PAUSA

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La mayor ruina de un hombre es perder la libertad.

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Regresaron a la casa totalmente mojados. Se pasaron lo que sobraba de luz natural en la playa jugando en el mar, lanzándose arena y persiguiéndose mientras competían por ver quien lograba nadar más lejos.

Se metieron exhaustos hasta la regadera donde se bañaron juntos. Las risas siguieron inundando sus oídos mientras ninguno de los dos podía creer que estuvieran juntos ahí.

Ravi enjabonaba el cuerpo de su chico de forma lenta, tocaba despacio cada curva de esa figura. Le acarició el pene y su entrada muchas veces a las que el otro solo le hacían ponerse más rojo.

Leo también lavaba a Won Sik pero prefería más besarlo mientras las ganas incompletas los atacaban. El agua caliente hacia más relajante y estimulante el momento.

Ravi comenzó a masturbar a su novio, el ya estaba más que erecto y no sería mal momento para comenzar.

La rosada y estrecha entrada de Taek ya estaba preparada, podía meter dos dedos son problemas.

-Volteate. -Le ordenó con esa profunda voz. -Quiero volver a sentirte por completo mio.

Leo estaba agitado y emocionado.

Se giró sin problemas y recargo sus manos sobre la pared de la regadera, curveo su espalda y alzó las caderas.

La vista era increíble pero no se detuvo demasiado a contemplarlo, le encantaba tomar el control.

Se acercó y lo agarró con fuerza, acarició su pequeño trasero mientras dirigía su miembro al lugar donde le encantaba estar.

Lo penetró duro, con mucha fuerza pero el jabón ayudaba. Leo dio un jadeo que resonó en el enorme baño lleno de vapor de agua. Apretó un poco en reacción a la brusquedad de su chico pero era sentir esa pequeña unión.

Ravi se comenzó a mover, estaba ansioso y muy excitado. Extrañaba los jadeos de Leo y la forma tan extraña en la que movía las caderas de forma inconsciente.

El verlo morderse el labio y cerrar los ojos fuertemente cuando eyaculaba o cuando a veces y era rara la vez, le mostraba una mirada fiera, super excitada y gemia casi como si gritara, le hacían perder el control de si. 

Amaba demasiado a Taek Woon.

Las piernas le temblaban pero prefería disfrutar, escuchaba la respiración fuera de control de Ravi a sus espaldas.

Sentía esa presión dentro suyo que le daba calambres en el pene. Los jadeos eran involuntarios, muestra de su placer.
Se tocaba su propio miembro mientras se deleitaba por las miles de sensaciones en todo su cuerpo.

Ravi ya no quiso solo verle la espalda. Adoraba esa hermosa cara. Se salió de ese delicioso lugar y jaló a su amado hasta ponerlo de frente a él, tenía los labios hinchados y los ojos brillosos. Lo besó metiéndole la lengua lo más dentro que pudo.

Rozaron sus vergas mientras se quitaban el jabón con el agua.

No se dejaron de besar mientras caminaban a tropezones hasta la cama. Leo aventó a Ravi y se subió sobre él, ambos sonreían.

Las manos del pequeño comenzaron a tocar todo lo que podía alcanzar. Jamás podría cansarse de acariciarlo y saber que solo el podía tocarlo.

Levanto sus caderas y con la punta del pene rozó entre las nalgas de Leo que movía las caderas rozando su propio falo en el abdomen de su novio.

Nuevamente le permitió entrar y Leo movió todo su cuerpo acompañando las penetraciones con subidas y bajadas.

Se disfrutaron cada minuto, se sentían desesperados.

TORTURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora