Capítulo 23: Enfrentamiento

45 18 8
                                    


-Zea.-me llamó Rick. -Hablemos un momento fuera.-

-... -salimos al pasillo.

Nos quedamos mirándonos muy separados, como si fuera una clase de enfrentamiento.

-¿Has leído la puta carta? -preguntó Rick.

-... Sí.-

-Lo sabía... Agh.-refunfuñó. -¿Y por qué? ¿Acaso no te han dicho que leer cosas de los demás puede ser privado? Coño.-

-Lo siento no pude evitar... -

-¡Ya, claro! ¡Y entonces metiste las narices donde no debías! -subió el tono de voz.

-... No se lo contaré a nadie.-

-¡Ja! ¿Crees que confío en ti? ¡Qué graciosa! -

-Pero creo que sí sabes que no tengo a nadie a quién contárselo.-dije con absoluta tranquilidad .

-¡Claro que sí! ¡Estás más sola que la una! -

-... -

-¿Por qué? Venga, aún no me has respondido. ¿¡Por qué!? -

-¡He intentado decírtelo! No pude evitar tener curiosidad.-

-¡... ! -puso cara de enfado.

-Además yo quería conoceros a cada uno y me pareció que... -

"Los secretos más oscuros de Rick"! ¡Es el mejor título que se le puede poner a una carta para conocer mejor a una persona! -

-... -

-¡No quiero oírte decir nada! -

-... -

-¡Y mucho menos a la gilipollas de su autora! -

-No... -apreté mis puños.

-¿¡No qué!? -

-¡No te atrevas a hablar así de Vicky! -comencé a gritar.

-¡Aah! ¿Conque la conoces, eh? ¿¡Ha sido ella quien te la ha dado!? -

-¡Ella... ! ¡Ella no me ha dado nada! -

-¿¡Entonces qué!? ¿¡Llegó a tus manos misteriosamente!? -

-¡Estaba mezclado entre los trabajos que Teo me dio! ¿¡Yo qué coño sé cómo llegó ahí!?-

-¡Serás gilipollas! -

-¡Ya está bien, me marcho! -

-¡Eso, vete a contárselo a Vicky! -

-Está muerta.-

-¡... ! -su rostró cambió, pareció una mezcla entre pena y rabia.

«Otra vez... Hemos acabado en una "conversación" casi igual que ayer...»

Finalmente me miró con cara de odio absoluto.

-... -le di la espalda dispuesta a irme poniéndome bien la mochila.

Me alejé un poco caminando lentamente.

-¿Vas a contárselo a tus padres, entonces? ¡Ah, no! No me acordaba de que también estaban muertos.-

-... -me detuve en seco.

-¿¡Qué pasa!? ¿¡Acaso los que se suelen acercar a ti se acaban muriendo!? -

-¡! -

-Pensándolo bien... Esa puta está mejor muerta.-

«Estás muerto...»

Ángel de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora