Ángel de la oscuridad

Capítulo 32: Reagrupados

Varios días después.

-Vaya mierda... De vuelta a clases.-me quejé caminando hacia el instituto con Marth.

-... Bueno... Por lo menos podremos ver a nuestros compis del club.-

-Sí... Pero creo que eso es lo único bueno.-

-Vamos, no seas negativa.-

-Lo sé, es que... El segundo trimestre siempre es el más jodido.-

-Mm... Tal vez. Pero este año yo estoy contigo.-

-... -sonreí.

-¡Zeaaa! -la voz reconociblemente gritona de Monique, me llamó.

-¡! Hola.-la saludé.

-¡Hola! ¡Feliz año, con atraso! -se puso a mi lado derecho, justo al contrario de Marth.

-Igualmente.-

-¿Vamos juntas al insti? -

-Vale.-

«Vaya, no me esperaba que esto me llegase a pasar.»

El silencio se hizo al caminar unos pasos adelante.

-... -los tres estábamos más callados que un mentiroso rodeado de polígrafos.

-¿Siempre coges por este camino? -comenzó ella un tema con que conversar.

-Eh... Sí.-

-Ya veo.-

-¿Y tú? P-por... ¿Por dónde sueles coger? No recuerdo haberte visto nunca por aquí.-

-Ah, bueno, es que la semana pasada me fui a vivir a la casa de mi madre.-

-¡! La... ¿Casa de tu madre? -

«No me digas que...»

-Oh, verás. Hace un año mis padres se separaron y desde entonces he estado viviendo en casa de mi padre y de mi madre, iba cambiando según como fuera su trabajo. Hasta que finalmente he decidido irme a vivir con mi madre.-

-Oh, lo siento. No lo sabía.-

-No pasa nada. ¡Hay que seguir siempre adelante! -alzó su puño.

-Je... -

«No me esperaba para nada esto. Pobrecilla, eso no tiene que ser fácil de superar. Sin embargo, ella siempre está ahí, sonriendo.»

Tras unas clases laaargas y aburriiidas, me dirigí al club. Tenía ganas de volver a ver a mis amigos, y sí, me atrevía a decirlo: amigos. Por desgracia llegué la segunda y Marisa que ya estaba allí, me dedicó una sonrisa maliciosa.

-Vaya, mira quien es. La rarita que habla solita.-

-Vaya, mira quien es. La puta.-

-Ja... ¿Aún sigues haciéndolo? -

-¿El qué? ¿Odiarte? -