PARTE VENTIUNO

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La casa de la familia Lee era un poco más pequeña que la suya pero más moderna.

Bajó del auto y caminó sin prisa hacia la entrada donde uno de los sirvientes lo esperaba.

-Buenas tardes joven Taek Woon.

Leo le palmeo el hombro y entró directamente a la escalera de mármol que quedaba justamente frente a la puerta de entrada. Subió de dos los escalones hasta el pasillo que llevaba a la habitación de Hong Bin. Conocía perfectamente la casa tanto como la suya.

Tocó antes de abrir.

Bin estaba recostado en la enorme cama leyendo lo que parecía una revista de deportes. La bajó en cuanto Leo entró y cerró la puerta detrás de él.

-¡oh! Cielos, casi muero de un enorme susto. Por favor para la próxima ten la amabilidad de llamar y esperar a que yo te permita entrar.

Taek caminó hasta el sofá que tenia para leer y se dejó caer haciendo ruido el cuero que crujió ante su peso.

-No hay tiempo. -Respondió.

Hong Bin se levantó de la comodidad de su cama y se sentó a un lado de su amigo quien traía una cara nada amable.

-Cuéntame qué pasó. ¿Donde lo encontraste?

Leo pensó varios minutos antes de hablar.

-En el barrio que está del otro lado de la avenida donde está la universidad. Vive en una casa del tamaño de tu cuarto junto con otros dos hombres que parecen sus amantes...

-Hey woow, espera. ¿Me estas diciendo que lo viste con otros dos hombres? ¿Así sin más?

-Cállate y déjame terminar.

Bin subió su mano hasta su boca e hizo seña de cerrarla con un cierre.

-Pensé que seria difícil dar con él ya que no había nadie en las calles a quien preguntar, hasta que di con una tienda donde se encontraba la única persona joven que encontré. Le di el nombre de Won Sik pero me dijo que no conocía a nadie con ese nombre, después le di la descripción y tampoco conocía a nadie con esa descripción. Me desespere y salí a dar otra vuelta pero justo cuando iba a regresar a mi auto lo vi. Iba caminando hacia la tienda donde unos momentos antes pregunté por él. Sentí ganas de correr hasta él y abrazarlo...

Un pequeña risa se escapó de los labios de su amigo que se había mantenido callado. Le dio un jalón de oreja por burlarse de él.

-Pero me quede a obsérvalo, algo me dijo que lo hiciera. Lo vi dentro platicando con el chico de la tienda y después salió casi corriendo, ahí fue donde me decidí para seguirlo y saber donde vivía. Llegó a una pequeña casa donde entro corriendo, entonces lo perdí de vista hasta que a través de la amplia ventana sin cortinas me asomé y lo vi con otros dos hombres que lo abrazaban.

Se detuvo para calmar su enojo, el verlo ser tocado por otro hombre le hizo hervir la sangre.

-Desde donde yo estaba no podía oír lo que decían, pero si vi suficiente para darme cuenta que habían tenido una fiesta.

Leo miraba la pared de Hong Bin donde tenia pegado el cartel de una película de acción.

-3 días estuve marcando como imbécil su número esperando que me contestara para saber si estaba bien. 3 días que me dediqué a extrañarlo mientras él andaba de fiesta. Olvidándose de mi.

Cerró fuertemente los puños sobre su regazo y apretó la mandíbula.

-Taek, haz a un lado tus suposiciones. No hagas conjeturas si no has hablado con él. ¿Y después que hiciste?

Trató de calmar esas tontas lagrimas de debilidad que odiaba y contestó.

-Hablaron un rato hasta que Won Sik salió con uno de los chicos y lo perdí de vista, estaba tan enojado que no quise seguirlo y en un segundo se me ocurrió un plan para preguntar por él. Debo estar loco pero me cegó el dolor.

Se detuvo un segundo, volteo a ver a Hong Bin y agregó.

-Necesito tu ayuda a partir de ahora. Te metí dentro del embrollo, espero contar contigo.

Bin se sintió asustado al verlo pedirle un favor, era la primera vez en muchos años que le pedía algo. No dijo nada, solo le asintió con la cabeza y con los ojos asombrados viéndolo.

-Una vez que se alejaron lo suficiente, me armé de valor y entre al patio de esa casa. Como era de esperarse me recibió el joven que sobraba, uno moreno que me observó de mala gana y me inspeccionó de arriba a abajo. Me presenté con un nombre falso y pregunté por el dueño de la casa, solo hasta entonces supe que el apodo de Won Sik y por el que todos lo conocen es Ravi.

-¿Ravi? Ese parece el nombre de un rapero.

Leo alzó los hombros en señal de desentenderse.

-No sé Hong ese hombre me dijo que cualquier asunto con el propietario lo podía ver con él también, ahí supuse que serían pareja o algo. El asunto es que le dije que quería comprar la propiedad para fines comerciales y di el nombre de la compañía de tu padre...

-¿Que? Si se entera te mata, bueno no pero eso es ilegal.

-Lo pensé pero solo fue una mentira que no saldrá de éste asunto.

Se miraron un rato en silencio. Bin le hizo un semi cara de semi enojado mientras que Leo mantuvo la buena postura.

-Está bien, ya lo hiciste. ¿Qué te contestó el moreno?

-Se quedó sorprendido unos minutos y después se burló diciendo que esa casa no valía mas que una cajetilla de cigarros y una botella de soju.

-Es raro, a lo mejor y solo te mintió, se mostró huraño desde el principio.

Leo no dejaba de pensar, todo daba vueltas en su cabeza y no llegaba a ningún lado. Necesitaba hacer algo.

-Hong, ayúdame a reunirme con él, estoy haciendo puras tonterías y mas ahora que lo encontré. Me estoy convirtiendo en un psicópata que miente...

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TORTURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora