Capitulo 34

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-¿Así que has tomado clases de defensa personal?- preguntó el padre de su novia mientras cenaban.

-Sí.- respondió Lauren mirando al hombre que estaba sentado frente a ella. –Mi padre siempre quiso asegurarse de que pasara lo que pasara, fuera capaz de defenderme por mi misma.-

-Pues tu padre tiene razón.- aseguró mientras se limpiaba la comisura de los labios con la servilleta.- Este mundo es cada vez más peligroso y no esta demás saber defenderse.-

-Recuerdo que deseábamos que Camila tomara clases de defensa persona, sin embargo, nos pidió que la inscribamos en clases de piano.- habló la mujer.

-Eso de los golpes y la agresión no son lo mío.- comentó mientras luchaba por cortar un pedazo de carne con dificultad.

-Admito que esto de saber defenderme también me ha traído problemas.- dijo acercando sus utensilios al plato de su novia y cortando la carne que le resultaba difícil.- pero nunca he tenido que soportar algún tipo de abuso por parte de mis compañeros.- terminó mientras regresa la atención a su plato. Camila y sus padres sonrieron por el gesto de Lauren, aunque ella no lo notó.

-Gracias.- dijo la pequeña regalándole un beso en la mejilla mientras la morena seguía concentrada en su ensalada.

-¿Hace cuánto no comes carne?- preguntó la mujer cambiando de tema con interés.

-Desde los 12 años.- contestó dándole un pequeño sorbo a su vaso con agua.- desde que mi caballo murió y mi bobo hermano bromeó sobre lo que harían con el.-

-¿Te dijo que lo venderían para el consumo humano?- preguntó Camila adivinando.

-Si.- contestó arrugando su nariz mientras recordaba.-luego mi abuelita me explicó que él no sería comida, pero después entendí que aunque no sea mi caballo, no puedo comer lo que alguna vez fue un inocente animal.- dijo mirando el plato de los demás.- sin ofender.- se apresuró a decir para no ocasionar malos entendidos.

-No te preocupes.- tranquilizo el hombre.- aunque le digas a tu novia que lo que está comiendo es su mascota creo que nunca dejaría la carne.- sonrió viendo a su hija aun batallando con su comida. La cena terminó con tranquilidad, todos colaboraron con la limpieza de la vajilla y al finalizar, fueron a la sala en espera de que llegue navidad para poder abrir los obsequios.

-Faltan solo 5 minutos para abrir los regalos.- expresó Camila por demás emocionada.

-Lo sabemos, hija.- habló el padre sonriendo ante la emoción de la pequeña.- llevas la cuenta regresiva hace media hora.- comentó mientras movía una pieza del monopolio que estaban jugando para matar el tiempo.

-Lo sé.- dijo reclinándose sobre el hombro de Lauren y entrelazando sus dedos.- solo estoy ansiosa de ver sus rostros cuando sepan lo que les he comprado.-

-No era necesario que nos compres algo, hija.- aclaró su madre mirándola con dulzura.- el tenerte con nosotros es el regalo más grande que la vida nos puede dar.-

-Pero lo quería hacer.-aclaró mientras lanzaba el dado moviendo su ficha tres casillas hacia delante.

-Tu madre tiene razón.- habló Lauren moviendo el pulgar delicadamente sobre la mano de su novia.- el que puedas compartir con tus padres, es el mejor regalo que la vida te puede ofrecer.- su mirada inconscientemente cayendo al piso.

-Tienes razón.- dijo levantando su cabeza para poder mirarla mejor. Levantó su mano y suavemente la ubicó en el rostro de la morena atrayéndola para poder mirar sus hermosos ojos verdes.- Lamento que no puedas pasar con ellos en una fecha como esta.- habló sincera, regalándole una sonrisa triste.

Real & Inmortal (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora