Los rayos del sol querían extenderse y tocar nuestros cuerpos, había dejado la persiana un poco subida porque a Marth le gusta ver las primeras luces del alba. En cambio yo, prefiero levantarme en plena oscuridad. Me desperté nada más escuchar el piar de las aves que suelen hacer nidos en el tejado de la casa de al lado. Entonces de golpe, recordé que Marth y yo habíamos dormido juntos, sintiendo su mano en mi cintura. No me moví, aproveché que estaba de espaldas a él para pensar en lo bonito que me resultaba despertar a su lado, una sensación que nunca antes tuve, nueva y especial; ni siquiera sabía cómo había podido tener los cojones de haberme puesto junto a él hace tres noches, yo que soy tan tímida... No quería que se acabara jamás el momento, incluso teniendo ese pequeño miedo a pensar que en algún instante podría bajar tío Karl y vernos e imaginarse lo que no es. Por suerte no ocurrió, Marth se estiró y me dio los buenos días. Ambos nos preguntamos qué tal habíamos dormido y nuestras respuestas fueron alegres. Antes de que pudiéramos darnos cuenta, estábamos hablando de manera jovial, nuestras caras estaban cerca, pero me daba igual, lo estaba disfrutando. Al levantarnos, le preparé un café con leche, me hizo gracia ver la cara que puso al probar lo amargo que sabía, ja, ja. Tuve que ofrecerle azúcar, no soy tan mala...
En fin, no quería ponerme cursi mientras decía esto, pero simplemente quiero que quede registrado en mi memoria y para ello, ¿qué método funciona mejor que escribirlo?
Más cosas a comentar: Teo nos ha propuesto ir a una de las casitas de verano que su abuelo alquila junto a la playa, una idea genial. ¡Iríamos todos de vacaciones! Ha costado un pelín convencer a tío Karl, pero gracias a Linda lo conseguimos. Total, ya estaba prácticamente preparando las maletas, ja, ja.
Será increíble pasar unas vacaciones con mis amigos, una aventura que necesito vivir y no me perderé por nada.
Bueno, aquí me despido con unas ganas tremendas de empezar el viaje.
Hasta la próxima vez que escriba.
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Ángel de la oscuridad
Ngẫu nhiên•(Editando)• Siempre que nos hablan de la religión, pensamos en Dios, la Biblia o los demonios. Nunca me ha gustado la religión, no creo en Dios ni soy católica. Todo lo contrario, atea hasta la muerte. Si de verdad hubiera un dios todo poderoso qu...
