Capitulo 4

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El curso número 3 estaba en examen de Química, cuando Camila lo terminó faltando más de media hora por lo que decidió salir a leer en una área del colegio que le parecía muy tranquila ya que nadie pasaba por detrás del edificio D que era el más lejano al patio central.

Al llegar se ubicó en una de las bancas bajo la sombra de un árbol, se colocó los auriculares y abrió su libro favorito -Mecánica del Corazón-, ya que le recordaba a alguien del pasado. Aunque ya lo había leído varias veces, aún seguía sintiendo la misma emoción que cuando lo abrió por primera vez.

Empezó a leerlo, metiéndose en un mundo inexistente donde todo lo narrado cobraba vida. Se desconectó de aquello que la mantenía en la tierra y se concentró en el libro, hasta el momento en el que sintió que alguien la observaba. Comenzó a buscar de dónde provenía aquella intensa mirada que le causaba escalofríos, cuando la encontró, se desconcertó mucho al darse cuenta de quien se trataba.

*¿Por qué Lauren me está viendo? ¿Por qué me mira de esa forma? Es rara... Ok... Creo que ya se dio cuenta de lo que está haciendo, de seguro viene a hacer platica, creo que si le sonrió ella se animará a hablarme, de seguro es igual de genial que Ally. Espera, me acaba de hacer una cara odiosa y ¿se está yendo? ¡¡Arrgg!! No sé por qué pensé que podríamos ser amigas. ¡¡Es una plástica!!*

Camila regreso a su curso y las clases transcurrieron con normalidad, al final de la última hora se dirigieron al aula de detención.

-¿En qué piso queda detención?- preguntó Normani.

-¿Nunca han estado en detención?- preguntó Arin con una sonrisa a lo que las 3 chicas se limitaron a negar con la cabeza y lo observarlo con recelo. -pues...- dijo deteniéndose en una de las puertas del enorme pasillo. –Bienvenidas a detención- agregó mientras abría la puerta y les mostraba los chicos que serían sus compañeros por las próximas dos semanas.

-¿Estaremos aquí?- preguntó Normani mientras miraba a sus nuevos compañeros, reconoció a uno que otro chico ya que se conocía su reputación, no eran precisamente los más destacados o educados del planten, al verlos una oleada de miedo la invadió por completo. -No podemos quedarnos aquí, estos chicos parecen delincuentes, prófugos de la justicia, fumadores de hierba... yo que sé... ¡moriremos si entramos a este curso! – dijo señalando la puerta con pánico en sus ojos.

-No exageres, son solo chicos comunes y corrientes, tampoco es que sean la encarnación del mal.- dijo Camila entrando primera para que las chicas vean que no había ningún peligro eminente esperándolas al cruzar la puerta.

-¡¡PREPAREN!!- gritó una morena desde el fondo del salón.

Las tres chicas que en ese momento estaban caminando frente a la pizarra, al escuchar una voz gritando para que todos tomen posición, voltearon sus rostros en cámara lenta, dándose cuenta de que los chicos que minutos antes estaban sentados, haciendo cualquier cosa, ahora estaban de pie al lado de sus bancas, agarrando un bolígrafo sin su carga de tinta y en la otra mano sujetaban muchas bolitas pequeñas de papel.

-No por favor- dijo Camila en un susurro y colocando sus manos a la altura de su rostro para tratar de protegerse.

-¡¡APUNTEN!!- volvió a gritar la chica. Camila buscó con la mirada de dónde provenía aquella voz y cuando la encontró, se dio cuenta de que era Lauren, la chica que hace unas pocas horas se fue dejándola desconcertada. Le dirigió una mirada de súplica y Lauren pareció bajar la guardia a lo que la pequeña en agradecimiento le dedicó una sonrisa.

-¡¡DISPAREN!!- grito a todo pulmón.

*Mierda*- pensó antes de ser atacada por un millón de pequeñas bolitas de papel mojadas por la saliva de todos los chicos que atacaron, a excepción de una persona... Lauren, quien solo se dedicaba a ver la escena con una sonrisa de oreja a oreja.

Las chicas intentaron salir con desesperación, pero la puerta estaba cerrada y al querer girar el picaporte, la puerta no cedió, a través de la ventana vieron como Arin alzaba las llaves mientras una sonrisa cabrona iluminaba su rostro.

-Arin ¡Abre la maldita puerta!- Gritó Dinah tratando de cubrirse de las bolitas.

-Arin ¡¡te matare, te reviviré y te volveré a matar, te destripare y venderé tus órganos al mercado negro!!- gritó Normani.

-Ya, por favor...- gritaba Camila mientras inútilmente trataba de esquivar las bolitas.

-¡¡ALTO AL FUEGO!!- volvió a gritar Lauren haciendo que los chicos se detuvieran. Una vez que todo termino, se acercó lentamente a las chicas que estaban arrinconadas en la esquina de la pared.

-Bienvenidas a detención, chicas.- dijo mientras clavaba la mirada en los oscuros ojos de Camila y con un guiño hacia la morena, se alejó de ellas para ubicarse nuevamente en su asiento.

Camila se quedó inmóvil ante lo que acababa de suceder, pero no quiso pensar en eso, solo quería limpiarse los litros de saliva que estaban adheridos en todo su cuerpo.

-¿Que no son la encarnación del mal?- preguntó Dinah con sarcasmo.

-Me equivoque.- Contestó Camila mientras se dirigían al baño para retirarse las bolitas que tenía por todo el cuerpo y rogar que el día terminara lo más pronto posible.

*Creo que encontré al propio demonio*- pensó Camila mientras recordaba la sonrisa de Lauren y dejaba escapar un involuntario suspiro.
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Espero sea de su agrado. Sonrían... :D

Real & Inmortal (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora