Akop. [COMPLETA]

Capítulo 2.

Todo había sucedido de una forma muy borrosa y al mismo tiempo confusa, tenía el baúl justo frente a ella y aun así las lágrimas de sus ojos le impedían la visión de lo que estaba dentro, las piernas le temblaban, la sangre se le enfriaba y esta se iba rápidamente de su rostro.

Las paredes de la que todavía era su casa pasaban a cámara rápida mientras sus piernas la conducían hasta el exterior, se dejó caer en la mitad de la acera, con la respiración acelerada y el rostro surcado en lágrimas, aun descalza y llevando puesto su pijama. Escuchaba gritos pidiendo ayuda y reconoció que estos sonaban con su voz pero ni siquiera podía controlar sus labios al abrir y cerrar. Vio movimiento y personas que se aglomeraban a su alrededor, sabía que eran sus vecino pero apenas reconocía sus rostros aterrados, apenas debía de reconocerse a sí misma cuando se dio cuenta de que estaba cubierta de la sangre de Lucia.

Solo podía escuchar retazos de frases y conversaciones a las que ni siquiera lograba encontrarles el sentido.

- ¡Jocelyn! ¡Jocelyn! ¿Te encuentras bien?

- Señora Sanders ¿Está usted herida?

- ¿Qué ha pasado? ¿Un ladrón se habrá...?

- 911, quiero reportar una emergencia, Greensboro, Avenida 109, calle...

- Joss, ¿Dónde está...?

Ninguna palabra lograba ser procesada por su alterada mente. De la nada sintió como dos brazos la levantaban y la dejaban con cuidado en la escalera de entrada a su propia casa. Consiguió distinguir algunas siluetas que se movían en la oscuridad del primer piso y sabía que estaban gritando órdenes entre ellos para recorrerla por completo y atrapar a cualquier infiltrado; iban a conseguir algo mucho peor que un ladrón.

Pocos minutos después e hicieron audibles las sirenas de policía y aparecieron a la vista dos patrullas seguidas de una ambulancia.

- Todos los vecinos diríjanse de vuelta a sus hogares inmediatamente, lo que se encuentran adentro de la propiedad 215 hagan el favor de salir y retirare, están en la escena de un crimen. - dijo la voz de algún policía amplificada por un megáfono.

La multitud de personas comenzó a disiparse y la decena de hombres que habían entrado a investigar salieron de allí corriendo, uno de ellos alcanzó a una pareja de policías que salían de la segunda patrulla.

- En la habitación de la izquierda del segundo piso, hay un cadáver de una niña, se llama Lucia Sanders, es su hija.

- Deje que nos encarguemos nosotros de esto, - dijo un oficial de edad algo avanzada - ahora retírese.

Tres de los cuatro policías entraron empuñando sus armas al interior mientras que el último de ellos se dirigió hasta Jocelyn y se hincó a su lado.

- ¿Se encuentra bien señora? ¿La lastimaron?

La única respuesta que fue capaz de darle fue un leve movimiento de negación con la cabeza.

- Está en estado de shock, ¿Quién es usted?

- Mi nombre es Alana Black, vivo al lado, somos amigas. - respondió su vecina que no se había ido de su lado desde que probablemente hubiera sido despertada por los gritos de Jocelyn y el ruido de toda la calle al salir a espiar a algún vecino en problemas.

- La llevaré a que la revisen los paramédicos, venga conmigo, tendré que hablar con usted y necesitaré que me acompañe a la estación para llevarlas a ambas con el programa de protección a testigos.

Una vez los paramédicos dijeron que no había sufrido ningún daño, la policía optó por llevárselas a ambas junto con Steve Mackenzie, el informante que había visto el cadáver y otros cuatro vecinos más para un interrogatorio.

En el transcurso de todo ello aparecieron tres patrullas más junto con un par de autos cotosos y gente vestida de traje que salía de ellos, Jocelyn supuso que serían los refuerzos junto con un equipo de investigación.

Sentada en la parte trasera de la patrulla con Alana a su lado sosteniéndole la mano pudo ver una camilla que avanzaba hasta la ambulancia en la que ella misma fue atendida, sobre esta se podía ver una bolsa de lona de gran tamaño en la que sabía que se encontraba el pequeño y delgado cuerpo sin vida de su hija.