Capítulo 21.

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Era tarde, tal vez alrededor de las ocho de la noche cuando fue a una librería antes de volver a casa y justo antes de que la cerraran, ya había avanzado con la lectura del viejo libro prestado y quería investigar sobre demonología por cuenta propia sin requerir el uso de internet.

No estaba completamente seguro de haber elegido el libro correcto pero fue la opción que consideró más fiable, era el único de todo el montón de libro sobre demonios que daba la impresión de ser de mayor seriedad.

"Te estás obsesionando con esto Burke" se reprendió a sí mismo. Probablemente tuviera razón en ello, llevaba tiempo desde que no pensaba en nada que no estuviera relacionado con Jocelyn, con Akop o con Alleah.

Habían pasado cuatro días desde que habló con Jocelyn por última vez y le explicara lo ocurrido con los Walter, quienes lo habían llamado esa mañana para que volvieran a reunirse a cenar de nuevo, con Nancy Donahue y su hija y, ahora, con lo que en realidad no sabía que estaba ocurriendo ni para qué estaba investigando tanto sin ni siquiera saber en dónde estaba ese muñeco. Para su sorpresa Jocelyn no volvió a pedirle que se lo llevara de vuelto, parecía sentirse segura sobre la idea de que alguien como Alleah lo tuviera en su poder, de igual manera, su reacción ante el reportaje de la familia Ruíz no fue tan tranquila.

El libro era curioso, por el índice pudo ver que comenzaba con la historia de Luciel o Lucifer al revelarse contra Dios y ser desterrado de los cielos. El origen de los demonios, según decía, fueron los demás ángeles que escogieron o fueron obligados a seguir a Lucifer a los infiernos, el libro los mostraba acomodados en forma jerárquica, este en la cabecera bajo el nombre de Satán, seguido de los principales demonios que conforman los siete infiernos.

Seguido a esto había una descripción del infierno que lo hizo pensar que volvía a leer los libros de Dante Alighieri, "Infierno" y "La divina comedia", que tuvo que analizar a fondo en la clase de filosofía de la universidad, la cual nunca disfrutó en lo más mínimo.

La existencia del cielo y el infierno era algo en lo que tendría que volver a pensar, pero nada de lo que decía el libro le interesaba realmente, no sabía qué era lo que esperaba encontrar, pero no eran términos bíblicos exactamente lo que quería.

Iba por la página treinta y siete cuando su teléfono celular sonó y al contestar escuchó la voz aterrada de Alleah Donahue como nunca antes la había escuchado.

Arrojó el teléfono al sillón y volvió a ponerse los zapatos que había colocado en la entrada de su dormitorio y corrió hacia su camioneta.

Akop. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora