La Chica De Los Ojos Violetas #NDAWARDS2016 #ColorFulAwards

Recordando

Llegué a casa y ocurrió algo inesperado, abrió Sergio.

Estaba sucio y tenía el pelo enmarañado. Aun así era guapísimo.

- Sergio, tenemos que hablar.
- Amatista, tenemos que hablar - dijo agarradándome por los hombros.

Entonces me contó como yo le había detallado mi poder y como lo adquirí.

Primero no le creí, nunca se lo había contado a nadie, y menos a alguien a quien conocía tan poco.
Aunque después me fue convenciendo, pues entendía lo que era que no te creyeran cuando decías la verdad.

Luego me dijo que había quedado con una tal Emma en una calle que desconocía para recuperar mi libro. Sabía que no era de fiar, pero igualmente confié en ella.
Gran error.
Me contó que ella admitió ser la chica del bosque, la que mató a mi padre.

Una lágrima recorrió mi mejilla, pero antes de que abandonara mi cara Sergio la atrapó. Le sonreí.

- Entonces hizo lo mismo que me habías descrito tú para ver tu destino, pero su pluma era plateada.

Me explicó que cuando la pluma se vueve plateada el libro debe ser dado a la siguiente destinyx. Aunque seguía teniendo su poder, lo perdía poco después al volverse blanca en su totalidad.

- Leyó tu destino y supo que yo estaba allí, me ordenasteis que me fuera, y eso hice.

Será traidor.

- No sabía lo que erais capaces de hacer - se excusó -. Pero no creas que iba a dejarte sola, simplemente giré la esquina y me quedé en una zona en la que ninguna de las dos podía verme.
- ¿Entonces Emma tenía otra pluma? - pregunté.
- Sí, ella era como tú hasta que te cedió el libro.
- ¿Por qué mató a mi padre?
- Dijo que no estás preparada para saberlo - contestó aunque más bien me preguntaba a mi misma.
- Vieja bruja, malvada y rubia de bote - maldije.
- ¿Vieja? - se rió - si solo tiene veintiocho años.
- ¿Veintiocho? - dije sorprendida - con esa edad debes de estar empezando a vivir con tu marido y pensar en tener un hijo, y no ir arruinando la infancia de niñas de diez años.

Estuve toda la noche meditando sobre lo ocurrido. ¿Qué razón pudo haber para que Emma matara a mi padre? No tiene sentido.
Claro. Solo debía mirar su destino en mi libro.

Me levanté en medio de la noche, encendí la luz y abrí el libro.
Entonces escribí:
Emma Noble Castillo

Cerré y abrí el libro.
Pasó lo mismo que cuando busqué mi destino.
No entendía nada, ¿por qué ella podía ver mi destino y yo el suyo no?
Lo volví a intentar, pero nada, no había manera.
Quizás ella tenía una técnica especial, pues ella debió de tener el libro mucho más tiempo del que lo he tenido yo.

Decidí volverme a dormir, mañana por la mañana tendré las ideas más claras.
Tantas noticias de golpe me habían revuelto los pensamientos.

Esa noche volví a tener una pesadilla, era igual que la anterior, pero tenía otro final.

Estaba sentada en las raíces de aquel árbol, aunque me parecía mucho más siniestro de lo que recordaba.
Mi padre me rodeaba con el brazo, sin poder evitarlo desvíe la mirada.
Cuando volví a observarlo tenía un disparo en la cabeza, pero no era mi padre, sino Sergio.
Empecé a gritar.
Apareció Emma, con una pistola.
Me apuntaba en el pecho.
Se fue acercando lentamente. Quería huir, pero sentía que mis pies estaban hecho de plomo por lo que pesaban.
- Dame el libro - gritó.
- No - mi voz sonó áspera y desgarrada.
- Pues adiós.
Pude sentir su risa mientras apretaba el gatillo.

Entoces desperté.