Capítulo 49: Sálvame de él

24 11 1
                                    

-¿Diga? -pregunté sin mirar quién había llamado.

-Zea, por favor ayúdame.-

-¿Rick? -

-Sí, soy yo... Necesito, n-necesito que... no sé... yo... -

-Calma, Rick, ¿qué ocurre? -

-Mi padre... ha vuelto a casa.-

-¡! -

-Tengo miedo... ya he llamado a la policía, pero no han... yo... no he podido.-

-Rick, espera, espera... -

-No quiero que esté con nosotros de nuevo... -

-Escucha... -

-... -

-¿Dónde estás ahora mismo? -

-En la plaza que está más cerca de mi casa... -

-¿La plaza Santa Pluviam? -

-Sí.-

-Vale, tranquilo, que ahora mismo voy.-uno o dos segundos depués, colgué.

Sin pensarlo dos veces, me puse la chaqueta y fuimos a buscarle al lugar donde se encontraba.

-Joder, Marth... ¿C-crees que le habrá hecho daño a su madre? -dije con la voz entrecortada debido al cansancio de nuestro rápido caminar.

-... no, no creo... -

-¿... ? ¿Y eso, por qué? -

-Si ha vuelto después de tantos años... es porque quizá está buscando algo, por eso creo que no tiene interés en pegar a su madre... -

-Oh, ojalá tengas razón, Marth.-

-Démonos prisa... -

-Ah... sí... -

Al cruzar por el puente que llegaba hasta la plaza, pudimos ver a Rick en la lejanía, que daba vueltas en el sitio bastante nervioso.

-Rick.-

-Zea... ¡Cómo me alegro de verte! -

-Vamos, tranquilo, sentémonos y cuéntame lo que ha pasado.-

-... está bien... -

Nos acercamos al banco más cercano, yo esperaba que así conseguiría relajarse un poco.

-Dime, ¿cómo es que tu padre ha vuelto? ¿Está bien tu madre? -

-... ¿Recuerdas... lo que te conté hace tiempo? -

-Mm... ¿a qué te refieres? -

-Cuando te expliqué la historia del pequeño pruy... -

-¡! -

________________________________

Recuerdo del capítulo 22:

* -... ¿Qué... Le pasó a tu pruy? -

-Je... Murió hace demasiados años por culpa de mi padre. Él se... Empezó a emborrachar y pegaba a mi madre cuando yo tenía séis años... -

-Lo... Lo siento.-

-No pasa nada, en eso la culpa es de ese pedazo de cabrón al que no espero verle el careto nunca, porque sino, se lo dejaría peor que la mía ahora mismo.-

-Pero aún así... -

-... Un día salí a la calle, cuando mi padre no regresaba más. Una joven me ayudó, bueno, a mí y a mi madre, si me acordara de su nombre se lo agradecería. Aunque mi pa... Ese cabrón, dijo que volvería cuando yo fuese un hombre. Si supiera que lo soy, desde que... Ese pruy murió... -*

Ángel de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora