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-¿Cuál es el motivo de tu sonrisa al dormir? -me preguntó Luca, despertándome con un beso en la frente.

-No hay motivo en mis sueños, porque el motivo está frente a mí, mi motivo y sus ojos azules -sonreí y crucé mis brazos por su cuello.

-Sabes que decir en los momentos menos exactos.

-¿Por qué es el momento menos exacto ahora?

-Porque cuando creí no poder enamorarme más de ti, me dices esas cosas, con tus ojos entrecerrados y tu voz ronca de recién levantado. Eso me enamora, que sea yo a quien veas al despertarte. Es una distinción enamorarme de ti y cada día lo hago más fácilmente.

Recuerdo haber sujetado su mano esa noche y volver a quedarme dormido, recuerdo también que Luca me había dicho algo, terminando en un "lo siento". Dos días después, durante la reunión de cumpleaños de mi abuelo, el falleció.

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El despertar con el sonido del choque del carbón fundiéndose con las llamas de los motores de los trenes de la isla, es algo que no me solía suceder mucho en casa. Por lo general, en Yüte, lo más estruendoso que se escuchaba era el ladrido de los perros al correr detrás del periodiquero, eso y a la vecina, la Señora Morrys gritándole a sus hijos que se alisten para la escuela, de alguna manera lograba estar tranquilo con tanto ruido en casa, y acá en Crusia, no hay diferencia, el sonido del motor a la distancia, sumándose con el sonido del choque de las olas contra las rocas, brindaba cierto sosiego al entre sueño que viene antes de abrir los ojos y declararse despierto.

El olor a agua salada entraba por el balcón y se mezclaba con el olor a incienso de regaliz que Rocco había puesto durante su sección de yoga, las paredes del dormitorio se veían más blancas con la luz del sol y los ladrillos del techo mostraban su candente color naranjo. Marcaban las ocho y cinco en el reloj del gato en la pared y no había señal de mi compañero en el cuarto. Al bajar de la litera, una nota con mi nombre se encontraba sobre la cama de Rocco que decía:

"Un chico vino a tocar la puerta durante mi sesión, vino y preguntó por ti. Dile, PORFAVOR que no tiene derecho a interrumpirme.
Dijo que se adelantaría y que se vieran en la entrada de diseño a penas tengas tiempo, dijo además que te dejaba galletas de mantequilla. Las dejé en tu escritorio.
Pdta.: Me comí una."

De inmediato tomé una ducha, me vestí y salí corriendo del edifico comiendo las galletas de mantequilla hasta llegar a la universidad. Un monstruo de monumento central con cuatro cedes a su alrededor, forradas todas cinco con una sábana de plantas trepadoras tratando de cubrir las paredes y pilares que le daban a universidad un estilo barroco y elegante, caminos adoquinados y adornados con faroles cada cuantos metros, lo que no era camino se encontraba vestido de un verde pasto y decorado con flores de varias formas, tamaños y colores; asientos de madera le daban el toque a la universidad de un lugar perfecto para llegar y pasar el día. La facultad de literatura es la primera a la izquierda, un conjunto de ladrillos blancos daban forma al edificio y un portón de cristal con palabras impresas en color cenizo "LITERATVRE". Al entrar se veían pinturas de escritores famosos con su respectiva firma y fecha, y en el centro de la sala había una señorita, de unos treinta años más o menos, era la recepcionista.

-Buenos días señorita, me llamo Patters Damian, vengo para ordenar los papeles de la beca.

-Señor Patters -me miró y luego ojeó una libreta con nombres -aquí está, Patters Polanco Damian Vincent -señaló un visto a un lado de mi nombre y extendió su mano -bienvenido a la Universidad de la artes de Crusia, me nombre es Jade Benner, la secretaria de la facultad, el Sr. Stokes lo espera en su oficina -me llevó por un corredor largo de madera hasta llegar a una puerta de cristal parecida a la de la entrada, pero con la diferencia de que ésta decía "Decano".

Tocó la puerta.

-Pase -sonó clara y ronca una voz que venía de la oficina.

-Sr. Stokes llegó el becado.

-Hágalo pasar.

-Pasa hijito -se abrió paso entre la puerta y yo, y salió de la oficina.

La oficina era como una oleada de libros, por todas partes, en estanterías, repisas, mesas, unos abortos y otros cerrados, pero todos con una impecable coraza de cuero, en distintas tonalidades las portadas.

-Que no le impacte mi oficina -dijo el Sr. Stokes -espera a ver la biblioteca -se levantó del asiento y me invitó a tomar asiento en una de los muebles que se encontraban frente a su escritorio -¿Es usted el Sr. Patters? -preguntó.

-En verdad el señor Patters es mi padre, yo soy Damian Patters, mucho gustó -lo saludé con un fuerte y confiado apretón de manos, el decano rio.

-Muy bien Damian Patters, eres el becado en literatura de éste año, cada año la universidad acoge en su seno a cuatro chicos, con becas en las respectivas artes, literatura, diseño, música y teatro, cada una con nombre, tú y otros tres chicos fueron los afortunados en formar parte de ésta universidad sin tener familia de renombre o alguna conexión ya sea genética o monetaria -agarró la taza de café que tenía frente a él y dio un sorbo -felicidades y gracias. Tengo que decir que la obra que escribiste fue ciertamente impecable, yo mismo me tomé el tiempo de leerla detalle a detalle y escribir tu carta de recomendación para llevarla a la junta de becados, en pocas palabras, gracias a mi estás aquí.

El Sr. Stokes llevaba una rubia melena llegando a la transparencia y una recortada barba del mismo color, una camisa con corbata y una leva de color azul. Le agradecí el buen trato y por su favor, pero yo creo que el mérito me lo llevo yo. Y Luca. Conversamos cerca de tres horas, me dio el bono de la beca, los libros y una bicicleta para no gastar en transporte, el horario y nuevamente la bienvenida a la universidad. Y me advirtió sobre cualquier acto ilícito e irrespetuoso para la universidad. Si llegase a llevar a cabo una infracción sería expulsado de manera inmediata. Los estudiantes del primer año duermen fuera de la universidad y una vez que pasan al segundo semestre son bienvenidos a la estadía de la misma universidad. Di las gracias y salí directo a la facultad de diseño para encontrarme con Christopher, quien cariñosamente se encontraba despidiéndose de una al momento de verme. Sé que no son celos, lo conozco recién, pero si no lo es, ¿qué es?

-¿Quién era la chica? -pregunté sin darme cuenta.

-Alguien que conocí -dijo Christopher poniendo su largo brazo en mis hombros -vamos a comer, yo invito.

Si no son celos. ¿Qué son?

☆voten por favor☆

Antítesis De Un Hombre Bohemio #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora