Llevaba ya alrededor de una hora sentada, esperando a que el investigador Alexei Sexton volviera y reanudara de nuevo sus preguntas, las cuales habían quedado en pausa todo un día por el funeral y entierro de Lucia, su hija.
Seguían siendo las mismas preguntas de nuevo, ¿Vio o escucho algo esa noche o antes de irse a dormir?, ¿Notó usted algo diferente a lo largo de la semana?, y muchas preguntas más, todas sencillas y fáciles de responder. Sexton ya no tenía más paciencia para las breves respuestas de "si" y "no" que Jocelyn le daba; la mujer se había negado a decir alguna otra palabra en el transcurso de dos días y, para recibir mayor información general de su vida junto con la de su hija, la policía se vio obligada a hablar con su familia, vecinos y amigos, gracias a quienes pudieron saber que Jocelyn nunca había tenido ningún problema con la ley ni nada parecido, vivía aústeramente pero sin ninguna deuda económica y tenía buenas relaciones familiares y de trabajo.
Ya estaban a punto de comenzar de nuevo con lo mismo cuando un agente bastante desaliñado entró allí pidiendo la atención del investigador.
─ Deme un minuto señora Sanders, espere aquí hasta que yo vuelva. ─ le ordenó antes de seguir Al agente fuera de la habitación. Desde entonces no había vuelto.
Luego del transcurso de la primera media hora dejó inclusive de ver el reloj. Al tiempo volvió a entrar estruendosamente seguido del mismo hombre desaliñado y otro ofician de mediana edad.
─Señora Sanders, ─su rostro tenso y serio mientras hablaba ─ permítame presentarle a Cristopher Atenton y a Jason Wittham. ─ señaló a cada uno respectivamente.
─ Tenemos ciertas cosas que hablar con usted, todo saldrá bien siempre y cuando esté dispuesta a colaborar. ─ se dirigió a ella Wittham quien lucía una placa de general con notable orgullo.
Jocelyn fijó la vista en los tres hombres que la escudriñaban con la mirada y había algo que no le gustaba de ello. Sexton procedió a tomar la palabra:
─ Verá, se ha negado a hablar conmigo hasta ahora y entiendo que su pérdida fue muy fuerte, pero tendrá que empezar a decirnos todo o tendremos que colocarla bajo arresto policial.
─ Empecemos con algo fácil, ─ ¿Qué ocurrió esa noche?
Jocelyn no estaba dispuesta a revelar nada a estos hombres quienes no le creerían.
─ Estaba dormida cuando... Escuché golpes, corrí al cuarto de mi hija cuando me di cuenta que venía de allí. Llegué y la encontré muerta debajo de la cama, luego corrí.
─¿Está totalmente segura de que fue eso lo que ocurrió? ─ preguntó Sexton quien nuevamente no recibió respuesta alguna. ─ Supongo que debe de saber que hemos tenido algunos problemas en la investigación.
"¿Qué clase de problemas habrían sucedido?" se preguntó a sí misma con miedo a decirlo en voz alta.
─ Señora este es nuestro asesor de investigación, continuó señalando a Cristopher Atenton y con este dando un paso al frente ─ tiene muchas cosas que comunicarle.
─ Muy bien, ─ se notaba en su voz que Atenton estaba nervioso, tal vez bajo mucha presión por lo que iba a decir a continuación ─ primero supongo que es irrelevante afirmar que mi equipo ha estado trabajando arduamente este par de días y ha llegado a ciertas conclusiones... ─ dudó un poco, por lo que tomó aire y prosiguió ─ La casa ha sido revisada por completo, ninguna de las puertas o ventanas fue forzada, no se encontró nada extraño fuera de lugar, ninguno de los vecinos dijo haber visto nada, no se hallaron huellas dactilares, cabello, marcas de zapatos, nada fuera de lo normal. Eso solo significa que no pudo haber ningún intruso.
─¿Entiende usted cuál es el problema que implica esto? ─ preguntó Wittham quien, se notaba, estaba acostumbrado a tener siempre la palabra y quien de irritó al recibir por respuesta una negación de cabeza.
─ Lo que implica es que si no hubo ninguna persona dentro de la casa, el único sospechoso en este caso es usted.
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Akop. [COMPLETA]
Mystery / ThrillerJocelyn es perseguida sin apenas saberlo, acechada por demonios ajenos, elegida totalmente al azar. Solo puede ser uno a la vez, esta vez llegó su turno; pero por mas que lo haya perdido todo no se puede darse el lujo de rendirse sin dejar que...