Modificado

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Fracisco Marrero Ramos

Mi letra se veía clara y redondeada. Cerré el libro y lo volví a abrir haciendo que sus amarillentas hojas me abanicaran. Entonces aparecieron las letras, como escribiendose solas y pude ver cada pensamiento, sentimiento, hecho y deseo de su vida, tanto pasada como futura, o como me gustaba llamarlo, su destino.
Entonces comencé a leer todo el día de hoy:
《Me levanté con...》
Vale, vale, vale, tampoco necesito saber tanto, mejor voy a la parte en la que me llamó la atención en literatura y a la parte en la que seguramente me la llame en historia.
《Estaba dando mi clase, uno de los poemas más interesantes y significativos de los que había leído jamás, entonces vi a Amatista, una de mis mejores alumnas. Siempre me borda los exámenes, pero se pasa las clases mirando a la nada, estoy empezando a pensar que hace chuletas.》
- Pero de que vas, chuletas yo, si yo tengo una mente privilegiada y no me hace falta atender para sacar un diez no es problema tuyo - me di cuenta de que estaba gritando y me tapé la boca como acto reflejo.
《Decidí dar un golpe sobre la mesa para llamar su atención pero no salió muy bien puesto que me miró como si de un ser inferior me tratase, decidí retarla y que me recitase la poesía, y así dejarla en ridículo.》
Será mala persona.
《Cuando lo recitó de memoria y con una entonación excelente no supe que decir, por lo que seguí con mi clase como si no me hubiera avergonzado.》
No pude evitar reirme de él y de su estúpido intento de humillarme.
Decidí saltar a la parte en la que entraba en su clase de historia.
《Estaba explicando la Reforma luterana cuando apareció Amatista intentando hacer el menor ruido posible. Era mi oportunidad de demostar que no era perfecta.》
No puedes demostrar algo que no es cierto.
《- Amatista.
- Dígame profe - contestó con su vocecilla.
- ¿Por qué has llegado a esta hora?
- Estaba en la enfermería - dijo sentandose en su silla, su botas militares negras iban chirriando a cada paso, odio ese sonido.》
Adoro ese sonido.
《- Si es eso cierto me habrás traído el parte médico.
- Me fui antes de que la enfermera me diera ningún parte. - dijo como si fuera obvio.
- Bueno, en ese caso tendré que ponerte un castigo y crearte un expediente por hacer pellas.
- Pero si hasta usted me vio caerme en el comedor.
- Lo siento, sin parte no hay disculpa.》
Vale, lo primero que he aprendido es que a ese hombre le da un derrame cerebral cada vez que me ve, y lo segundo es que tengo que ir a buscar ese parte.
Cerré el libro y salí del baño de chicas, fui a la enfermería y vi a la enfermera vestida de blanco.
Por un momento me di cuenta de porque el profe me odia o cree que hago chuletas. Es porque es un superficial, yo soy la típica chica que viste de negro, escucha rock y es un poquito antipática. Y sí, me di cuenta de esto porque estoy en una habitación blanca de arriba a bajo y mi ropa es casi toda negra.
- Em, hola, antes me di un golpe en la cabeza y me desmayé, ¿podría darme un parte para mi profesor?
Cómo puede don Francisco odiarme, pero mira lo educada y tímida que soy.
- Por supuesto, ¿cómo te llamas? - su voz me causo un escalofrío.
- Amatista.
- ¿Como la piedra? - preguntó con mucho interés.
- Sí, hay una piedra que se llama así.
- Es violeta, como tus ojos - parecía sorprendida por el singular color -, bueno no te entretengo más, toma el parte y vete a tu clase.
Le respondí con una sonrisa y seguí sus órdenes.

Llegué a la clase y me esforcé en hacer el mayor ruido posible con mis botas.
- Amatista
- Dígame profe.
- ¿Por qué has llegado a esta hora?
- Estaba en la enfermería.
- Si eso es cierto...
- ¿El parte? - le interrumpí - Aquí está - dije poniendolo en su mesa con una media sonrisa.
Como adoro sentirme superior, y vaya si me sentía superior en ese momento.
Niveles de perfección, desbordandose.

La Chica De Los Ojos Violetas #NDAWARDS2016 #ColorFulAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora