Real & Inmortal (Camren)

Cuatro años después

-¿Puedes dejar tu jodido teléfono por un momento?- preguntó la castaña irritada por la falta de atención.

-Lo lamento.- se disculpó sincera.- pero si no leo este e-mail con el reporte y los balances de la empresa, no podré firmar las autorizaciones el día de mañana.-

-¿Trabajaras mañana?- asintió en respuesta.- Pero es sábado.- recalcó elevando una ceja.- detesto tu vida.-

-Eres tan agradable.- comentó con sarcasmo.-no entiendo porque sigues siendo mi mejor amiga.- se preguntó en voz alta, levantando momentáneamente la mirada para ver a su acompañante.

-Porque eres una mujer tan ocupada, que no tienes tiempo de contratar a un asesino a sueldo para deshacerte de mí.-

-Concuerdo.- sonrió de lado regresando la atención al móvil.- recuérdame pedirle a Reagan que lo haga por mi.-

-¿Involucraras a Reagan en un crimen?- preguntó divertida.

-Ella estaría encantada de librarse de ti.-

-Ella me odia.- bufó mirando la cuidad iluminada por las luces de los faros.

-Tiene motivos para hacerlo.- 

-¡No es verdad!- refutó, recibiendo a cambio una mirada de incredulidad.- vale, tal vez si tiene motivos pero si ella fuera más condescendiente...-

-Ella te odia.- puntualizó antes de dejar escapar una pequeña sonrisa. Su corto momento de diversión terminó cuando el vehículo se detuvo frente a su destino. Un hombre joven y de buena presencia abrió la puerta del automóvil permitiendo que las dos mujeres descendieran.

-Ally.- susurró, llamando la atención de su amiga.- te dije que no estaba vestida apropiadamente para venir aquí.- su mirada vagó por la elegante vestimenta del resto de mujeres que esperaban por entrar.

-Si hubiera permitido que fueras a tu departamento para que te cambies de ropa, hubieras caminado directo a tu despacho y no hubiera logrado sacarte de ahí.- aclaró conociendo de antemano la rutina que había adquirido su amiga.- aunque no entiendo porque lo dices, tu blusa y esa falda alta realmente te dan el aspecto de una importante empresaria, te ves sexy.- sonrió.

-Ally, no me siento cómoda...-

-Cariño.- se acercó un elegante hombre mayor hacia la castaña.

-Papá.- sonrió, antes de envolverlo en un cálido abrazo.

-Pero que tenemos aquí.- murmuró el hombre al notar la presencia de la morena.- cuatro años y sigues siendo igual de hermosa.- halagó.

-Y usted tan galante como lo recuerdo, señor Brooke.- respondió abrazándolo con cariño.

-Mi hija me comunicó que regresaste hace poco más de tres meses ¿Por qué no habías venido con anterioridad?-

-Ponerme al tanto de la empresa ha consumido notablemente mi tiempo.- se explicó.

-Entiendo- habló el hombre comprensivo.- pero espero tenerte más seguido por aquí.- pidió a lo que Lauren cedió con un ligero movimiento de cabeza y una imperceptible sonrisa.- será mejor que ingresen, aquel joven las llevará a su mesa.- indicó a un mesero para ser su acompañante durante la noche.- espero que disfruten la velada.-

-Gracias. Y ha sido un honor volverlo a ver, señor Brooke.-

-El honor es todo mío, querida Lauren.- concluyó antes de atender a unos importantes empresarios que llegaban al restaurant. Las chicas siguieron al muchacho que las ubicó delante de un pequeño y elegante escenario. Elegante como el resto del lugar. Después de hacer sus pedidos correspondientes, el mesero se marchó dejándolas solas de nuevo.

-¿Pudiste comunicarte con Troy?- preguntó Lauren volviendo a revisar su correo para leer unos nuevos documentos de la empresa.

-Deberías deshacerte de ese aparato o acabará con tu vida.- suspiró Ally mirando a su amiga con resignación.

El padre de Ally apareció delante del escenario para darles una cordial bienvenida y desearles una velada agradable. El hombre pese a la fama y reconocimiento mundial por su cadena de restaurantes, era muy humilde y complaciente con sus clientes.

-Damas y caballeros, espero que esta noche sea de su total agrado y anhelo disfruten de nuestra presentación en vivo.- indicó mirando a la gente que llenaba por completo el lugar.- es un verdadero honor para mí tener a un verdadero prodigio de la música en este...-

-Sigues sin responderme.- interrumpió, dejando de escuchar al hombre.- ¿sabes algo de Troy?- habló sin mirar a su amiga.

-Él está por llegar.- respondió Ally sin retirar la mirada de su padre, tratando de escuchar sus palabras.- ¿Tú pudiste hablar con...-

-Damas y caballeros.- sonrió con orgullo.- un fuerte aplauso para la señorita Camila Cabello.-

La mirada de Lauren se quedó fija en su pantalla, deseando haber escuchado mal las últimas palabras del señor Brooke. Su ritmo cardiaco se aceleró y se forzó a mirar para asegurarse de que todo había sido un error. Despacio, levantó la mirada para ver a una mujer de ojos oscuros aparecer y hacer una pequeña reverencia junto a un piano de cola, presente sobre el escenario. ¿Cómo es que no lo había notado? Se preguntó Lauren al ver como la joven hacia un intento de moverse hacia él pero deteniéndose abruptamente cuando unos ojos color chocolate se encontraron con unos ojos color verde.

-Lauren.- habló la pianista sin poder evitar que su rostro adquiera un pálido color.