PARTE CINCUENTA Y DOS

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Entro totalmente drogado a la tienda de Hyuk, trastabillando y riéndose solo. Empujo la puerta de vidrio tan fuerte que el pequeño creyó que la rompería por lo que corrió a su encuentro para tranquilizarlo. Lo ayudo a caminar y lo sentó en la silla que tenía detrás del mostrador.

-¡¡Dios Ravi!! Estas totalmente fuera de ti. ¿Qué demonios ha pasado contigo?

Ravi se tapó la cara con las manos, intentando calmar su mente pero no pudo, el roce de las manos de su Taek estaban sintiéndose cada vez más reales, sabía que se estaba volviendo loco.

-Nada pequeño, véndeme unas cervezas. Estoy comenzando a escuchar su voz pronunciando mi nombre...

-¿Qué, de que hablas?

Ravi volvió a comenzar a reírse solo mientras echaba la cabeza hacia atrás. Su carcajada se escuchaba frenética. Poco a poco las risas se volvieron lágrimas y comenzó a llorar. Se levantó haciendo a un lado a Hyuk y camino hacia el estante donde estaban las botellas de licor, las miró y dejó la mano estirada hacia una decidiendo cual tomar. Hyuk se acercó a él y lo agarró de los hombros para sostenerlo, parecía que se caería. 

Al final se decidió por una pequeña botella de soju que abrió y se la empinó. El caluroso ardor bajó por su esófago llegando al estómago, se sentía muy mareado, la boca le sabía a tabaco y no podía mantener el equilibrio. Sintió las manos del chico sobre él y fingió sentirse mejor.

-Esto era todo lo que necesitaba... estoy, mejor... mucho mejor... mejor... -Sus palabras salían barridas y de forma pausada.

-No lo estás, vamos a la casa. Deja cierro la tienda y te llevo dentro para que comas algo. ¿Ya comiste? apestas a humo. ¿Donde has estado? 

Ravi miro entre neblina al pequeño y con el dorso de la mano, limpió las lágrimas que aún se asomaban por sus ojos.

-He estado en el infierno.

El pesado cuerpo del mayor estaba haciendo al pobre Hyuk usar toda su fuerza para sostenerlo. Caminaron a paso lento hasta que pudo botarlo en la sala. Ravi se dejó caer y el golpe lo despejó un poco.

-Tengo hambre, prepárame algo. -Ordenó.

El pequeño lo obedeció y sin decir nada se dirigió a la cocina para sacar un poco de pollo del refrigerador, se lo preparó rápido mientras del otro lado de la casa un Ravi aún bastante drogado hablaba y balbuceaba solo. Hyuk no podía escuchar casi nada de lo que decía mas que solo una simple frase: "Te extraño".

El chico lo ayudó a levantarse y a sentarse en la barra de la cocina. Lo obligó a comerse todo mientras que con un trapo húmedo le limpiaba la cara, la tenia llena de sudor y polvo. Se veía que ya tenía algún par de días sin limpiarse.

Le quitó la chamarra, su playera estaba sudada y olía mal.

-Esa ropa deberías cambiarla y bañarte. ¿Qué pasó contigo?

Dentro de la maraña de pensamientos y la falta de coordinación de su cerebro, Ravi escuchó las palabras del pequeño y sintió sus manos sobre su piel. Sabía que no lo dejaría solo, por eso corrió hasta su tienda, siempre ha obtenido ayuda de su parte. 

Alzó los ojos mientras se metía la comida a la boca, sabia muy bien el pollo.

-Nada, no ha pasado nada, por eso estoy aquí. 

-No mientas, algo te pasó. ¿Te peleaste con N?

Ravi recordó que Hyuk tal vez y no recordaba nada de Taek... Taek Woon... 

Cada vez que lo recordaba, una espina tan fina como un cabello, se enterraba en su corazón haciéndolo bombear más lento.

-No, yo solo quería... divertirme.

Las manos del chico acariciaban su rostro y peinaban sus cabellos mientras mantenía una cercanía muy íntima. Ravi olió el perfume de Hyuk, jamás se había percatado de que el niño había crecido y ahora era un hombre que ya usaba colonia. Lo miró fijo mientras el otro se encargaba de seguir limpiándolo con mucho cuidado, sabía que estaba enamorado de él, se lo demostraba siempre que podía, como en éste momento en el que se atrevió a cerrar la tienda de su padre que lo mataría si se enteraba, solo para darle algo de comer y atenderlo de esta manera. Sintió un poco de culpa pero... ya nada le importaba.

Hyuk seguía parado frente a él con el trapo húmedo recorriendo su rostro, cuando Ravi se atrevió a rodearlo con sus manos por la cintura y lo acercó a tal grado de poder recargar su rostro en el abdomen del pequeño. Éste se sorprendió pero mantuvo la calma, su corazón había comenzado a palpitar tan rápido que el color de sus mejillas se volvió un rojo intenso. 

Él también lo abrazo con fuerza.

Las manos de Ravi fueron abriéndose paso por debajo de la playera del chico, comenzando a tocarle la parte baja de la espada. Le alzó la playera y de forma muy sensual, le dio pequeños besos en su abdomen.

-¿Te quieres divertir conmigo? -Susurró aún con sus labios pegados en su piel.

Un escalofrío recorrió la columna del pequeño haciendo que sus piernas flaquearan. Bajó los ojos para mirar a su amor platónico, éste lo miraba con los ojos rojos pero encendidos en una llama de deseo.

-Sí. -Contestó. -Sí quiero divertirme.

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Pues que siempre no me voy, jajajajaja y me alegro ya que las extrañe a pesar de que me fui solo unos días. 😂😂😂

Les dejo un capítulo medio sabrozo.

Gracias por la muy pequeña espera.

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TORTURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora