Real & Inmortal (Camren)

Capitulo 62

-Dime ¿cómo rayos la conoces?- pidió Camila con desesperación.

-Fue mi mejor amiga por muchos años, hasta que yo...- sus ojos expresaban sincero arrepentimiento.- su novia y yo la engañamos.- Camila sintió que el piso bajo sus pies se desvanecía al escuchar la dolorosa verdad.

-Austin Carter Mahone...- susurró. Lo había olvidado, simplemente lo había olvidado. Jamás imaginó cuan pequeño podría llegar a ser el mundo, tanto que su exnovio era el motivo por el que Lauren había sufrido de una manera inimaginable. –Sus sueños eran verdad. Yo te conocía.- susurró para ella misma, recordando las pesadillas de la morena.

-No sabía que Lauren era tu novia. En serio lamento el lio en el que te acabo de meter.- habló sincero mientras se colocaba hielo sobre su labio lastimado.

-Necesito explicarle las cosas.- dijo intentando llamar a su móvil, ingresando inmediatamente al buzón de mensajes.- ¡Joder!- exclamó terminando la llamada y agarrando las llaves de su auto.

-¿Qué haces?- preguntó deteniéndola.

-Voy a buscarla.- contestó intentando salir, pero antes de cruzar la puerta, el castaño se interpuso en su camino.

-Ni creas que conducirás en ese estado.- dijo viendo como la pequeña hacia un esfuerzo sobrehumano para retener las lágrimas.- yo te llevo.- terminó cerrando la puerta detrás de él.

-No creo que sea conveniente que nos vuelva a ver juntos...-

-Olvídalo.- cortó caminando hacia su auto con la pequeña pisándole los talones.- este problema fue por mi culpa y lo arreglaré. Entre los dos podemos explicarle que las cosas no son como ella se lo imagina.-

-¿Y si no nos escucha?- preguntó mirando con miedo los oscuros ojos de su amigo. Austin sentía el mismo miedo interno. Para él esta situación era un jodido Déjà vu y algo dentro de él, le hacía predecir el desenlace.

-Sube al auto.- terminó, rogando internamente porque sus miedo no se hicieran realidad.

Durante todo el trayecto la mirada de Camila permaneció inmóvil y fija en su ventana, mientras las lágrimas se escapaban sin ningún esfuerzo por detenerlas.

Cuando llegaron a la mansión y el inmenso portón se abrió permitiéndoles el acceso, Camila vio a la anciana mujer en la entrada principal, esperando la llegada de la pequeña.

-Hola, mi niña Cam...- sus palabras se interrumpieron al ver que junto a ella el joven castaño descendía del vehículo.- ¿Carter?- susurró reconociéndolo.

-Nana dime ¿en dónde está Lauren?- pidió con voz desesperada.

-Ella no ha llegado.- respondió confundida.- ¿Qué haces con él?-

-Austin... Carter.- corrigió comprendiendo que ellos lo llamaban por su apellido.- es mi amigo.- una mirada desconfiada apareció en el rostro de la mujer.- las cosas no son como se lo está imaginando.- aclaró de inmediato.- necesito explicárselo a Lauren.-

-Ella no ha vuelto.- respondió con sinceridad.

-De acuerdo.- dijo Camila retrocediendo.- Si llega, ¿puede decirle que necesitamos hablar?- Nana asintió con la cabeza, viendo como los chicos se encaminaban de regreso al vehículo. Camila se despidió de la mujer y le pidió a su amigo que saliera de la mansión, con rumbo a otra dirección.

-¿Dónde vamos?- preguntó deteniéndose en una intersección.

-Iremos a casa de Ally.- informó.- es su mejor amiga, ella debe saber algo.-

-De acuerdo.- respondió volviendo a poner en marcha el vehículo. El castaño recorrió las ya familiares calles en dirección a la casa de su antigua amiga. Cuando llegaron, Camila presionó el timbre en espera de ser atendida. Después de que una empleada de la casa le dijera en donde se encontraba, Camila corrió en dirección a la alcoba de la castaña.

-Hola, Mila.- saludó recibiendo a la pequeña con una sonrisa pero la alegría no duró mucho cuando el joven castaño ingresó detrás de ella.- ¿Qué haces aquí?-

-Hola, Ally.- saludó Austin deteniéndose en el umbral de la puerta.

-Viene conmigo.- mencionó la pequeña.

-¿Qué?- preguntó Ally confundida.- ¿Se conocen?-

-Es mi exnovio.-

-¿De qué estás hablando?-

Camila trató de explicarle de manera rápida la confusión en la que se encontraban.

-Nos conocíamos hace años en clases de piano. Fuimos amigos por varios meses hasta que comenzamos a salir. Nunca imagine que él tenía relación con ustedes. Ni mucho menos que él era Carter. Yo siempre lo llamaba por su nombre.-

-Yo no sabía que Camila era novia de Lauren.- informó el chico.- cuando Lauren nos vio juntos, imaginó un millón de cosas y salió sin darnos tiempo a explicárselo.-

-Dime por favor que sabes ¿dónde está?- pidió la pequeña mirando con esperanzas a su amiga.

-No lo sé, cariño.- habló, tratando de comprender toda la información que acababa de recibir.- Esta por anochecer y no creo que haya mucho que puedas hacer por ahora. Ya la conoces, creo que deberías esperar a que se tranquilice para que puedas hablar con ella.-

-Pero necesito encontrarla.-

-Ella puede estar en cualquier lugar.- se acercó suavemente a su amiga al ver pequeñas lagrimas recorriendo sus mejillas.- Sabe cuidar de si.- animó.- pero si necesita ayuda, yo estaré ahí. Dale tiempo, mañana iremos a su casa e intentaremos hablar con ella ¿de acuerdo?- Camila asintió aun sin estar convencida pero, por experiencia sabía que la castaña tenía razón: Lauren no hablaría con ella sin antes haberse calmado. Tal vez necesitaba darle su espacio y aprovechar el tiempo para pensar cómo hacerle entender a su novia que nada de lo que supuso era verdad.

-Gracias, Ally.- murmuró cuando la castaña le regaló un fuerte abrazo, consolándola.

-Tranquila, pequeña.- dijo separándose del abrazo y mirando al chico de pie aun en el marco de la puerta.- ¿Qué le pasó a tu labio?- preguntó observando la línea roja que dividía su labio inferior.

-Lauren sigue teniendo el don para los golpes.- comentó tocando suavemente la herida, haciendo una mueca de dolor antes de retirar el dedo de su labio.

-Te lo merecías.- terminó antes de agarrar su móvil a punto de empezar con la intensa búsqueda por encontrar a la morena.