Real & Inmortal (Camren)

Capitulo 22

-... entonces la planta llamada dólar o dinero, realmente ¿no te da dinero?- preguntó Normani confundida, recibiendo una mirada atónita del grupo.

-No, boba.- respondió Arin. –Claro que no da dinero.-

-Es solo una planta ornamental, hermosa.- explicó dulcemente Dinah.

-¿De dónde sacas esas ideas?- preguntó Camila con una sonrisa por las extrañas preguntas de su amiga.

-No lo sé.- respondió encogiéndose de hombros.- tal vez, Fuerzas Extraterrestres controlan mi mente.-

-Yo te diré quién controla tu mente.- intervino Arin.-pero es un secreto, así que debes acercarte.- Normani obedeció y camino hacia del chico. –Más cerca.- volvió a pedir. Normani camino unos cuantos pasos más, quedando a centímetros de su rostro. Arin se acercó a su oído y susurro: -Yo controlo tu mente.- dejando a Normani totalmente aturdida. –Nos vemos en salida.- dijo el chico despidiéndose de todas y caminando hacia su salón.

-Normani, ¿te encuentras bien?- preguntó Dinah al ver su cara de pánico.

-Arinmecontrola- murmuró tan bajo que les fue imposible escucharla.

-¿Disculpa?- preguntó Camila sin entenderla.

-Arin-me-controla- dijo ahora extremadamente lento. Las chicas al escucharlo estallaron en risa.

-Entremos al salón y te explicó con calma cómo funcionan las cosas.- indicó Dinah deteniendo la risa. Las chicas ingresaron y en seguida Dinah empezó a explicarle a Normani que Arin no controlaba su mente. Camila camino hacia su asiento, pero antes de ubicarse en él, observo que sobre su mesa había un papel auto-adherible con una nota. La tomó y leyó detenidamente su contenido:

"Te espero en el estacionamiento a la hora de salida.

Que tengas un buen día :)

Pd: eres una enana :P "

Sin contenerse, sonrió abiertamente al terminar de leer la nota pero su sonrisa se esfumo al escuchar la pregunta de Dinah que se encontraba detrás de ella.

-¿Es momento de una historia?- Camila volteó lentamente para darse cuenta que Dinah y Normani estaban detrás de ella con los ojos clavados en la nota amarilla de su mano. Soltó el aire que había estado conteniendo sin darse cuenta y comenzó a hablar:

-Lauren y yo hicimos una apuesta- dijo todo tan rápido que creyó no haberlo dicho.

-¿Qué hicieron que?- preguntó Dinah incrédula.

-Una apuesta.- contestó Normani. –Lo acaba de decir, debes poner más atención.- terminó sonriendo. Dinah negó con la cabeza y levantando una ceja miró a Camila, esperando una explicación.

-No me pidas que te lo explique porque no lo puedo hacer.- imploró la morena.

-Entonces dime ¿Cómo paso?-

-Eso también es complicado.- dijo jugando con su cadenita.- mmm... peleas, pagar favores, más peleas.... Una cosa llevó a la otra y.... ya.!!- explicó. La cara de confusión de Normani y Dinah fue trascendental.

-Está bien.- comentó insegura.- ahora que tendí como pasó.- dijo con sarcasmo.- me puedes decir ¿Cuál fue la apuesta?-

-¿Apostaron que la maestra de Química tarde o temprano aceptará su demencia?- se aventuró a adivinar Normani.

-La maestra no está loca, tan solo está un tanto... trastornada.- respondió Dinah dudosa.

-Algún día se darán cuenta de que la maestra sí estaba loca y estaré ahí para decirles: "Se los dije"- comentó con firmeza.

-Creo que lo mío, es un poco más complicado que eso.- intervino la pelinegra dudosa de seguir hablando.

-¿Cuán complicado?- preguntó Dinah desconfiada.

-Ella me tiene que enamorar y yo tengo que romperle el corazón.- el rostro de asombro en las caras de las chicas no se hizo esperar. Ahora que había pronunciado aquellas palabras se dio cuenta de la verdadera situación en la que estaba.

*Debimos apostar sobre la cordura de la maestra de química* pensaba que aquello era mucho más fácil que su apuesta.

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-¿Por qué estoy aquí?- preguntó llegando al estacionamiento y acercándose a Lauren que estaba recostada sobre la puerta del copiloto. Se enderezó y caminó hacia el maletero de donde saco dos patinetas.

-Haremos skateboarding.- dijo con una enorme sonrisa.

-¡Oh no!- chilló la pequeña.- me rehúso a hacer eso.- dijo con firmeza señalando los skates y cruzándose de brazos.

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-Si no sobrevivo, quiero que le digas a mis padres que los amé demasiado, a Normani que tenía razón: que la maestra de química si esta demente y a tu Nana que se equivocó: que sí intentaste abusar sexualmente de mi.- decía con dramatismo.

-¿Terminaste, señorita Drama Queen?- preguntó.- ¡Hey!- protestó al segundo.- yo no he intentado abusar sexualmente de ti.-

-¿Segura?- preguntó desconfiada levantando una ceja.

-Físicamente, no.- respondió seria.- mentalmente es otra cosa.- respondió con una sonrisa cabrona, viendo significativamente a la pelinegra. Camila al sentir su mirada sintió la necesidad de cubrirse poniéndose roja al instante.

-¡Deja de hacer eso!- exigió en un grito.

-Eres linda cuando te sonrojas.- comentó sonriendo. –Déjame ayudarte con eso.- pidió arrodillándose frente a la pequeña para ajustar sus protectores. Empezó con las rodilleras, asegurándose de que todo esté en su lugar, continuó con las coderas y muñequeras. Finalmente terminó con el casco, ajustando la correa con mucho cuidado para no lastimarla. Estaba tan cerca de su rostro que no dudo en robarle un pequeño beso antes de continuar.

-¿No sientes frio?- preguntó Camila viendo la vestimenta de la morena. Antes de llegar al parque pasaron por casa de cada una y se cambiaron el uniforme para sentirse cómodas. Lauren llevaba una camiseta blanca estampada debajo de una camisa de algodón roja a cuadros, un short de jeans rotos, unas Vans color negro y un gorro de lana del mismo color, en cambio Camila llevaba una enorme sudadera de lana color amarillo, unos jeans rasgados y unas converse color azul.

-No.- respondió con una sonrisa. –Vamos.- extendió la mano en espera de la pequeña, que con cierta vacilación la tomó.

-No me dejes caer.- decía, manteniendo ambos pies sobre el skate mientras la morena se colocaba detrás, agarrándola de la cintura para pegarla a su cuerpo. Sintió el estremecimiento de la pequeña pero sabía que no era a causa de la cercanía entre sus cuerpos. Se acercó a su oído y susurró.- Confía en mí... no dejare que nada malo te pase.- Empezó a mover lentamente su pierna derecha, haciendo que el skate comenzara a moverse. Después de un tiempo la pequeña se sentía segura y olvidando por completo el miedo que tenía en un principio, empezó a divertirse.

Lauren saco de su maleta la cámara fotográfica y empezó a fotografiar a la pequeña. Su sonrisa era esplendida en cada fotografía. Fue por su propio skate y agarrando la mano de la morena comenzaron a moverse por todo el parque. Entre risas y bromas de la mayor, Camila se divirtió como hace mucho tiempo no lo hacia.