Hacía ya como una hora que Aria se había marchado con Chad a su cita y yo me había acomodado en mi cuarto bajo las sábanas para ver una serie cómica que retransmitían antes de cenar. No podía prestarle atención a la tele pese a que las risas fingidas de la comedia me hacían que mirara hacia la tele. Estaba más atento a mis pensamientos y recordando como aquella mañana había corrido como un cobarde al encontrarme frente a frente de nuevo con Thomas.
-¿Quién es Thomas?-había preguntado Scott. Pero sin embargo yo no le había respondido ni una sola palabra. Me había cerciorando de que mis ojos no me mentían y había echado a correr en dirección a donde había dejado la mochila sin decir ni una palabra y ante la atenta mirada de aquellos dos chicos.
-Era él-me dije en cuanto las risas de la tele me hicieron volver a la realidad. Pero estaba tan cambiado, el pelo, la ropa, las gafas, incluso hasta la pose y lo forma de mirar parecían diferente. Pero él. ¿Qué hacía aquí?
Unos toquecitos en la puerta me distrajeron de nuevo y me hicieron que me girara hacia la puerta sacándome nuevamente de mis pensamientos.
-Jake, ¿Qué pasa?-le pregunté incómodo, habíamos limado asperezas pero aún estaba enfadado y no me apetecía mucho conversar con él en aquel momento, no después de lo que había pasado aquel día, no después de ver a Thomas en Redmond.
-Eh, creo que deberías bajar-dijo lentamente.
-¿Por qué?-pregunté incómodo.-Aún falta un poco para la cena.
-Scott está abajo, pregunta por ti, pero papá...
Me levanté de un salto y crucé la puerta antes de que mi hermano pudiera terminar la frase. Iba descalzo, pero no me importó, bajé a toda prisa y me encontré una estampa que por ninguna razón quería haber visto jamás.
Me padre estaba parado, sujetando la puerta y mi madre tras él con total expectación. Scott estaba al otro lado de la puerta. Ninguno de ellos me miró ni un segundo.
-Señor, se que está enfadado por lo que ha pasado, pero yo le prometo que no hice correr ese rumor-dijo Scott en ese momento.
-Tampoco te acostaste con mi hijo-le retó mi padre.
-Bueno, sí, pero eso...
-Es suficiente-mi padre intentó cerrar la puerta pero Scott empujó de nuevo hacia dentro y no dejó que aquello pasara.
-Es importante señor, tengo que hablar con Jared, de no ser así no me habría atrevido a venir aquí-dijo ante el enfado de mi padre.
Bajé un escalón más y me pregunté que tan importante era lo que me tenía que decir para que estuviera haciendo todo aquello y se hubiera atrevido a llamar a mi puerta.
-¿Qué es lo que pasa Scott?
En aquel momento todos se percataron de mi presencia y mi padre puso mala cara.
-Sube a tu cuarto Jared-ordenó, pero y no le hice ningún caso.
-Tengo que hablar contigo, es importante.
-¿No puedes esperar hasta el lunes?-bajé otro escalón más y me puse junto a mi madre, mirando sobre el hombro de mi padre.
-Es muy importante-repitió.
-Creí haberte dicho que te fueras a tu cuarto-mi padre se volvió y me miró con el mismo enfado que el de ayer.
-Papá deja que hablemos-le pedí.
-No. No quiero que veas a este chico nunca más y estás castigado.
-Él y yo estamos juntos-mentí. Pero era lo único que se me ocurrió en aquel momento. A Scott parecían salírsele los ojos de las orbitas.-No hay nada que tú puedas hacer para impedir que nos veamos. Por favor, deja que hablemos.
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The Brothers
Fiksi RemajaTres hermanos, un nuevo destino, un nuevo comienzo. Nada más lejos de la realidad. Los hermanos Murray llegan hasta Redmond (Washington) para comenzar una nueva vida. El popular Jared, la rarita Aria y el empollón de Jared creen que podrán empezar d...