26ºCapítulo

5 0 0
                                    

Al llegar a casa de Sandra, fue Sergio quién nos abrió y pude ver que cuándo le presente a Miquel los dos pusieron muy buena cara.

Una vez dentro, estaba Sandra tumbada bocabajo en el sofá tapándose la cara con la cabeza, se oían sollozos  y Rocío le acariciaba el pelo.

Ángela y yo fuimos corriendo a donde estaban.

—¿Qué te pasa cielo?—le preguntamos al unísono.

—Chicas, mejor vamos a dejar que se tranquilice.Yo os lo cuento, ha visto a Gonzalo con su nueva novia...—nos contestó Rocío por ella.

Ángela y yo nos miramos y soltamos: "Imbécil".

Sandra entonces levantó la cabeza.

Tenía toda la cara llena de rimel y lágrimas y había dejado la almohada en la que estaba apoyada manchada.

—Me-me decía que me quería y que me iba a esperar, tenía la esperanza de que dejara a esa zorra—tenía la voz entrecortada.

—Mira, si te quiere no estaría con otra y si lo está, es para olvidarse de ti—dijo Ángela.

—Mi amor, sabes lo que te digo, yo creo que tiene miedo a que le vuelvas a hacer lo mismo, ósea volver a dejarle si volvéis, yo hablé con él cuándo le dejaste y estaba echo polvo.Yo creo que esta con ella para olvidarse de ti, así que mientras a ti te intenta olvidar, a ella le intenta querer.Tiempo al tiempo el destino dirá como acaba lo vuestro pero mientras no te deprimas más, que eso es lo que quiere la zorra esa.Venga sonríe y vamos a darlo todo en la pista.—soné con voz tranquilizadora.

—Chicas, gracias, enserio, pero prefiero quedarme aquí en casa, solo quiero llorar sola.

Y así lo hicimos, nos fuimos todos y la dejamos sola.

Me sentí fatal por ella, lo que le dije no sirvió de nada.

Miquel y Sergio se notó que se gustaron.

Ángela y yo al llegar a la discomóvil le contamos mi idea a Sergio, Miquel y Rocío a todos le pareció bien, bueno, a Miquel no tanto, ya que quería estar toda la noche con el estiloso morenazo.

Mi idea era que Sergio y Ángela
bailaran para poner celoso a Joan, y así lo hicieron.

Yo fui en busca de Joan.

Cuándo fui donde antes estaban bailando mi prima y él, me di cuenta que ya no estaban juntos.

Estaban solo mi prima, Alicia y Jorge.

Me acerqué a ellos.

—Chicos, ¿Joan no estaba con vosotros?—les pregunté.

—Sí, pero se ha ido hace un rato por allí—me dijo Jorge señalando a un grupo de amigos.

Era el grupo de amigos de Joan, no me caían nada bien, eran todos los típicos chulitos prepotentes y barriobajeros.

Eran unos auténticos malotes, todo el mundo les tenía miedo.

Intenté no acercarme mucho a ellos pero aún así me vieron.

—Ey tíos, mirar, la amiguita de Joan—gritó uno de los más grandotes que no me acordaba de su nombre.

—Es verdad, a esa se la tira todos los viernes, aunque diga que no—dijo un tal Iván que apenas conocía pero iba a mi mismo instituto.

—¡Eh tíos, parar ya!Dejarla solo es la mejor amiga de Joan—les gritó viniendo hacía mí, Alex, el mejor amigo de Joan.

Ese chico siempre me intimidaba con la mirada, era una copia de Joan, se intentaba parecer a Joan pero no era más guapo.

Como Joan tenía los brazos llenos de tatuajes, muy rubio con unos ojos azules enormes.

—Hola Esme—me saludó con dos besos en la mejilla—.¿Buscas a Joan?

—Sí, ¿dónde está?—le pregunté.

—Se ha ido a su casa, pero no tardará en venir, espérate aquí conmigo si quieres—me contestó simpáticamente.

Ese chico es muy simpático igual que mi mejor amigo.

—Vale.

—¿Quieres?—me preguntó mostrándome el vaso que tenía en la mano.

—No, gracias, ya he bebido bastante por hoy—dije riéndome.

—¡Te he dicho mil veces que no lo intentes con ella!—vino Joan por detrás y le dio un empujón a su amigo.
—Tío, que no, que te estaba buscando y aquellos han empezado a decir que es la tía que te tiras y eso, y yo la he sacado de allí—dijo asustado señalando donde estaban todo su grupo de amigos.

—Más te vale, sino verás.Esos se va a enterar—dijo Joan cabreado.

—Joan, relájate, no ha intentado nada solo hemos hablado y ya está, y me da igual lo que digan esos, la verdad.Ahora ven conmigo que tenemos que hablar.Adiós Alex—dije a este último dándole dos besos.

Fuimos en dirección dónde estaban Sergio y Ángela aposta.

—¿Qué?¿Mi prima qué?—le pregunté.

—¿Tu prima?Ah, pues hemos bailado y nada más.Ya sabes las chicas difíciles no me gustan y además no le interesaba.Solo bailaba conmigo para poner celoso al larguirucho ese—dijo refiriéndose a Sebas.

—Joan, cariñet, no es que no te gusten las chicas difíciles si no que no te molestas en intentarlo, vas a lo fácil.¿No fastidies que a mi prima le ha gustado Sebas?—dije riéndome.

Por cierto, Sebas había desaparecido, no lo vimos en toda la noche desde que deje de hablar con él.

—Siempre estás igual, de verdad.Y sí le ha gustado ese—dijo suspirando.—¿Y esos dos que hacen bailando?—me preguntó señalando hacía Ángela y Sergio.

Joan como cuando se enfadaba, los miraba furioso, apretaba los puños y tenía la mandíbula tensa.

Los dos reían animadamente y Sergio hacía bastante bien de hetero.

Además va a baile y baila genial.

—Qué bien, parece qué se están gustando—dije sonriente.—Me encanta ese chico para mi Ángela.

—Pues a mí no.Ya nos vemos el viernes, adiós—se fue cabreado.

Me sentí mal pero se lo merecía.

Ángela vio todo de reojo y vino corriendo hacía mí.

—¿Se ha enfadado?—me preguntó sonriendo.

—¿Tú qué crees?

—¡Toma, que se joda!

El mundo de color EsmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora