Que calor hacía, era sábado y hacía una calor insoportable.
Me quité mi pijama de entretiempo y me puse mis mini shorts y una camiseta estrecha con gran escote.
Muy atrevida pero para estar por casa perfecta.
Me pasé toda la mañana estudiando.
Yo soy bastante estudiosa me gusta sacar buenas notas.
Antes de comer, mi madre me mandó tender la ropa en el balcón de mi habitación.
Mientras tendía la ropa noté que el móvil me vibraba en el bolsillo, lo cogí.
Tenia un mensaje de Pablo Castillo el corazón se me aceleró.
Pablo Castillo:
13:45 Te veo.Esme Pérez:
13:45 ¿Cómo?Pablo Castillo:
13:46 Que te veo.Entonces caí, su habitación estaba junto enfrente de la mía y su balcón daba con el mío.
Sentí vergüenza él me veía yo a él no.
Esme Pérez:
13:47 Asómate dulce princesa👸🏼Entonces salió.
Sin camiseta, dios, estaba mejor de lo que pensaba.
Tenía una tableta perfectamente marcada.
Nos sonreímos y me saludó como las princesas.
Pablo Castillo:
13:50 Que mal tiendes la ropa, de verdad.Esme Pérez:
13:50 Que mal haces de princesa, de verdad.Pablo Castillo:
13:51 Quedas esta tarde?Y si lo haces, no te cambies, vete así vestida.Al leer el mensaje me ruboricé, no me acordaba que iba con eso que llevaba puesto que no se le podía llamar ropa.
Esme Pérez:
13:52 Tus ganas, suerte que me has visto ya así.Lo siento, princesita, no puedo tengo mucho que estudiar.Pablo Castillo:
13:52 A ver estudiado ayer en vez de salir con el chulo ese.Esme Pérez:
13:52 Es mi amigo, se llama Joan, nada más.Pablo Castillo:
13:53 Lo sé, solo tienes ojos para tú princesita.Seguía con en su balcón mirándome con una sonrisa.
¿Perdona?¿Este quién se cree qué es?
Cogí las pinzas y entré a mi habitación.
No le contesté.
Estuve el resto de la tarde estudiando.
Pero poco estudié.
No paraba de pensar en como había cambiado mi vida este mes.