Capitulo 21

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-...esa es mi dirección, ven por mí en media hora :) - 10:14 a.m.

-Pero ¿por qué tan temprano? :( - 10:15 a.m.

-No seas perezosa y ven por mí. - 10:17 a.m.

-Ok, pero espero que valga la pena como para estar despierta antes del mediodía.- 10:18 a.m.

-Lo valdrá, ya lo veras ;) – 10:18 a.m.

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-¡Enana, abre! Me estoy congelando.- El invierno empezaba a reclamar poder y los fuertes vientos anunciaban su cercana llegada.

-¿Por qué tardaste tanto?- preguntó Camila al abrir la puerta.

-Me detuve a comprar café.- dijo mientras le ofrecía un envase de Starbucks y le daba un sorbo al suyo.

-¡Yo quiero!- dijo en tono infantil y se lanzó a los labios de la morena. Cuando Lauren intento responder, Camila se apartó con una sonrisa. –De tus labios sabe mejor.- el sonrojo de la mayor fue instantáneo e inmediatamente cambió de conversación.

-¿En dónde están tus padres?- preguntó al observar la casa, detallando la vivienda de la pequeña. Vivía en un barrio de clase media-alta, su casa no era nada ostentosa pero definitivamente se respiraba un aire hogareño en ella.

-No están.- respondió.- Papá trabaja y mi mamá está en casa de su mejor amiga- terminó agarrando un abrigo del perchero.

-¿A dónde vamos?- inquirió con recelo.

-No preguntes.-dijo saliendo de casa. – ¿En dónde está Hugo?- preguntó al no encontrar el auto de siempre.

-Iremos en mi auto.- respondió, moviendo las llaves que llevaba en su mano mientras indicaba el nuevo auto Mercedes Benz color gris estacionado frente a la casa.

-¿Es tu auto?- preguntó con un hilo de voz.

-Regalo de cumpleaños.- contestó encogiéndose de hombros y agarrando la mano de la pequeña para dirigirla hacia en vehículo.

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-¿Qué hacemos aquí?- preguntó levantando una ceja.

-Somos voluntarios en un centro de perritos abandonados.- respondió con felicidad.

-Pero yo odio a los perros.- chillo Lauren.

-No seas una nena.- dijo agarrando su mano y llevándola dentro del edificio.

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-Tienes que cepillar sus patitas.- dijo mirándola de soslayo.

-Recuérdame ¿por qué estoy haciendo esto?- preguntó mientras cepillaba al pequeño cachorro.

-Por dos razones.- contestó mientras bañaba a un enorme pastor alemán.- la primera, no te puedes negar.- dijo volviéndole a recordar la apuesta.- y la segunda.- dijo moviendo la manguera en dirección a Lauren, provocando que quede totalmente mojada. –Me divierto contigo.- soltó una risita infantil.

-Te vas a arrepentir.- soltó, antes de iniciar una batalla con los baldes y mangueras que habían por todo el lugar.

Después de algunas carreras y uno que otro beso robado, terminaron de bañar a todos los perritos que irían al cuarto de adopción en espera de alguna familia dispuesta a adoptarlos. Salieron y regresaron al vehículo.

-Lauren espera.- murmuró la pequeña evitando que encienda el auto. Buscó en su bolso y saco de él una caja envuelta en papel de regalo y se la ofreció.

-¿Qué es esto?- preguntó examinando la caja.

-Es tu regalo.- dijo con una enorme sonrisa.- sé que han pasado dos semanas desde tu cumpleaños, pero no tenía el dinero suficiente para comprar algo que realmente valiera la pena.- dijo mientras su rostro se tornaba rojo.

-No era necesario, enana- respondió con una enorme sonrisa, aceptando el obsequio.

-Sé que no lo era, pero quería hacerlo y de paso darte las gracias por cuidarme el día en que me pasé un poquito con el alcohol-

-¿Un poquito?- repitió Lauren elevando una ceja.

-Está bien.- aceptó.- puede ser que me haya sobrepasado.- dijo avergonzada.- pero ese no es el punto.- retomó.- Vamos, abre tu regalo.- Lauren negó, dándole una sonrisa antes de fijar su mirada en el obsequio. Lentamente fue retirando la envoltura, volviendo loca a la pelinegra que moría de impaciencia. Cuando terminó, su rostro no ocultó la sorpresa.

-No es cierto....- murmuró para ella.- ¿Es una Nikon D5500?- preguntó incrédula.

-Eso me dijeron cuando la compré.- respondió divertida al ver su expresión.

-Pero es algo costosa.- dijo pensando en si recibirla o no.- No debiste molestarte.-

-Tuve que trabajar horas extra con mi padre.- informó.- pero al notar la cara que pusiste al verla, sé que compre el regalo correcto.-

-¿Cómo sabías que comprar?- volvió a preguntar incrédula.

-¿Recuerdas la vez que resbalaste de tu cama intentando callar el sonido de tu móvil?-

-Como no recordarlo.- contestó volteando los ojos.- realmente fue una manera un tanto peculiar de despertar.-

-Lo sé.- respondió, aguantando las ganas de reír.-aquel día, al pasar junto a tu escritorio pude fijarme que sobre el, había una cámara fotográfica y al observar un poco más, me di cuenta de que también habían fotografías de paisajes.-

-¿Espiabas en mi habitación?- preguntó con una hermosa sonrisa de lado.

-¿Qué? No, claro que no.- respondió de inmediato.- yo solo...- fue interrumpida por los labios de Lauren que la tomaron totalmente desprevenida.

-Gracias.- murmuró sonriendo en medio del beso. –Me encantan las cámaras fotográficas. Me encanta tu regalo.- agregó con un brillo especial en la mirada.

-Ni lo menciones.-

-¿Puedo?- preguntó levantando la cámara.

-Claro.- respondió. Lauren encendió la cámara y le saco una foto. La observo y sin poder contenerse murmuró:

-Realmente eres hermosa.-

Real & Inmortal (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora