Capítulo 56: Juntos de excursión

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-¿Llevas camiseta de respuesto?

-Sí.

-¿Cantimplora?

-Ajá.

-¿Dignidad?

-Ja, ahórrate el chiste, Marth, ya está muy visto.

-Vaaale, tenía que intentarlo. ¿Se lo puedo hacer a Rick?

-Ja, ja, ja..., no seas capullo, ja, ja...

-Okay, okay...

-...

-¿En serio, no puedo?

Ese día nos tuvimos que levantar más temprano de lo habitual, pues no marchábamos de excursión todas las clases de segundo de bachillerato. Como si fuera una especie de "despedida de fin de curso".

En la parada del bus ya estaban cientos de personas aguardando a la llegada de sus otros muchos compañeros. Yo busqué a los míos atravesando entre varios corrillos de amigos formados por gente desconocida y conocida para mí.
Teo, Celia, Julian y Rick ya estaban ahí.

«Qué extraño, pensé que la asquerosa de Marisa llegaría con su hermana.»

-¡Hola!

-Hey-saludó Julian.

-Buenos días-también Teo.

Resultaban absurdas nuestras caras de felicidad al saludarnos, en serio.

-¿Nerviosos?-pregunté.

-U-un poco, ja, ja..., hace años que no voy a la montaña-respondió Celia.

-Seguro que nos lo pasamos estupendamente-le animó Teodor.

-Seh. Además, un paisaje montañoso seguro que nos da inspiración a cada uno-en aquel momento Rick se refería a sus poesías, a las historietas de Teo y a la música de Celia.

-Lo dirás por vosotros, pero en las montañas no hay WI-FI... -se lamentó Julian y todos reímos por su comentario-. Joder, no os riáis...

-Vaya, ¿pasándolo bien sin mí?

«Marisa...»

-No es justo hermanita..., te dije que me esperases.

«Ningún hermano llama a su hermano como "hermano", valga la redundancia...»

-Pero, Marisa, si te he estado esperando media hora. Eras tú la que no salía del baño-se quejó Celia.

-Mmpf... -le echó una mirada asesina a su hermana pero en seguida forzó una sonrisilla para hacerse la buena-. Oh, no discutamos por una tontería y alegrémonos de que nos vamos de excursión.

«Pero si has sido tú la que ha querido empezar una discusión.»

-Buenos días, Teo-se acercó a su "amorcito" y le dio dos besos en las mejillas.

«¿Y los demás qué? ¿No les saludas? O sea, por mí encantada, yo no quiero dos besos tuyos..., pero me molesta que no intentes siquiera portarte bien con mis amigos.»

Marth me leyó el pensamiento y se rió, Rick le miró instintivamente.

-¿Y el bus? ¿No podemos entrar aún? -preguntó Marisa.

-No, tenemos que esperar a que nos avisen los profesores-dijo Teo con calma.

-Sí, y Monique no ha llegado todavía-añadió Julian comprobando la hora de su reloj.

-Es raro, Monique nunca llega tarde-me sorprendí.

-¡Chicooooos...!

-Hablando de la reina de Roma-exclamó Rick.

Ángel de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora