-Ahora lo comprendo todo. Linda, tú eres... Un ángel de la guarda.-sentencié.
-Eso era lo raro que estaba notando, pero... -
-¿Pero... ? -
-No es solo eso, es el ángel de la guarda de tu tío.-
-Uh... -miré a Linda. -¿Por qué... No le habías dicho nada a tío Karl? -
-Porque... Yo... -
-Madre mía, qué bien huele la comida.-de pronto, tío Karl ya estaba allí.
-¡! -todos nos asustamos por su repentina aparición.
-¿Qué... ? ¿He dicho algo raro? -
-... -
-Eeh... Vaaale... -miró a la mesa. -Cariño, ¿no te han traído tu comida aún? -
-... Tío Karl.-le llamé en un grito apagado, mientras Linda dirigió su mirada temerosa hacia mí por pavor a lo que le pudiera decir.
-¿... ? ¿Sí... ? -inclinó levemente la cabeza hacia la derecha como haciéndose de rogar.
-... -pero no me salían las palabras. -... He... -un sonido consiguió salir de mis labios.
-¿Qué pasa, Zea? -
-... -sacudí mis manos de lado a lado dando a entender que no era nada. -No importa... -Linda, quien estaba muy pendiente de mí, se alivió al comprobar que no era capaz de decirlo, solo por una simple razón.
-¿Estás segura? -
-... -
-¡Zea! -
-S-sí... -
«No.»
-¿Qué me estás ocultando jovencita? -
-... Nada... -
-Ay... -suspiró. -Linda, ¿tú la has visto hacer algo? -
-¡! ¿Qué? No, yo nada... -respondió algo desprevenida.
-Bueno, pues de acuerdo.-se sentó tranquilamente como si la conversación no le hubiera ensimismado y olfateó su copa para después beber un trago.
«Es mejor así... Sí, creo que es mejor que se dé cuenta el solito. ¿Pero y si se lo toma mal? Conociéndole es muy posible que se encierre en su habitación durante horas. Y más que no quiero causarle el problemón a Linda de que le monte el pollo aquí en medio de una velada romántica... Voy a consultarlo con Marth.»
-Oh... Vaya... Creo que... Antes debería haberte hecho caso e ir al lavabo, Linda... Je, je... Creo que me estoy... ¡! Haciendo pis... Je, je... -al menos lo intentaba explicar de la manera más fina posible.
-¿Otra vez? Bueno, no tardes que tu comida ya está servida y se te va a enfriar.-me aconsejó tío Karl.
-Sí, sí, ahora vuelvo.-me puse en pie y tiré de la manga de la camiseta de Marth para que viniera conmigo.
-Ueh... -se levantó algo forzado.
-Ven, entra.-
-E-espera, Zea.-se detuvo a un paso o dos de la puerta.
-¿Qué? -
-No puedo.-
-¿Por qué? -
-Es el baño de chicas.-
-... -mi cara no era capaz de expresar lo poco que me importaba eso en aquel momento. -Da igual, nadie te va a ver... -jalé de su brazo, consiguiendo así que entrara.
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Ángel de la oscuridad
Разное•(Editando)• Siempre que nos hablan de la religión, pensamos en Dios, la Biblia o los demonios. Nunca me ha gustado la religión, no creo en Dios ni soy católica. Todo lo contrario, atea hasta la muerte. Si de verdad hubiera un dios todo poderoso qu...