1ºCapítulo

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Ya podía sentir los nervios y un cosquilleo en la barriga.

Mi primer día de instituto y mi último año.

¿Volvería a ser todo como el anterior año?Esperaba que no.

Bueno ya no tendría que ver a ciertas personas este año.

Empezaba cuarto de la ESO.

Recuerdo que esa noche a penas dormí.Al día siguiente me levanté tres horas antes.De esas tres horas, dos estaba pensando en que ponerme.
Al final me decidí por mi camiseta favorita blanca, unos vaqueros desgastados cortos, y mis converse blancas.

Tardé tres minutos en llegar.
Allí estaban mis compañeros de clase.
Lo primero que hice fue abrazar a mi gran amiga Ángela allí estaba con esa sonrisa de siempre.Llevaba puesta una camisa blanca, con unos pantalones negros que le quedaban de lujo y unas sandalias.Como todo lo que se ponía le quedaba bien.Ángela es una chica bastante guapa, lo dice la lista de sus admiradores, con sus pequitas en la cara, unos grandes ojos verdes y unas largas piernas que cualquiera se perdía en ellas.

Siempre la he envidiado, puede comer lo que quiera que ella mantiene su cuerpo delgado.Pero a ella no le gusta su cuerpo, es más esta obsesionada por engordar y tener un buen trasero.
Cosa que a mi me sobra.
Es la persona más simpática que conozco, eso si tiene de antipática lo de no enfadona.Es una enfadica.La quiero un montón.

Luego fui saludando poco a poco a mis compañeros, con ninguno me llevo mal del todo.Pero si que sé que a Diana no le caigo bien, es normal, es la mejor amiga de mi peor amiga, Ana.
Me miraba con cara de repulsión. Ángela siempre me decía que porque me tenía envidia pero yo sé bien que es por todo lo que le hice a Ana.Pero bueno pasado pisado, Ana ya no estaba.

De repente escuché:

-¡Esme anda que saludas!

Y ahí estaba mi grupo de amigas,
Las Serdis.
Sí de cerdas, serdis.
Nos llamábamos así unas a las otras de broma.Todos los que pasaban una tarde con nosotras acababan llamándonos así, y al final todo el pueblo.

Estaban como siempre bien guapas y bien vestidas.

Laura, que solían decir que nos parecíamos y los profesores nos confundían, con su pelo ondulado y largo que le llegaba hasta el culo, toda chica quiere su pelo.

María, esa chica es la más payasa que conozco y su melena larga y rizada alocada, sus vans y su ropa de marca.

Irene con sus preciosos ojos azules y como siempre a pesar de pasarse todo el verano tomando el sol, con su piel blanquita.

Sandra mi mejor amiga junto a Ángela y digamos que ella era la más cambiada que estaba, estaba más delgada.Desde que tenía novio está obsesionada con adelgazar.

Y por último, Rocío que es con la que menos relación tengo. Una chica a simple vista muy sencilla.

Las Serdis.

Formamos el grupo el año pasado.
A Ángela, a Sandra y a Rocío las conozco desde el colegio, a las demás las conocí el primer año de instituto.
Vamos todas a la misma clase menos Rocío que ha repetido.
Yo nunca me había sentido perteneciente a este grupo, como en ninguna cosa.
Después de todas las peleas que habíamos tenido, no las consideraba buenas amigas salvo a Ángela y a Sandra, pero me fui dando cuenta más adelante que me equivocaba.
Eramos de las más conocidas de mi pueblo, como muchos dicen de las más populares.
Muchas chicas nos envidiaban y a la vez nos odiaban, conocíamos a mucha gente y los que no lo hacían querían hacerlo, muchos chicos querían quedar con nosotras y más cosas, que a mí no me importaban pero a las demás sí.

Entramos todas juntas al instituto.

Otro curso, otra etapa.

Vuelta a la rutina.

Y todas sé que nos preguntábamos si este año sería distinto y si nos uniríamos más o este año nos separaríamos ya que lo estuvimos apunto el año pasado.

Pero no nos podíamos imaginar el año que nos esperaba.

El mundo de color EsmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora