PARTE VEINTIOCHO

630 88 10
                                    

-He decidido comenzar de nuevo, bueno, solo lo he pensado por que aún no planeo nada. 

Hyuk se quedo pensativo ante lo que decía, le gustaba que confiara tanto en él.

-¿No entiendo a qué te refieres con comenzar de nuevo?¿Qué te está impulsando a hacerlo?

Se terminaron toda la comida pero continuaban bebiendo.

-Hay una razón muy poderosa para hacerlo y es que...  conocí a alguien.

Ravi se sintió inseguro de confesarle esa parte ya que sabia perfectamente que el chico estaba enamorado de él, solo esperaba que lo tomara con madurez ante todos los años que habían sido amigos

-¿El afortunado es ese tal Taek Woon?

-No puedo mentirte, solo que por favor no le digas a nadie, confío en ti.

-Seré una tumba pero ¿De donde lo conoces? para serte sincero, no se ve de nuestro mundo.

A Hyuk sí le dolía el echo de saber que Ravi estaba enamorado de alguien más, él siempre deseó que lo viera no solo como un niño con el que a veces se acostaba para pagar lo que consumía en la tienda de su padre, si no en un hombre que podía hacerlo feliz en todos los aspectos.

-En el hospital mientras estuve internado, de echo ya te había dicho, lo salve de que tuviera las mismas heridas que yo y como agradecimiento me invitó a cenar y ahí fue cuando nos conocimos. Tal vez te suene a locura pero fue amor a primera vista, solo que ahora no tengo la cara para verlo, estoy avergonzado por escaparme del hospital sin siquiera avisarle y como bien viste, andaba buscándome. Fuí muy idiota.

-¿Él siente lo mismo que por ti?

-Antes de que huyera, acordamos iniciar algo. Además no estaría metiéndose en éste asqueroso barrio solo para encontrar a alguien que no le interesa.

Ravi se sintió ansioso, intranquilo. Hablar de Taek lo ponía triste, extrañaba verlo, pero no quería que se enterara de la clase de hombre que era.

-¿Y por que no simplemente vas al hospital y pides que te den su dirección?

-Se que va a la universidad privada que está aquí cruzando la avenida.

-Más razones para ir a verlo. Mira, si en verdad estas enamorado de él y quieres estar a su lado, solo ve y búscalo, hablen y sean felices.

-No es tan fácil, él es un chico rico, yo solo una porquería.

-¡Hey! no te digas así, si también te quiere va a aceptar toda la porquería que eres... ahh no, ya comprendo lo que intentas decir. Ahora entiendo a qué te refieres con comenzar de nuevo. ¿Éste Taek Woon no sabe de donde vienes?

-No, nada. Hablábamos solo de cosas triviales, nada más profundo. Por eso tengo miedo.

-Te ayudaré en todo lo que me pidas pero siempre y cuando me pagues como mejor me gusta.

Ravi se rió con una carcajada que lleno de color su rostro.

-Por eso huí de mi casa, N quería que nos volviéramos a acostar y al negarme peleamos y heme aquí.

-¿Sigues haciendo eso con N? Yo creí que sólo habían quedado como amigos.

Otro pequeño golpe a su corazón.

-No cariño, desde que terminó conmigo, no nos hemos vuelto a acostar, además desde que conocí a Taek, mis pensamientos están vueltos locos por él. Ya no deseo tener nada con el líder, jamás me di cuenta pero N me hizo mucho daño.

-Si, fuiste bastante tonto. Hasta yo me di cuenta de lo malvado que era y tu sólo te veías totalmente cegado por tu amor hacia él. Me daba náuseas saber que permitías todo ese abuso.

Ravi se tomo el sobrante de soju en su vaso

-Sí, lo sé. Fui realmente un pendejo.

-Huir de él solo lo hará querer hacerte mas daño y lo conseguirá. 

-Por eso quiero renovar mi vida. Quiero estar con Taek.

El alcohol ya estaba haciendo efecto, por lo que ambos decidieron ir a dormir ya que Hyuk tenía que abrir temprano la tienda y Ravi comenzar su nueva vida.

Se durmieron en la misma cama donde el más joven le pidió que se acostaran abrazados ya que sabía que sería la ultima vez que lo harían. Le encantó oler durante toda la noche la piel de Ravi quien roncaba sonoramente.



"Los sueños no son presagios, ninguno se ha echo totalmente realidad. Sigue tu vida, al menos mereces estar tranquilo." 

Ravi se despertó temprano para inyectarse la ultima dosis que le quedaba en la bolsa delantera de su chamarra, los días cada vez eran más pesados e inaguantables. Al menos con eso su mente se relajaba, pero necesitaría conseguir mas.

Esa mañana, antes de irse, Hyuk le permitió bañarse y ponerse algo de ropa limpia de su hermano mayor. Se sintió extraño con el pantalón de mezclilla clara, la camisa azul cielo y el suéter café ya que eran una talla más chica que la de él, también le quitó el viejo vendaje y le limpio y curó lo mejor que pudo la horrible herida de la cabeza. Su hombro ya estaba sano.

Caminó sin prisa hasta su casa no sin antes marcarle a Ken y preguntarle si se encontraba bien, no quería volver a perderlo de vista.

Por fuera de su casa no se escuchaba ningún ruido que delatara la presencia de alguien dentro. Se metió e inspecciono la sala y la única recamara donde no encontró a nadie "Me alegro que te hayas largado maldito", solo entonces se tumbó en el mullido sillón para descansar.

Tocaban a la puerta.

Se levantó con un odio profundo hacia la persona que lo había interrumpido de por fin estar tranquilo en su casa. Abrió con rapidez la puerta para encontrarse al bonito niño rico amigo de Taek Woon, aquel que le había llevado esas bolsas de ropa carisima solo para que tuviera una cena de agradecimiento.

-Hola Won Sik, Leo quiere verte.


TORTURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora