Real & Inmortal (Camren)

Capitulo 38

-Mañana acompañaré a Ally al servicio de correo por una correspondencia.- informó la morena agarrando la mano de la pequeña para llevarla hasta la entrada de su casa.- ¿te gustaría acompañarnos?- preguntó sonriendo con dulzura.

-Me encantaría.- respondió mirándola de lado mientras subían las escaleras del porche.- pero creo que mantendré los planes con las chicas y saldré con ellas, quiero decir, hace tiempo que no salimos solo los cuatro...- se detuvo un momento dándose cuenta de sus palabras.- no quiero decir que no me gusta su compañía...- habló apresurada dando una explicación.- de hecho, adoro que Ally y tú estén en nuestro grupo pero...-

-Necesitas tiempo a solas con tus amigas.- se adelantó Lauren comprendiendo lo que su novia intentaba decir.

-No me mal entiendas.- pidió deteniéndose en la entrada y girando para verla de frente.- Me encanta pasar todo el tiempo posible a tu lado pero siento que he perdido comunicación con ellos.-

-Te entiendo.- dijo, colocando una mano en la mejilla de la pequeña para tranquilizarla.- también siento eso con Ally.-

-Entonces ¿te molesta si mañana simplemente me quedo con ellas?- preguntó un poco tímida.

-Por supuesto que no.- respondió regalándole una pequeña sonrisa.- así y sirve para actualizarme de las locuras que ha estado haciendo Ally con Normani y Dinah en estos días.- su sonrisa se hizo más grande al recordar los pocos detalles de la última broma que le gastaron a Arin.

-Creo que ellas se han confabulado para molestar a Arin.- comentó feliz contagiándose de la sonrisa de la chica de ojos verdes.

-Sí, ellas son un total peligro cuando se juntan.- terminó, colocando un pequeño mechón de cabello detrás de la oreja de la pequeña.

-Tengo una sorpresa para ti.- informó Camila mirándola fijamente.

-Pero ayer hicimos el intercambio de regalos.- le recordó.- y por cierto, sigo pensando que tu obsequio fue perfecto.- informó con total seguridad.

-Es algo mas.- dijo con cierto misterio en la mirada.- pero debes cerrar los ojos.- pidió.

-Lo haré.- dijo mirándola con recelo.- solo si me prometes que tu padre no saldrá de tu casa vestido como Santa Claus o como un reno y me jugará alguna broma.- Camila sonrió abiertamente por los pensamientos de su novia.

-¿Crees que mi papá solo vive para gastar bromas?- preguntó divertida, recibiendo en respuesta la ceja levantada en el rostro de Lauren.- vale, no respondas.- dijo al recordar la tradición familiar.

-Eso pensé.- dijo divertida.- ¿entonces?-

-Prometo que mi papá no saldrá con un ridículo disfraz de reno o de Santa Claus.- contestó levantando la mano derecha en seña de dar su palabra.- ahora cierra los ojos.-

-De acuerdo.- dijo sonriendo mientras cerraba los ojos. Camila se movió de su lugar, caminando hasta llegar fuera del porche y recoger algo dentro de un masetero.- ¿sigues aquí?- preguntó al sentirse sola. -¿puedo abrir los ojos?-

-Espera un momento.- pidió regresando hacia ella.- puedes abrirlos.- informó una vez que estaba frente de la morena.

-No me digas que eso es un...-

-Si.- contestó con una sonrisa infantil, como si hubiera hecho alguna travesura.- sabes lo que debes hacer ¿verdad?-

-Supongo que debo hacerlo.- dijo siguiendo el juego y colocando sus manos en la cintura de la pequeña.- quiero decir, es una tradición después de todo.-

-Si.- contestó colocando su brazo libre sobre el cuello de su novia.- Reglas son reglas.-

-Reglas son reglas.- repitió divertida juntando sus labios. El beso fue suave y delicado hasta que poco a poco fue subiendo de intensidad. Lauren abrió un poco más la boca cuando sintió que la lengua de la pequeña estaba desesperada por entrar. La morena chupó la lengua de Camila y escuchó que un pequeño gemido escapaba de sus labios. Una enorme sonrisa apareció en su rostro mientras se separaron. Lauren se dio cuenta de que los ojos de su novia cayeron hasta sus labios se mordió el labio inferior mientras la estudiaba.

-Sigues debajo del muérdago.- informó la pequeña volviendo a levantar la planta sobre sus cabezas. Lauren encantada volvió a besar a su novia, esta vez mordiendo ligeramente su labio inferior antes de terminar el beso. La morena se inclinó una vez más para darle un corto beso intentando quitar el muérdago de las manos de Camila pero siendo imposible ya que se movía divertía entre sus brazos, evitando perder la planta.

-Dame eso, enana.- pidió la morena juguetona, estirándose para atrapar el muérdago.

-¡Nunca!- contestó Camila moviendo la mano lejos de su alcance.

-Tú lo pediste.- dijo antes de mover sus dedos deliberadamente sobre el sitio en el que seguían: su cintura.

-No, no.... Para.- pidió retorciéndose bajo las cosquillas que le proporcionaba su novia.

-No lo haré.- informó riéndose con la pequeña.

-De acuerdo, tu ganas....- dijo hablando con rapidez entre cada risa.- ten.- acercó el muérdago cuando su novia cesó por un momento las cosquillas.

-Ya no lo quiero.- dijo volviendo a su labor.- no me detendré hasta que te hagas pipi.- habló agarrando con fuerza su pequeña cintura evitando que Camila escapara.

-No amor, para.- decía caminando hacia atrás en un intento de separarse pero fue inútil ya que lo único que consiguió fue quedar acorralada entre la pared y el cuerpo de la chica de ojos verdes.

-¿Por qué debería?- preguntó acercándose más al cuerpo de la pequeña.

-Porque te quiero.- habló provocando que los dedos de la morena se detengan de inmediato.

-¿Qué?- preguntó Lauren sintiendo una pequeña sensación de vértigo en su estómago y una sonrisa invadiendo su rostro.

-Te quiero.- repitió mientras levantaba la mirada y buscaba unos sorprendidos ojos verdes.

-Camz...- susurró levantando y colocando la palma de su mano en la mejilla de la pequeña.

-Te quiero, Lauren.- volvió a hablar con seguridad en sus palabras.- te quiero por llegar a mi vida de la manera más ridícula.- una pequeña sonrisa apareció en su rostro.- te quiero por ser tan molesta, por llevarme la contra, por ser detestablemente adorable, por ser mi amiga y mi novia... Te quiero por siempre estar conmigo, por ser detallista y un poco celosa.- dijo colocando su propia mano sobre la mano de la morena que seguía en su mejilla.- Pero sobre todo, te quiero porque conmigo eres tú... porque me permitiste conocer a quien escondes bajo tanto muros... porque eres tú.- terminó, viendo el rostro de su novia y unos ojos cristalizados.

-Te quiero, Camila.- contestó mientras una tenue lágrima resbalaba por su rostro. Las palabras de la pequeña tomándola por sorpresa y provocando que se sienta la persona más feliz del jodido planeta.

-Feliz Navidad, amor.- habló mientras movía su mano y la colocaba en la mejilla de la morena, limpiando la pequeña lágrima con su dedo pulgar.

-Feliz Navidad, valiente unicornio.- dijo antes de juntar sus labios y disfrutar de aquello que para la morena se había convertido en su droga personal, aquello que la hacía volar y desear de una manera desesperada. Deseaba su droga, la deseaba a ella.

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N/A: A veces todo es mejor o menos complicado con una sonrisa en su rostro. Así que... No se olviden de sonreír... :D

Continuará... :)