Salieron juntos al patio para recibir a su nuevo invitado. Fabricio Meléndez lucía un cabello canoso que combinaba el blanco platino y el gris y tenía pronunciadas arrugas en su frente, remarcada por ligeras patillas que daban la impresión de un inicio de calvicie. A pesar de ello no parecía un hombre viejo en ningún sentido, tenía la tez bronceada, sus ojos verdes mostraban un brillo casi infantil y daba la impresión de estar en buena forma.
—-¡Fabricio! —- dijo Alleah mientras iba hacia él para abalanzarse en su abrazo.
—-Demasiado tiempo sin verte pequeña —- le dijo él. Se veía ese cariño parecido al que se muestra por un tío lejano al que extrañas aunque nunca lo veas —-. Siento mucho lo de tu madre.
—-Esta bien —- se le quebró ligeramente la voz al contestar —-, yo igual. Gracias.
Jonathan se movió en sus pies disimuladamente sintiéndose incómodo, como si contemplara un enternecedor momento en familia y él fuera un extraño mirando a la distancia.
—-Fabricio, te presento a Jonathan Burke, ha estado ayudándome en todo esto y se quedará con nosotros por el momento.
—-Un placer en conocerlo señor Meléndez. —- lo saludó extendiendo su mano.
—-El placer es mío. Por favor dígame Fabricio, prefiero que se dirijan a mí por mi primer nombre.
—-Claro, disculpe.
Después de terminar con las formalidades y presentaciones entre ellos llevaron la maleta de Fabricio dentro de la casa y prepararon comida, tal y como si fuera un día normal, una visita normal. Pero esa normalidad no duró tanto como hubieran deseado que durara porque al cabo de unas dos horas a partir de su llegada Fabricio se decidió a tomar las riendas de la situación, quería volver a ver a su esposa lo antes posible.
—-Y bien, ¿Qué es lo que tienen en mente? —- les preguntó directamente —- Me di cuenta desde que entré aquí que hay algo poderoso aunque no quieran decírmelo aún.
—-¿Quieres que vaya directo al grano o prefieres la historia desde el principio? —- dijo Alleah intentando ganar un poco más de tiempo antes de comenzar con el trabajo que tenían entre manos.
—-¿Tenemos tiempo? Mejor dame un resumen de la historia completa.
—-En ese caso debería de ser Jonathan el que inicie con el relato. —- le dirigió una mirada a Jonathan indicándole que podía comenzar.
Hizo lo que le pedían y empezó a narrar todo lo más detallado que recordaba y evitó mencionar las partes confusas para él. De igual manera no tuvo por qué preocuparse, Fabricio Meléndez no lo interrumpió ni realizó ningún comentario, tan solo prestó atención a la historia mientras lo veía con expresión inmutable.
Al acabar con su relato, inesperadamente se levantó y se dirigió a Alleah con voz firme e imperativa.
—-Déjame verlo, ¿En dónde lo tienes?
Jonathan también se había hecho esa pregunta varias veces, en ningún momento mientras estuvo allí Alleah le dijo que había hecho con el muñeco ni a dónde se dirigía la vez que tan misteriosamente desapareció de la casa por casi dos horas dejándolo solo.
—-En casa de mi madre obviamente.
Tomaron todas sus cosas y se dirigieron a la salida para encaminarse a casa de Nancy Donahue a enfrentarse con lo que sea que los espere allí cuando Jonathan recordó algo.
—-Fabricio, ¿Necesitabas algo? Acabo de recordar que llamaste a Alleah ayer por la noche. — Fabricio le dirigió una mirada extrañado.
—-Yo nunca llamé.
ESTÁS LEYENDO
Akop. [COMPLETA]
Misteri / ThrillerJocelyn es perseguida sin apenas saberlo, acechada por demonios ajenos, elegida totalmente al azar. Solo puede ser uno a la vez, esta vez llegó su turno; pero por mas que lo haya perdido todo no se puede darse el lujo de rendirse sin dejar que...