Capítulo 31: Tío Karl

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De camino a casa, estuve pensando en tío Karl.
Nunca me contaba nada sobre su... Pasado. Me sorprendía muchísimo lo de su "ligue", ya que, tampoco me decía que le interesaba una mujer u otra...

-¿Sabes por qué me sorprende eso de tío Karl? -le pregunté a Marth.

-Mm... No.-

-Verás... Él desde que me cuida, nunca ha tenido pareja. Ni siquiera mostraba un poquito de interés en ello. Hasta ha habido veces en las que me ha dicho que es feliz estando soltero... ¿Me sigues? -

-Sí, ya veo... -

-Y es por eso que me resulta muy extraño... No sabría yo si decir que... Es normal en él.-

-Oye, a lo mejor, tú tío estaba bien como soltero pero ha acabado conociendo a alguien y le ha dado fuerte. Así que piensa, si no le interesaba nadie es que se ha enamorado de verdad, ¿no? -

-¡! -

-... ¿No? -

-Tío Karl... Enamorado... -me quedé pensativa.

-... Eeh... ¿Zea? -

-¡Tío Karl está enamorado! ¡Sí! Tengo... Tengo que apoyarle en su relación para que todo le vaya bien... -decía mientras le sacudía a Marth por los hombros.

-¡! Vale, vale, ¿podrías soltarme? -

-Ups... Sí.-le solté. -¡Vamos a casa, rápido! -

Corrimos, o mejor dicho, corrí y le hice correr. Entré en casa como si fuera una loca por saber qué me diría tío Karl.

-¡Tío Karl! -

-... -no recibí respuesta.

-¡Tío Kaaarl! -

-¿Quéeee? -se oyó en el piso de arriba.

-¡Tío Karl! -subí las escaleras a la velocidad de un rayo.

-¡Cuidado, Zea! -advertía Marth.

-¿Qué pasa? ¿Qué quieres? -preguntó al verme en la puerta de su cuarto.

-¿¡Es verdad que tienes novia!? -dije bastante alto.

-¡! -abrió los ojos como platos.

-Dime, afgh... -tomé aire después de lo que había corrido. -¿Es verdad? -

-... Sí... ¿Pero cómo te has ent... ? -me lancé a él para abrazarle antes de que pudiera acabar la pregunta. -¡... ! Ay... -

-¡Eso es estupendo! -

-... Sí, vale, vale. Quítate.-me echó a un lado con dificultad.

-¿Por qué no me lo habías dicho? -

-Pues... Porque primero quería pasar más tiempo con ella antes de presentártela.-

-... -

«Bueeeno... No lo veo como ninguna excusa.»

-¿Quién te lo ha dicho? -

-Hoy he estado en el Delizia, y Priscilla me lo comentó.-

-Pues vaya si se ha corrido la voz... -

-Oye, oye, tío Karl. ¿Cómo se llama? -

-... Linda.-

-¿L-linda? -

-Sí, ¿qué pasa... ? Es un nombre lindo, ¡ja, ja! -

-Oh, ja, ja, qué gracioso eres.-hice destacar el sarcasmo.

Ángel de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora