Ángel de la oscuridad

Capítulo 36: ¿Qué debo hacer?

Los nervios me invadieron a la mañana siguiente, no podía creer que esa misma tarde iría a su casa. Sé lo exagerado que podía sonar, pero siempre había sido muy, muy, reservada y tímida...

-Hey, ya sé cuando te puedes venir.-anunció Rick, nada más entrar yo en el club.

-Hola, Rick.-saludé cordialmente. -Dime.-

-¿Te gustaría venirte ahora en cuanto salgamos? Mi madre quiere que vengas a comer.-

-Eeh... Mm... Comida, eso es muy tentador, ja, ja... Pero no sé... -

-Ya, siento que haya sido todo muy precipitado, pero así al menos acabaremos antes.-

-Sí, por esa parte tienes razón... -

«Pero si ya me daba vergüenza antes, ahora me da mucha más si además me quedo a comer. Creo que no estaría bien decir que no, después de todo, su madre me ha invitado.»

-... -saqué mi móvil. -Deja que avise a tío Karl.-

-Vale.-por su mirada, diría que le hizo feliz.

-... -esperé unos segundos para que me contestara.

«Joder, qué nervios... Ostras, ¿y si ahora mismo está con Linda e interrumpo algo? Mejor pensar que no...»

-¿Diga? -escuché la voz de tío Karl.

-Tío Karl, mi amigo me ha invitado a ir a su casa a almorzar en cuanto salgamos del insti... ¿Vale? -

-Mm... Está bien. ¿A qué hora volverás? -

-Eeeh... Pues cuando acabe el trabajo te aviso, ¿okay? -

-Okay, perfecto. Así estoy más tiempo a solas con Linda, ¡ja, ja! -

-... -puse cara de poker.

-¿Es con ese tal Marth ese trabajo? -

-Eh, no. Es con Rick, uno del club.-

-¿Otro chico? -

-T-tío Karl no lo digas de esa forma que puede parecer otra cosa... -

-Mm... -

-Eeeh... -

«A ver qué me dice ahora...»

-Venga, va... -

-¿? -

-Trabaja mucho. Adiós.-

-H-hasta luego.-me colgó.

-¿Qué te ha dicho? -preguntó Rick.

-Que sí, que puedo ir.-

-¡Wo-ho! -lanzó un pequeño grito.

-Ja, ja... ¿Y eso? -

-Es que, debo admitir que me hacía mucha ilusión.-

-¡! -

«¿I-ilusión?»

Pasamos la hora trabajando y esperando a que llegara la hora de comer.

«¿Tendré ganas de comer con lo nerviosa que estoy? Uff... Relájate, Zea. Relájate. Creo que ya tengo suficiente confianza como para quedar con cualquiera de ellos... Y más con él, que me ha contado secretos...»

-Bueno, ¿has recogido todo ya, Zea? -

-Sí. Incluso he guardado el libro ese de física para llevarlo a tu casa, Rick.-

-Perfecto. Vámonos entonces.-

-Okay.-

Caminamos durante un rato en silencio, hasta que decidí romperlo.