Capitulo 13

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-Buenos días- respondió la voz de una viejita del otro lado del intercomunicador.

-Mmm... Buenos días, señora- contestó dudosa. –Disculpe ¿aquí vive Lauren Jauregui?-

-Sí, ¿quién la busca?-

-Camila... Camila Cabello- contestó presionando el botón.

-¿Camila?... Claro- murmuró recordando.- pasa mi niña.-

La imponente valla se abrió dejando al descubierto la gran mansión y el gigantesco jardín principal. Encendió el auto y entró despacio, observando todo a su alrededor. El camino estaba cubierto por pequeñas piedritas y estaba limitado por diferentes figuras en arbustos, la que más llamó su atención fue una con forma de ángel. En el jardín derecho había un huerto enorme con flores y rosas de todos los colores y tamaños, formando una especie de mini laberinto, era increíble ver todos esos colores en un solo lugar. A su lado izquierdo había un inmenso árbol que de sus ramas colgaba un columpio algo oxidado por el tiempo. El camino se dividía en dos al llegar al borde de una pileta, alrededor de ella había rosas color naranja que combinaban perfectamente con el color beige, la madera oscura y las piedras del mismo tono que era el matiz de la fachada de la mansión. El aire moderno que le daba era indiscutible.

*Oh por Dios...*- pensó Camila bajando del auto y recorriendo con la mirada la apariencia de la mansión mientras comenzaba a caminar * aquí podría vivir la realeza, su familia, la familia de su familia, la familia de esa familia y la familia de...* - pensaba mientras llevaba a la puerta pero antes de tocar, una viejita salió a su encuentro.

-Buenos... Buenos días, señora.- saludó con nerviosismo.

-Buenos días niña... ¿Camila?- preguntó queriendo recordar su nombre.

-Si señora, Camila Cabello.-

-Mucho gusto, Camila, yo soy la abuelita de Lauren.- saludó la mujer moviéndose de la entrada para dejarla pasar.- ¿Deseas algo de tomar?- preguntó cortés.

-Estoy bien pero gracias de todas formas- respondió con una sonrisa. -Disculpe y...- dijo buscando con la mirada- ¿Lauren?-

-Lamento decirte que la niña Lauren sigue durmiendo. Todos los fines de semana se despierta al medio día- comentó caminando hacia las escaleras que daban al segundo piso.- pero puedes ir a su habitación y despertarla, yo ya lo intenté 4 veces y no lo logré.- dijo indicando las escaleras - la última puerta del pasillo, a la izquierda. - indicó comenzando a caminar hacia lo que parecía era la cocina.

-Si está durmiendo, yo puedo regresar más tarde.- se apresuró a decir la morena para evitar que la mujer se alejara.

-No digas tonterías- respondió girándose para mirarla de frente. -Solo tienes que despertarla, no es como si ella fuera a abusar sexualmente de ti.- agregó con una sonrisa tan grande que las arrugas de sus ojos se remarcaron.

-pero...- la mujer volvió a emprender el camino hacia la cocina. *definitivamente es la abuelita de Lauren* comentaba mentalmente, mientras subía las escaleras admirando cada detalle de la elegante mansión. Le fascinaba como todo estaba en total orden y pulcritud. Amaba como la combinación del blanco y el café adornaba por completo la sala de estar y una que otra pintura le daba el toque perfecto para un decorado de fantasía. Al llegar al segundo piso sus ojos se abrieron como platos al ver cuán largo era; lentamente fue caminando y contando el número de puertas que había a cada lado del pasillo. 8 puertas había contado y aun creía que sería el hogar perfecto para la realeza y toda su familia. Al llegar al final del pasillo, miro a la puerta con algo de duda, no estaba segura de querer entrar, pero recordando las palabras de la ancianita de "solo tienes que despertarla" se armó de valor y dio dos golpecitos leves en la puerta, esperando que le den la señal para poder ingresar, pero no sucedió. Volvió a golpear la puerta pero esta vez un poco más fuerte, pero nuevamente... Nada sucedió. Soltó un suspiro, giro el picaporte y abriendo un poco la puerta, pudo ver que dentro todo estaba oscuro, abrió un poco más la puerta y susurro: - ¿Lauren?- fue tan bajo que a ella le pareció no haberlo dicho. Abrió por completo la puerta y espero unos minutos hasta que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad y en ella pudo notar lo grande y espaciosa de la habitación. En una de las esquinas estaba la cama y sobre ella se ponía distinguir la oscura cabellera de Lauren. Lentamente se acercó, pero en el camino tropezó varias veces con lo que parecía ropa esparcida por todo lado.

Real & Inmortal (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora