Antítesis De Un Hombre Bohemio #Wattys2016

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¿Crees es las malas decisiones o en las opciones ignoradas?

Por unos días, junto a Christopher las cosas se recreaban en la realidad como en mi mente se generaban: tazas de café caliente por las noches, historias que contar por las tardes y sábanas que compartir por las mañanas, esas mañanas inesperadas donde lo primero que ves a quien quieres y es por inercia que le robo besos, me he acostumbrado a su presencia junto a mí. Las noches pasaban rápidas, entre bromas, tazas y miradas llenas de acertijos; Rocco se fugaba para encontrarse con Alicia en un cerramiento que queda por el edificio de las mujeres; ahí Christopher y yo aprovechábamos para jugar y conocernos mejor, pero no llegué a conocerlo lo suficiente. La llegada inesperada de su hermano mayor complicó las cosas entre nosotros estos últimos tres días.

Llegó el jueves mientras Rocco le enseñaba poses de yoga a Christopher, había hablado con Franz y él le comunicó el lugar, fui yo quien abrió la puerta después del golpeteo desesperado de Vicente.

-Hola -dejó la valija en el suelo -¿está Christopher aquí? -preguntó.

-Sí -recele en el marco de la puerta, en ese momento no sabía de quien se trataba.

-Me llamo Vicente Mondrian, hermano de Christopher.

-Hola, yo me llamo Damian -abrí la puerta por completo para que así pudieran encontrarse los hermanos -Christopher, tu hermano llegó -miré a Christopher confundido, yo no sabía que él tenía un hermano. De hecho cuando le pregunté lo negó.

-Vicente -saltó del suelo asustado -¿Qué haces aquí? -se acercó a la puerta y se paró frente a mí. Ignorándome totalmente.

-Vengo a asegurarme de que estás bien, no he recibido ni una sola carta de tu sitio parte desde que llegaste acá, además me notificaron de la helada.

-Estoy bien, ahora vete -le dio un pequeño empujón hacia el corredor. Vicente se puso firme frente a él.

-Yo me quedo aquí, ya hablé con el recepcionista y dijo que no había problema siempre y cuando quieras compartir cama y habitación conmigo y tu compañero no tenga inconveniente.

Christopher salió de la habitación, miró hacia mí, inexpresivo y se llevó a su hermano a la habitación de al frente, Vicente se despidió alzando la mano por encima de Christopher. Miré como se cerraba la puerta, sin palabras ni palabras al viento, no prometió regresar más tarde o visitar en la noche.

-¿Quién era? -preguntó Rocco intentando llevar su pierna detrás de su cabeza.

-El hermano de Christopher.

-¿Christopher tiene un hermano? -llevó sus manos a cada lado de su rostro e imitó la expresión del cuadro de un grito desesperado.

-Sí, y recién me entero ahora.

-Si tú te enteras recién, peor yo -descansó su cuerpo en el suelo -cuando me dijo lo de su mamá pensé que eso era todo, pero nunca nombró a un hermano.

-¿Qué cosa de la mamá?

-Cuando la secuestraron en un taxi -miró confundido -¿ustedes de verdad se conocen?

-Eso creí yo -me senté frente a él -no estoy muy seguro, ¿podrías decirme lo que sabes? -Rocco cruzó sus brazos y me miró.

-Está bien -rascó su cabeza -¿qué sabes de él?

-Haz de cuenta que no sé nada.

-Pero yo sé poco, ya sabemos lo del hermano, ya sabes lo de la mamá -recordé el primer día que nos vimos y cuanto se opuso a subir a un taxi, esa es la razón, pero, ¿por qué no me lo dijo? -lo de su familia y su pasado.