PARTE DOCE

773 106 21
                                    

—Madre santísima, que globo tan más bonito. Hijo, ¿Quién te lo trajo?

Su enfermera favorita había entrado en la habitación empujando el carrito de la comida, él seguía recostado viendo la repetición de un programa de concursos. Al verla, se levantó despacio y se acercó a ella.

—El joven al que le salvé la vida.

La enfermera lo miró sorprendida para después reír.

—¿Me estas diciendo que ese chico vino personalmente a dejarte ése detalle? Me quedo fría.

Y volvió a soltar una risa.

—No sólo eso, sino que también me compró ropa, la que esta en el sillón y me llevó a cenar.

Le sonrió con picardía esperando ver su reacción, ella se puso seria y comenzó a inspeccionar su rostro.

—Muchacho, estás sonrojado.

Lo tomó de la mano y lo sentó en la cama junto a ella. Seguía mirándolo.

—Te gustó —afirmó.

Ravi le sonrió más dejando ver todos sus dientes.
La enfermera tenía la frente arrugada y la boca en una línea sin forma. Los ojos se le entristecieron.

—¿Qué pasa? —la felicidad de su rostro se esfumó, algo ocurría y ella no quería decírselo.

Apretó su mano y suspiró.

—No creí que tuvieras esos gustos hijo, pero el corazón manda. Me preocupa que el impulso que provoca el amor te lleve a un lugar oscuro. ¿Él siente lo mismo?

—No lo sé, ayer platicamos toda la noche sobre cosas sin importancia, nos la pasamos bien, de eso estoy seguro. Hoy se despidió prometiendo una nueva reunión en la noche y dejó eso —señaló el globo que flotaba, ambos lo vieron un segundo.

—El amor nace cuando menos los esperas.

Ravi suspiró.

—Pero tienes razón, es ilógico pensar en un "nosotros" cuando aún no sé que piensa él. La doctora que nos atendía me dijo que sólo se estaba portando amable y creo que sí lo hace.

Se imaginó la posibilidad de que Taek Woon le pidiera salir con él de una manera mas romántica... "¿qué idioteces piensas Ravi?".

—Hijo, tienes un 50-50 de posibilidad de que también le gustes o que precisamente sólo se comporte amable contigo. Es difícil pensar si la otra persona siente lo mismo que tu, pero nada te cuesta intentarlo. ¡YOLO!

Se levantó junto con él y le dio un muy fuerte abrazo que le dolió a Ravi en todo, su aún, adolorido cuerpo.

—Espera muchacho, imagina que también le gustaste, salen y se conocen más para que al final terminen enamorándose y casándose... de un accidente dos jóvenes y bellas almas se conocen y forman un amor soñado... awwww.

Ella misma hablaba sin hacer caso de los ruegos de Ravi por que lo soltara, ésta vez el brazo sí se le rompería de verdad.

La tarde avanzó y decidió ponerse algo de la ropa nueva. Pensó todo el día en probar si se atrevería a confesarse... o al menos a mostrarle su interés por él. Si no era recíproco haría de él un sin fin de tristeza, pero si le correspondía... "Olvídalo, eso no pasará ".

Se cambió vistiendo una camisa blanca con un suéter gris y pantalones de vestir negros.

"Si te vas a caer de tu tonta nube, al menos hazlo con estilo".

La puerta de su cuarto se abrió dejando pasar a un hombre de mediana edad y vestido con la clásica bata blanca, traía en la mano el expediente de Ravi.

—Buenas tardes joven. Soy el doctor Seungho y estoy remplazando a la doctora Choa por órdenes de la familia Jung. Mucho gusto.

El hombre levantó el rostro para mirarlo, lo inspeccionó con la mirada y le pidió que se sentara en la cama para revisarlo. Le midió la presión y con la ayuda de una enfermera novata, le quitaron las vendas de la cabeza.

—Su herida va muy bien, esta cerrando correctamente. ¿Ha experimentado mareos o dolores de cabeza?

—No doc, sólo comezón en las puntadas.

—Es normal, es parte de la cicatrización.

Sentía que le limpiaba pasando un algodón húmedo para después volver a poner el vendaje. Revisó sus ojos y le probó la coordinación de sus extremidades.

Le quitó la férula y se fijó en el brazo, la hinchazón había desaparecido pero le seguía doliendo si trataba de alzarlo. Le apretó algunos puntos del hombro para verificar si estaba bien colocado ya que se había dislocado únicamente. Le acomodó la férula correctamente otra vez.

Parecía que todo estaba bien.

—Quiero que mañana baje al laboratorio para practicarle un electroencefalograma, ya está programado así que lo esperan a las 9 am. No lo olvide. Descanse y procure no agitarse mucho.

Se despidió y salió dejándolo en la silenciosa habitación.

"Agitarse" pensó.

Se recostó pensando en su recuperación y en todas éstas atenciones por sus heridas. Conoció a Taek Woon por casualidad, un accidente que hacía que las personas lo trataran con cuidado, la enfermera, el doctor y Taek... una vez que se recupere todos desaparecerán y el calor que hay aquí se irá y dejará pasar el frío que ha sentido toda su vida, el vacío.

"No te acostumbres".

Pero era difícil, le gustaba y se estaba adaptando, podría olvidarse de su vida pasada y comenzar algo nuevo... se rió el solo al pensar eso. "¿Y tus deudas, tus amigos y tus adicciones?".

Consumía metanfetaminas inyectadas en la ingke, su dosis era pequeña pero constante, estos días sin consumir le provocaron tener hambre y mas sueño. Sabía que su dependencia era poca pero aún así le encantaba consumir, le seria difícil dejarlo del todo y por ese motivo lo llevó a meterse en situaciones de las cuales aún no puede salir. Su futuro se veía atado a una infinita posibilidad de que ese presente y parte del pasado arruinaran lo que quisiera para él más adelante.

 Su futuro se veía atado a una infinita posibilidad de que ese presente y parte del pasado arruinaran lo que quisiera para él más adelante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
TORTURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora