertir tu vida en un infierno.

-¿De que hablas?, me haces daño, por favor suéltame-el chico me soltó y se alejó un poco de mí.- ¿De que estás hablando?, fuiste tú quien lo contó a todos no yo.

-Ya te dije en el gimnasio que yo no se lo había dicho a nadie, tú le contaste a tu hermano.

-No-zanjé.-Yo a Jake no le dije nada. Esto es ridículo.

-No te creo-me acusó.

-Tú te has hecho más popular con esto y yo me he convertido en un paria, ¿de verdad crees que soy tan tonto?-le insté.-No he sido yo.

Scott suspiró sin saber si creerme o no.

-Mira mi cara-seguí.-Mi padre me ha castigado y hasta me golpeó por todos esos cochinos rumores, ¿crees que yo busqué esto?

-Ahí solo habíamos dos personas y yo estoy seguro de que no he dicho nada-continuó.-Si no has sido tú, entonces, ¿Quién?

En aquel momento otra persona llamó mi atención a la espalda de Scott, estaba muy cambiado pero le reconocí al instante. Se acercó y me miró.

-¿Thomas?-pregunté pasando por alto la pregunta de Scott.




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