PARTE CUARENTA Y DOS

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El lobo siempre será el malo si solo escuchas a caperucita roja.

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Llevaban 3 años de relación y de vivir juntos cuando una noche todo cambio.

N regreso un día, a la mañana siguiente, bastante malherido.

No era raro que no llegara, pero nunca lo hizo en ese estado. Tenía el ojo semi cerrado, el labio roto, la nariz le sangraba y varios raspones le hacían quejarse. Pero lo realmente grave, eran los dos rasguños de bala en su hombro y en el muslo. Ravi se asustó muchísimo de verlo así, pero le dio mas temor saber la razón de tales heridas, querían quitarle su territorio en distribución de droga, lo habían amenazado y tratado de matar pero N no cedio, hubo una gran confrontación y el salió huyendo.

Escaparon juntos esa misma tarde, N poseía varias propiedades que utilizaba de escondite y en todos estos años de relación, Ravi sabía que hacer en una situación como esta.

Empacaron poco de todo lo que tenían y se largaron a las afueras de la capital, cerca de un pueblo muy pobre. Ahí había una casa pequeña rodeada de árboles que la ocultaba, se escondieron esperando que quien quisiera matar a N no los encontrara, permanecieron sin tener contacto con nadie, solo le llegaron a N noticias de como iba la situación, pero seguían buscándolo. Era perseguido por el líder de una banda rival que poseía ciertos matones bastante eficientes y no quería que Ravi fuera embarrado por su culpa, estaba tan enamorado de el que moriría si tan solo intentaran tocarlo, por tal motivo lo alejo del peligro sin imaginar que sería el primer error.

In Soo se llamaba esa maldita porquería que odiaba a N por su inteligencia y astucia para el negocio. Trato varias veces de hacerlo entrar en su banda pero para el otro era imposible ser siquiera compañero de esa escoria de In Soo, un bastardo infeliz que poseía una mente retorcida y que siempre vivió bajo su sombra. Sabia que lo detestaba y por eso ahora intentaba hacerlo caer, pero no lo lograría, era mejor huir con la cola entre las patas, no quería convertirse en otra víctima de su locura.

La casa era cómoda a pesar de que no tenían luz eléctrica y el agua del grifo salía un poco sucia. Estando los dos juntos nada les importaba.

Su amor era inalcanzable, se complementaban uno al otro, conocían todos sus estados de ánimo y sabían cada gusto que poseían.

Día a día, sin excepción, hacían el amor.

Pero esas semanas de temor y frustración llevaron al mayor a estar de forma huraña con su pequeño, estaba paranoico y el saber que estuvo a punto de morir, le abrieron los ojos ante una nueva personalidad. Se hablaban a medias y poco permanecían en la misma habitación. A N le estaba costando demasiado trabajo asimilar que estaba siendo cazado por un estúpido. Quería regresar a su antigua vida y eso lo molestaba más, que tuviera que depender de lo que su superior le ordenara y eso era permanecer escondido hasta nuevo aviso.

Su mente pensaba la manera de poder salir de esa situación pero no llegaba más que a la conclusión de que tal vez fue un soplón en su propio grupo o tal vez la gente de In Soo le tendió una trampa...

Ravi hacia todo lo posible por que se tranquilizaba pero el otro no ayudaba mucho. No lo miraba ni lo tocaba. Se pasa los días enteros pensando y murmurando por los rincones de la casa. Parecía que el no estuviera ahí queriendo serle de ayuda, lo ignoraba de todas las maneras haciéndolo sufrir en silencio.

Después de dos semanas se dio por vencido, N parecía que se había vuelto loco, se convirtió en alguien sumamente violento y desesperante. Todo lo que hacía le provocaba enojo y tuvo que ser cauteloso con cualquier palabra que le dijera.

Estaba hartandose.

El encierro y la falta de entretenimiento lo abrumo. Ambos se estaban alejando y creando un muro de roca sólida entre ellos.

El día antes de ser el cumpleaños de N, éste se decidió a dejar de un lado sus cavilaciones y salir a tomar algo con su pequeño, sabía lo mal que lo estaba pasando y más por su ruda forma de tratarlo, pero seguía temeroso por casi morir aunque eso no le impedía darse cuenta del terrible modo en el que estaba llevando las cosas.

Fueron al bar más cercano pese a las malas caras de su pequeño. El lugar estaba adornado con artilugios de cacería y tenía una barra con botellas tan viejas que parecía que algunas de ellas tuvieran más de mil años, pensaban estar a salvo debido a que era pequeño y la gente era fácil de ver. Bebieron mucho y hablaron más, N de disculpo por su manera de ser pero a Ravi le costó trabajo perdonarlo.

Regresaron a tropezones hasta la casa y para llegar a ella debían atravesar el bosque enmedio de la oscuridad.

Caminaron apoyándose uno al otro a la vez que detenían su marcha para recargarse en los árboles para tomar un poco de control. La noche era muy fría pero por la borrachera, ninguno se dio cuenta.

Faltaban un par de metros para llegar al sendero que los alejaba de la oscuridad del bosque, cuando una mano jalo al distraído N que fue arrojado al piso e inmovilizado por unas botas llenas de fango del enemigo.

Ravi no se había percatado de nada ya que el terror que a N le embargo en ese momento, le impidieron siquiera hacer algún ruido. Parecía que el hombre que lo había atrapado no se había dado cuenta de la presencia del pequeño, pero estaba equivocado. Aun en el suelo y el corazón detenido, vio a 3 persona salir de entre los árboles y dirigirse corriendo hacia el ebrio Ravi quien seguía caminando sin darse cuenta de nada.

La tierra húmeda debajo de su espalda, le trajeron poco a poco la conciencia de lo que estaba pasando.

In Soo los había encontrado.

TORTURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora